Frases Alberto Cortez

A partir de mañana empezare a vivir la mitad de mi vida; a partir de mañana empezare a morir la mitad de mi muerte.

Cuando te asomes al amor pequeña mía, has de tener el cosmos entre tus manos y la serenidad y la armonía germinaran en ti grano por grano.

Con las cosas mas bellas guardare tu recuerdo que el tiempo no logro sacarlo de mi alma.

Era el callejero de las cosas bellas y se fue con ellas cuando se marcho; se bebió de golpe todas las estrellas, se quedo dormido y ya no despertó.

Para nombrarte prefiero usar el corazón al diccionario, porque siempre es el que lleva el inventario de tantas cosas con que suelo compararte.

Miguitas de ternura yo necesito, si le sobra un poquito, démelo a mi.

Que suerte he tenido de nacer, para estrechar la mano de un amigo y poder asistir como testigo al prodigio de cada amanecer.

Era nuestro perro y era la ternura, esa que perdemos cada día mas y era una metáfora de la aventura que en el diccionario no se puede hallar.

Cuando un amigo se va queda un espacio vacío que no lo puede llenar la llegada de otro amigo.

Hasta ahora solo fui lo que soy, aprendiz de Quijote; he podido luchar y hasta a veces ganar sin que se pierda el bigote.

Quien quiera beber conmigo tiene una copa en mi mesa compartirá mi alegría, pero también mi tristeza.

De que sirve la vida, si a un poco de alegría le sigue un gran dolor. Me parece mentira que tampoco esta noche escuchare tu voz.

Prefiero mas que llegar, pensar que ya voy llegando, andar por andar andando, caminar por caminar.

A mis amigos les adeudo la paciencia de tolerarme mis espinas mas agudas, los arrebatos del humor, la negligencia, las vanidades, los temores y las dudas.

Todo es posible viviendo contigo todo es posible, por mas guijarros que tenga el camino. Contigo es posible.

A mis amigos les adeudo la ternura, las palabras de aliento y el abrazo, el compartir con todos ellos la factura que nos presenta la vida paso a paso.

No siempre gana distancia el hombre que mas camina. A veces por ignorancia anidar se vuelve rutina.

Aunque fue de todos, nunca tuvo dueño que condicionara su razón de ser. Libre como el viento era nuestro perro, nuestro y de la calle que lo vio nacer.

Te llegara una rosa cada día, augurándote tiempos de ventura; compañera total del alma mía, propietaria de toda la ternura.

Camina siempre adelante pensando que hay un mañana, no te permitas perderlo porque esta buena la cama.

Y construyo castillos en el aire, a pleno sol, con nubes de algodón, en un lugar a donde nunca nadie pudo llegar usando la razón.

Nadie puede mas que dos que han hallado el amor, no importa en que lugar: acaso en un tumulto de un tiempo sin piedad, en una calle sola o en el fragor de una ciudad.

Y construyo, castillos en aire a pleno sol, con nubes de algodón, en un lugar, adonde nunca nadie pudo llegar usando la razón.

Amigo mío, si esta copla, como el viento, adonde quieras escucharla te reclama, serás plorar, porque lo exige el sentimiento, cuando se lleva a los amigos en el alma.

Yo puse el esfuerzo y ella la desgana. Yo el hondo silencio y ella la palabra.

Eres mucho mas de lo que soy y hacia donde voy, cuando me voy… Amor, inalterable amor, mi luminoso gran amor.

Mas allá de cualquier ideología, mas allá de lo sabio y lo profano, soy parte del espacio, soy la vida, por el hecho de ser un ser humano.

Donde dormirá esta noche ese pobre viejo, el que vaga por la calle sin tener morada, con la suerte consumida como su pellejo, con las manos abatidas, como su mirada.

La envidia es muy difícil de contener, se logra cuando se sabe ser un señor y solo los bien nacidos lo suelen ser, los otros tienen bastante con lo que son.

A mis amigos legare cuando me muera, mi devoción en un acorde de guitarra, y entre los versos olvidados de un poema, mi pobre alma incorregible de cigarra.

Te sigo queriendo como el primer día con esta alegría con que voy viviendo.

Hay un niño en cada hombre, si no se quiere perderlo, y es el que siempre se asoma al balcón de los consuelos.

Yo te quiero tanto como tanto quiero que vague mi canto por todo tu cuerpo, que gane la cumbre total de tus senos y que se derrumbe rodando hacia el centro.

Amor, mi gran amor, mi buen amor, mi alero: Amor, mi venturero amor, maravilloso amor, te quiero.

Te llamo luna, cascabel o caracola y ya me tienes en la cresta de la ola buscándote por los espacios transparentes.

No somos libres mas que por amor, libres y eternos mas que por amor, no vale nada si no es por amor… La vida.

A mis amigos les adeudo los enfados que perturbaran sin querer nuestra armonía, sabemos todos que no puede ser pecado, el discutir alguna vez por tonterías.

Ir en busca de la rosa mas codiciada y hermosa que me pueda imaginar. Si no la encuentro enseguida, me queda toda la vida para poderla buscar.

Amada mía, querida mía, Ay, Patria mide tumbo en tumbo, se pierde el rumbo de la alegría. Vamos arriba. Que no se diga que estas llorando; que tus heridas mal avenidas se irán curando.

Viendo campos y caminos, distancia, Que cantidad de recuerdos. De infancia, amores y amigos, distancia, que se han quedado tan lejos.

Aquellos que no tienen fantasía no pueden entender, es muy complejo, que acorte la distancia, cada día, recibir una rosa desde lejos.

Convocas mis anhelos y mis versos, mis gustos, mis amigos, mis ausencias, y tornas los momentos mas adversos en dicha nada mas con tu presencia.

Cuando un amigo se va, queda un terreno baldío que quiere el tiempo llenar con las piedras del hastió.

Pudiera ser que supiera como decirle a la gente con unas pocas palabras lo que pasa por mi mente.

Ir conociendo de a poco al mas cuerdo y al mas loco, y al que le da por volar; volar con el pensamiento, que al oír cantar al viento, del viento aprender a cantar.

Mi árbol broto. Mi infancia paso. Hoy bajo su sombra que tanto creció. Tenemos recuerdos mi árbol y yo.

Que cosas tiene la vida, mariana, que cosas tiene la vida, cuanto mas alto volamos, Mariana, nos duele mas la caída.