La iluminación espiritual

Frases Victor Marie Hugo

Citas Victor Marie Hugo


La felicidad es algo indeseable. Su falso parecido con el merito engaña a los hombres.

No hay malas hierbas ni hombres malos; solo hay malos cultivadores.

Los que padecéis porque amáis, amad mas aun. Morir de amor es vivir. De su obra, Los miserables.

El ateo es un mal conductor del genero humano.

La fe es necesaria al hombre. Desgraciado el que nada cree.

Nada importa morir, pero no vivir es horrible. De su obra, Los miserables.

Mis gustos son aristocráticos; mis actos democráticos.

El recuerdo es vecino del remordimiento.

La belleza y la muerte son dos cosas profundas.

Lo que se hace contra un niño, se hace contra Dios Geestemunde, en la novela El hombre que ríe.

Prefiero que me silben por un buen verso, que me aplaudan por uno malo.

El hombre respira, espira y expira.

La pobreza, inmediatamente, pone al desnudo la vida material y la hace aborrecible, de ahí el ímpetu indecible en pos de la vida ideal.

Es una cosa bien extraña la felicidad con que los infames creen merecer el triunfo.

Produce una inmensa tristeza pensar que la naturaleza habla mientras el genero humano no escucha.

Quien da a los pobres, presta a Dios.

La felicidad suprema en la vida es tener la convicción de que nos aman por lo que somos, o mejor dicho, a pesar de lo que somos. De su obra, Los miserables.

En los ojos del joven arde la llama; en los del viejo brilla la luz.

El derecho de sufragio suprime el derecho de insurrección.

La conciencia es la presencia de Dios en el hombre.

El cuerpo humano no es mas que apariencia y esconde nuestra realidad. La realidad es el alma.

La vida es una flor cuya miel es el amor.

Ser bueno es fácil, lo difícil es ser justo.

En el surco del arado entierra el hombre sus vicios.

A las mujeres les gusta sobre todo salvar a quien las pierde.

Ser discutido es ser percibido.

La obra maestra es la variedad del milagro.

Comprender es el primer paso; vivir, el segundo.

Cuando se castiga a un inocente nace un malvado.

Una idea es un meteoro.

Sufrir merece respeto, someterse es despreciable.

Con el mismo secreto, con idéntico enigma.

Con tal parte de sombra y de azul que diríjanse.

Atreveos: el progreso solamente se logra así.

Ciertas personas son malas únicamente por necesidad de hablar. Su palabra, conversación en los salones, en la antecámara, son como esas chimeneas que consumen pronto las leñas; no necesitan mucho combustible; y el combustible es el prójimo.

La libertad de amar no es menos sagrada que la libertad de pensar. Lo que hoy se llama adulterio, antaño se llamo herejía.

A los hombres que son bastante insensatos para decir: La humanidad no marchara, responde Dios con la tierra que tiembla.

La melancolía es la dicha de ser infeliz.

De la pregunta Einstein habla que es una enseñanza de la Ley de Atracción del Universo y Dios. Crees que el Universo es un lugar amigable para vivir.

Rezar es poner en contacto por medio del pensamiento, el infinito de abajo con el infinito de arriba.

Nada mejor que el sueño para engendrar el porvenir. La utopía de hoy es carne y hueso mañana. De su obra, Los miserables.

Nada tan estúpido como vencer; el verdadero triunfo esta en convencer.

Señora, tened en cuenta que los príncipes gobiernan todas las cosas, salvo el viento.

Las que conducen y arrastran al mundo no son las maquinas, sino las ideas.

Hay tantas mujeres bellas, pero no hay perfectas.

Lo que conduce y arrastra al mundo no son las maquinas sino las ideas.

La revolución es la larva de la civilización.

El infierno esta todo en esta palabra: soledad.

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