La inofensividad germina de la verdadera comprensión y te lleva inevitablemente a la pura expresión espiritual de la vida.
La inofensividad prepara el camino para que fluya la vida; elimina las obstrucciones que impiden la libre afluencia del amor.
No se dejen engañar con argumentos plausibles de que la destrucción es necesaria.
Esta condición debe terminar; se debe dar al máximo con comprensión y justicia para que la era de amor y de luz se introduzca con mayor celeridad.
Hay quienes ofrecen lo único que poseen, y el poder que tal actitud libera es muy grande.
Adhiéranse a los trabajadores que tienen fines constructivos, que no luchan contra otro grupo u organización, y que han eliminado de su vocabulario la palabra "anti".
Quisiera que se aparten de los grupos que tratan de destruir y atacar, no importa cuán sincero sea su móvil.
Ruego que procuren hacer de cada día un nuevo día, en el que enfrentan una nueva oportunidad.
Recomiendo que guarden silencio ante las palabras de odio y de crítica y que hablen en términos de hermandad y de relaciones grupales.
Los exhorto a que hagan un esfuerzo unido para inculcar nuevamente las ideas de hermandad y unidad.
Lea recuerdo que el odio y ¡a separatividad han llevado a la humanidad a su penosa situación actual.
Abandonen sus antagonismos y antipatías, odios y diferencias raciales y traten de pensar en términos de una familia, una vida y una humanidad.
La inofensividad emana de la capacidad de penetrar en la conciencia y en la comprensión de nuestro prójimo y, cuando se ha logrado, todos se perdona y se pierde de vista en el anhelo de ayudar y auxiliar.
La inofensividad brota de la verdadera comprensión y control de la personalidad por el alma, la que lleva inevitablemente a la expresión espiritual de la vida diaria.
Examinen el efecto emocional que ustedes producen sobre otros, de manera que ningún estado de ánimo, de depresión o de reacción emocional pueda dañar al semejante.
Oblíguense a pensar sobre esas ideas, respecto a ustedes y a los demás, para que sean constructivas y positivas y, por tanto, de efectos inofensivos.
Estudien su conducta diaria, sus palabras y sus pensamientos, hasta lograr se completamente inofensivos.
La inofensividad produce, en la vida, cautela en el juicio, reticencia al hablar, habilidad para abstenerse de toda acción impulsiva y demuestra un espíritu exento de crítica.
El que no tiene malos pensamientos ni hace mal a nadie es un ciudadano del mundo de Dios.
La inofensividad es la fuerza más poderosa que existe en la actualidad.
La depuración drástica obtenida al alcanzar la inofensividad ayudará mucho a eliminar estados erróneos de conciencia.
Si la inofensividad es la nota clave en sus vidas, podrán producir más condiciones armónicas en la personalidad, que cualquier disciplina en otras líneas.
La inofensividad no daña ni perjudica a nadie.
Desde el centro donde la voluntad de Dios es conocida, Que el propósito guíe a las pequeñas voluntades de los hombres. El propósito que los Maestros conocen y sirven.
La meditación espiritual te lleva a la belleza y la fuerza de la verdad. Te lleva a la evocación y al sendero de los valores espirituales superiores.
La iluminación espiritual es el esclarecimiento previo, es la percepción cuando la luz del alma fluye y se nutre constantemente desde la fuente.
Que actúe desde el centro de todo lo que está dentro del contenido de la vida unida del grupo.
Que no guarde recuerdos y sin embargo, que rija la memoria.
Al descenso y al ascenso de luz los hombres le llaman vida, conciencia y muerte; a esto nosotros, que hollamos el Camino iluminado, le llamamos muerte, experiencia y vida.
La luz asciende y deja en la oscuridad aquello que, en tiempo y espacio, ha iluminado.