La iluminación espiritual

Frases Guerra

Citas Guerra


No soy solo un pacifista, sino un militante pacifista. Estoy dispuesto a luchar por la paz. Nada terminara la guerra a menos que las personas se nieguen a ir a la guerra.

La guerra es una masacre entre gente que no se conoce para provecho de gente que si se conoce pero que no se masacra.

Existen dos cosas mayores que todas las cosas. Una es el amor y la otra es la guerra.

He oído hablar de operaciones militares que han sido torpes y repentinas, pero nunca he visto a ningún experto en el arte de la guerra que mantuviese la campaña por mucho tiempo.

Cuando el fascismo llego a América, no llego vestido con camisas negras o marrones, no llego con botas militares, llego con zapatillas y camisetas con caritas felices… Alemania perdió la Segunda Guerra Mundial. El fascismo la gano, créeme, amigo mío.

Sin embargo, en la vida diaria empleamos con total tranquilidad los existenciales negativos por medio del empleo de confirmaciones probabilísticas. Por ejemplo, cuando afirmamos que las armas de destrucción masiva de la guerra de Iraq no existían, o que las hadas no existen. Lo que habitualmente entendemos como una evidencia para un existencial negativo es algo así como “es extremadamente improbable, dado el cuerpo de conocimientos del que disponemos, que tal entidad exista”.

La falta de amor en un mundo produce infelicidad colectiva, odio, violencia, división, guerras Etc. Sin amor no puede existir una organización duradera, porque habría que obligar y forzar, y a la final resulta la rebeldía y destrucción.

El amor es como la guerra: fácil de empezar, difícil de terminar.

En la GUERRA nunca mueren los culpables, solo los soldados esclavos de una idea.

Las almas infantiles todo lo creen posible incluso acabar la guerra.

Sabía usted que según la ley, las carreteras interestatales en Estados Unidos requieren que una milla de cada cinco sea recta. Estas secciones son útiles como pistas de aterrizaje en casos de emergencia y de guerra.

Pero, ¿cómo justifican los historiadores que la guerra se convierta en objeto prioritario y "ejemplarizante" de los estudios históricos? ¿Para qué se convierte la guerra en estudio prioritario de historiadores? Volviendo a Herodoto, el objetivo de su obra y el plan que se propuso queda claro desde el principio de su libro cuando escribe que "ésta es la exposición de las investigaciones de Herodoto de Halicarnaso, para que no se desvanezcan con el tiempo los hechos de los hombres, y para que no queden sin gloria grandes y maravillosas obras, así de los griegos como de los bárbaros, y, sobre todo, la causa por la que se hicieron la guerra". Tras Herodoto, Tucídides quien desde las primeras páginas de su libro afirma que escribió sobre la Guerra del Peloponeso "por creer que fuese la mayor y más digna de ser escrita que ninguna de las anteriores" y "porque las guerras anteriores (...) no las tengo por muy grandes, ni por los hechos de guerra, ni en cuanto a las otras cosas". Gloria y grandeza son las motivaciones de ambos.

Las guerras son cinceles pobres para forjar mañanas pacificas.

Sabía usted que aunque la guerra espiritual no se ve, es absolutamente real y sus estragos se producen en las almas de todos los seres humanos, al estar dotados de libre albedrío.

Dios justificó la guerra durante siglos. La patria también. Lo continúan haciendo hoy en día. Aunque se les llame de otra manera. "Choque de civilizaciones" es la que está más en boga. Los dioses y las patrias son quienes se esconden tras los nuevos eufemismos. Los de siempre u otros nuevos. En su nombre se sigue haciendo la guerra. Esa guerra que nadie dice querer. Así, fácilmente se acaba produciendo lo que manifestaba el tristemente famoso líder nazi Goering: "Por supuesto que la gente no quiere la guerra. ¿Porqué querría cualquier palurdo de una granja arriesgar su vida en una guerra cuando lo mejor que podría obtener es volver de una pieza a su granja? Naturalmente, la gente común no quiere la guerra. Esto es comprensible. Pero después de todo son los líderes de los países quienes determinan la política y siempre es una simple cuestión de tiempo el que la gente se deje arrastrar, ya sea en una democracia o en una dictadura fascista, en un parlamento o en una dictadura comunista... Con voz o sin voz, a la gente siempre se la puede atraer hacia la postura de los líderes. Eso es fácil. Todo lo que tienes que hacer es decirles que están siendo atacados y denunciar la falta de patriotismo y que están exponiendo el país a graves peligros". Simple y contundente retrato de muchas de las guerras conocidas. Terrible.

Ya en su momento, el famoso historiador -y no precisamente por su progresismo- Thomas Carlyle señalaba que "La guerra es una pelea entre dos ladrones demasiado cobardes para luchar por sí mismos; así que cogen a los chicos de un pueblo y otro, los meten en uniformes, los equipan con armas y los sueltan como bestias salvajes los unos contra los otros." Por ello se necesita una educación crítica que deje en evidencia las coartadas que alimentan y justifican las guerras y las tramas de poder que se apuntalan tras ellas: si no educamos contra las "religiones verdaderas"; si no educamos contra el "orgullo nacional", contra las "patrias" (el último refugio de los bribones, según Samuel Johnson); si no educamos contra las diferencias culturales que separan y dividen en autóctonos y extranjeros; si no educamos contra la sumisión, contra la pasividad... no estaremos educando para la paz, aunque lo parezca.

Nuestros enemigos son los persas, hombres que por siglos han llevado vidas llenas de comodidades y lujos. Nosotros, la gente de Macedonia, hemos sido entrenados para el peligro y para la guerra. Somos libres y ellos son esclavos.

Sabía usted que aunque la guerra espiritual no se ve, es absolutamente real y sus estragos se producen en las almas de cada persona, al estar dotados de libre albedrío.

Los poetas odiamos el odio, y hacemos guerra a la guerra.

Todavía no estamos metidos en una guerra civil pero andamos muy cerca de ella.

Mas vale una paz relativa que una guerra ganada.

El ajedrez es una guerra sobre un tablero. El objetivo es aplastar la mente del adversario.

La guerra terminaría si los muertos pudiesen regresar.

Si no hubiera sido por la guerra fría, ni Rusia ni Estados Unidos se han estado enviando gente al espacio.

Un prisionero de guerra es un hombre que intenta matarte y falla, luego te pide que no lo mates a el.

Siempre hay dos fuerzas en guerra dentro de nosotros.

Toda guerra es engaño.

¿Usted dice que una buena causa santifica incluso la guerra? Yo le digo que es una buena guerra la que santifica cualquier cosa.

La moralidad es contrabando en la guerra.

La guerra es un asunto demasiado grave para confiárselo a los militares.

La realidad baila sola en la mentira y en un bolsillo tiene amor y alegría un dios de fantasía la guerra y la poesía.

Dios creo la guerra para que los estadounidenses aprendieran geografía.

La guerra y la revolución no producen nunca lo que se desea, sino solo alguna mezcla de los antiguos males con los nuevos.

Sabía usted que la guerra espiritual invisible, también llamada lucha en las regiones celestes es una batalla que envuelve a cada uno de los seres humanos.

No extrañéis, dulces amigos, que este mi frente arrugada: yo vivo en paz con los hombres y en guerra con mis entrañas.

Los guerreros victoriosos primero ganan y después van a la guerra, mientras que los guerreros vencidos primero van a la guerra y después buscan ganar.

Tengo la convicción de que matar bajo el manto de la guerra no es mas que un acto de asesinato.

Este programa de parar la energía nuclear de aquí al 2020 es simplemente loca. Si hubiera una guerra nuclear y la humanidad fuera aniquilada, la tierra respiraría un suspiro de alivio.

El cristianismo es cumplir las Enseñanzas de Jesús el Cristo que implican, entre otros puntos, declarar una guerra implacable a los propios defectos.

Continuara la guerra hasta que la naturaleza nos llame y haga inevitable nuestra civilización.

Declaro llanamente mi guerra al Estado, a mi modo, aunque seguiré haciendo uso y obteniendo cuantas ventajas pueda de el, como es habitual en estos casos.

No puedes prevenir y prepararte para la guerra simultáneamente.

La guerra es solo un efecto, no una causa.

Tanto tiempo como sean los hombres las tumbas andantes de los animales matados por ellos, habrá guerras en esta Tierra.

Lo que un país llama sus intereses vitales no son las cosas que hacen posible la vida de sus ciudadanos, sino las que le capacitan para la guerra. Como el petróleo.

La guerra es un maestro peligroso y la victoria física conduce a menudo a una derrota moral.

Mientras los hombres sigan masacrando a sus hermanos los animales, reinara en la tierra la guerra y el sufrimiento y se mataran unos a otros, pues aquel que siembra dolor y la muerte no podrá cosechar ni la alegría, ni la paz, ni el amor.

Así, en el estudio de la historia y, por supuesto, en la educación los que peor servicio hacen a la Historia y a la Educación son aquellos historiadores y educadores que hablando de la Guerra pretenden educar para la paz, pero lo hacen de manera abstracta y superficial. Hipócrita muchas veces. Desde un pensamiento acrítico proponen la paz como alternativa para la guerra sin cuestionarse las estructuras de poder que la potencian, la alimentan y se benefician de su existencia.

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