Citas Gabriel Garcia Marquez
Recordó un viejo adagio español: Que no nos de Dios lo que somos capaces de soportar.
Mi hijo nunca salía por la puerta de atrás cuando estaba bien vestido.
La creación intelectual es el mas misterioso y solitario de los oficios humanos.
Es inútil que siga rezando. Hasta Dios se va de vacaciones.
Entregare un Bolívar de carne y hueso.
La vida no es sino una continua sucesión de oportunidades para sobrevivir.
La palabra mestizaje significa mezclar las lagrimas con la sangre que corre. ¿Que se puede esperar de semejante brebaje?
La vida es la cosa mejor que se ha inventado.
Yo imaginaba que alcanzaría un limite.
Soy libre y me vendo yo misma.
Creo que las mujeres sostienen el mundo en vilo, para que no se desbarate mientras los hombres tratan de empujar la historia. Al final, uno se pregunta cual de las dos cosas será la menos sensata.
Poco a poco fue idealizándola, atribuyéndole virtudes improbables, sentimiento imaginarios, y al cabo de dos semanas ya no pensaba mas en ella. Así que decidió mandarle una esquela simple escrita por ambos lados con su letra de escribano.
Yo creo que todavía no es demasiado tarde para construir una utopía que nos permita compartir la tierra.
Volverán -dijo-. La vergüenza tiene mala memoria.
Sin darse cuenta, a través del cuerpo incorrupto de su hija, llevaba ya veintidós años luchando en vida por la causa legitima de su propia canonización.
El escritor escribe su libro para explicarse a si mismo lo que no se puede explicar.
Hay que ser infiel, pero nunca desleal.
El primer síntoma de la vejez es que uno empieza a parecerse a su padre.
Hace un siglo me cagaron la vida con ese pobre hombre porque éramos demasiado jóvenes, y ahora nos los quieren repetir porque somos demasiado viejos.
Solo la poesía es clarividente.
El cuerpo humano no esta hecho para los años que uno podría vivir.
Pues habían vivido juntos lo bastante para darse cuenta de que el amor era el amor en cualquier tiempo y en cualquier parte, pero tanto mas denso cuanto mas cerca de la muerte.
Lo único que me duele de morir, es que no sea de amor.
La peor forma de extrañar a alguien es estar sentado a su lado y saber que nunca lo podrás tener.
No esperaba nada –mintió. Volvió hacia el medico una mirada enteramente infantil-. Yo no tengo quien me escriba.
Se hundió en una amable geografía, en un mundo fácil, ideal; un mundo como diseñado por un niño, sin ecuaciones algebraicas, sin despedidas amorosas y sin fuerzas de gravedad.
El amor es eterno mientras dura.
El amor se hace mas grande y noble en la calamidad.
Si tienes ganas de cantar, canta –dijo el coronel-. Esto es bueno para la bilis.
Ninguna persona merece tus lagrimas, y quien se las merezca no te hará llorar.
No es verdad que las personas dejen de perseguir sueños porque se hacen viejas, sino que se hacen viejas porque dejan de perseguir sus sueños.
El barco donde estaba el paraíso.
El corazón tiene mas cuartos que un hotel de putas.
Cuídate el corazón… te estas pudriendo vivo.
Nunca seré viejo –le dije entonces-. Ella lo interpreto como un propósito heroico de luchar sin cuartel contra los estragos del tiempo, pero el fue mas explicito: tenia la determinación irrevocable de quitarse la vida a los sesenta años.
Si no le temes a Dios, témele a la sífilis.
Un buen escritor puede ganar buen dinero. Sobre todo si trabaja con el gobierno.
No hay medicina que cure lo que no cura la felicidad.
La vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda y como la recuerda para contarla.
Lo que pasa es que en este país no hay una sola fortuna que no tenga a la espalda un burro muerto.
Solo porque alguien no te ame como tu quieres, no significa que no te ame con todo su ser.
En realidad, el único momento de la vida en que me siento ser yo mismo es cuando estoy con mis amigos.
Lo que pasa es que este país no hay una sola fortuna que no tenga a la espalda un burro muerto.
No tenemos otro mundo al que podernos mudar.
Era inevitable: el olor de las almendras amargas le recordaba siempre el destino de los amores contrariados.
El cambio de personalidad es una lucha cotidiana en la que uno se rebela contra su propia determinación de cambiar, y quiere seguir siendo uno mismo.
No hay anuncios de cometas ni de eclipses, que yo sepa, ni tenemos culpas tan grandes como para que Dios se ocupe de nosotros.
La memoria del corazón elimina los malos recuerdos y magnifica los buenos, y gracias a ese artificio, logramos sobrellevar el pasado.