La iluminación espiritual

Frases Pitagoras

Citas Pitagoras


El verdadero amor cambia con el tiempo y crece y descubre nuevas maneras de expresarse.

Si se os pregunta: ¿que es la muerte?, responded: la verdadera muerte es la ignorancia. Cuantos muertos entre los vivos.

Si sufres injusticias, consuélate, porque la verdadera desgracia es cometerlas.

Los hombres que siempre hablan verdad son los que mas se aproximan a Dios.

El alma es un acorde; la disonancia, su enfermedad.

Se satisfecho con lo que lo agrada, y deja los otros para hablar de usted cuando ellos los agradan.

Para no perder el tiempo, no leas mas que los anales de un solo pueblo: todos los pueblos se parecen.

Escoge la mejor manera de vivir; la costumbre te la hará agradable.

Se bueno al igual que los que fueron buenos contigo.

Cállate o di algo mejor que el silencio.

Entre dos hombres iguales en fuerza, el mas fuerte es quien tiene razón.

La libertad dijo un día a la ley: Tu me estorbas. La ley respondió a la libertad: Yo te guardo.

Las cosas simples son las mas extraordinarias y solo los sabios consiguen verlas.

Y nos volveremos a ver ante mi cayado.

Cuando mas hacemos, mas podemos hacer; cuando estamos mas ocupados es cuando tenemos mas tiempo para divertirnos.

La felicidad consiste en poder unir el principio con el fin.

Nunca mojes tu pan en la sangre de los animales ni en las lagrimas de tus semejantes.

Escribe en la arena las faltas de tu amigo.

El hombre es mortal por sus temores e inmortal por sus deseos.

Llegue abajo con las piernas temblando y pregunte por que no había parado el viento antes que me alcanzase.

El hilo de la vida se aflojaría si no fuera mojado con algunas lagrimas.

No hagas de tu cuerpo la tumba de tu alma.

La tierra regala riqueza profusamente y alimento pacifico. Y os brinda alimentos que están libres de muerte y de sangre.

No despreciéis a nadie: un átomo hace sombra.

Mide tus deseos, sopesa tus opiniones, cuenta tus palabras.

Prefiero el bastón de la experiencia que el carro rápido de la fortuna. El filosofo viaja a pie.

Preciso es encontrar lo infinitamente grande en lo infinitamente pequeño, para sentir la presencia de Dios.

Educad a los niños y no será necesario castigar a los hombres.

No digas pocas cosas en muchas palabras, sino muchas cosas en pocas palabras.

No temas morir. La muerte no es mas que una parada.

No sabe hablar quien no sabe callar.

Mientras los hombres sigan masacrando a sus hermanos los animales, reinara en la tierra la guerra y el sufrimiento y se mataran unos a otros, pues aquel que siembra dolor y la muerte no podrá cosechar ni la alegría, ni la paz, ni el amor.

Economizad las lagrimas de vuestros hijos, para que puedan regar con ellas vuestra tumba.

Ayuda a tus semejantes a levantar su carga, pero no te consideres obligado a llevársela.

No seas ambicioso y tacaño; la justa medida es excelente en tales casos.

Escucha, serás sabio. El comienzo de la sabiduría es el silencio.

Educar no es dar carrera para vivir, sino templar el alma para las dificultades de la vida.

Una bella ancianidad es, ordinariamente, la recompensa de una bella vida.