No juzgar significa aprender apreciar tu dilema y el del otro con corazón. Entonces te puedes permitir y a los otros simplemente ser, sin separación.
Sé compasivo, sé inteligente y amoroso. Mira a los demás sin juzgarlos. No empieces a sentirte recto. No te conviertas en «Su santidad». Nunca.
Eureka encontré la clave de la salvación: No juzguéis y no seréis juzgados De ahora en adelante según esto podremos hacer y deshacer, aqui y ahora.