Frases de Muerte

Imagen de la frase: Vive momento a momento. Disfruta de la idea de la muerte, pero primero, debes abandonar todos tus condicionamientos y creencias de la vida y la muerte.

Frases sobre «Muerte»

La fe para el Nazareno era algo muy rico y trascendente. La fe autentica no convierte una vida falsa, por ejemplo, la aquejada por un dolor y sufrimientos imposibles en muerte, sino que convierte la vida en vida verdadera tanto que desaparece la muerte.

Una vida ociosa es una muerte anticipada.

Tres venenos infunden la muerte y la perdición: el odio, la codicia y la ilusión. El Camino Moral, la Meditación y la iluminación son las vías para contrarrestarlos.

Una consecuencia importante de liberarse del miedo a la muerte es una apertura radical a la espiritualidad de un tipo universal y no confesional.

No insista. No se trata de lo que desee. No se apegue a su cuerpo. En cuanto le llegue la muerte, sus parientes desecharan el cuerpo. No lo dude.

Solo cuando te recuerdes tu muerte, te volverás espiritual. Si piensas en Dios, las fantasías vendrán a tu mente. No vendrá la espiritualidad.

Si la conciencia puede funcionar independientemente del cuerpo durante la vida, podría ser capaz de hacer lo mismo después de la muerte.

La muerte no es real ni para los vivos ni para los muertos, ya que esta lejos de los primeros y, cuando se acerca a los segundos, estos han desaparecido ya.

No soy de los que exprimen su corazón en un lugar violento. Soy de los que atestiguan la belleza y la muerte de la rosa.

Cuando la muerte se prevé inminente e inevitable, se puede en conciencia renunciar a unos tratamientos que procurarían una prolongación precaria y penosa de la existencia.

La verdad absoluta trasciende la muerte, el amor es el puente.

Los informes de mi muerte han sido muy exagerados.

El mismo Dios que prohíbe que los hombres se asesinen unos a otros es el que ha establecido que la muerte es el precepto universal que prolonga la vida: morimos para que los demás puedan vivir.

No temo a la muerte. Ha existido durante miles de millones y miles de millones de años antes de que yo naciera, y no había tenido el mas mínimo inconveniente.

Tenemos un limite, uno muy desalentador, un limite humillante: la muerte.

La vigilancia y la lucidez son los senderos de la inmortalidad. Los que vigilan no mueren. La negligencia es el sendero de la muerte. Los negligentes son como si ya estuvieran muertos.

Los jueces que reciben a escondidillas las dadivas de los negociantes y pleiteantes deben ser tenidos por ladrones y castigados con muerte, como tales.

El nacimiento en lo físico es la muerte en lo espiritual.

Sabía usted que no existe un miedo indeterminado, ya que siempre es miedo a algo: al fracaso, a la enfermedad, accidentes, a la muerte de seres queridos, etc.

La diferencia entre un gran alma y un hombre ordinario es la siguiente: el segundo llora mientras abandona este cuerpo, mientras que el primero se ríe. La muerte le parece una mera obra de teatro.