LA ILUMINACIÓN ESPIRITUAL
| DOBLES | FAMOSAS | HUMOR | FILÓSOFOS | CONCIENCIA |
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Acción para elevar el nivel de vibración: Perdonando… porque no existe nada más liberador y sanador que el poder del perdón. Al perdonar y perdonarnos renace la paz interior.
El perdón nos libera el alma, nos remueve el miedo. Por eso, es un arma tan poderosa.
Perdonar es dar algo -Dar amor, paz, alegría, sabiduría y todas las bendiciones de la vida a los demás, basta que no haya dolor en vuestra mente. Es esta la prueba del ácido del perdón.
El perdón te remueve todos tus miedos y te libera el alma. Es por eso que es un arma tan poderosa.
El perdón libera el alma, elimina el miedo.
Si te perdonas a ti mismo, empiezas a aceptarte, y entonces, el amor por ti crece. Ese es el perdón supremo: perdonarte a ti mismo.
Perdonar es soltar. Sin perdón no hay paz, grábate a fuego estas palabras: sin perdón no encontrarás nunca la paz interior que hay en ti.
Cuando no estamos en paz, es parte de la culpa inconsciente que está saliendo a la luz y es un momento para practicar el perdón y poder sanar.
Pedir perdón es humillante y no arregla nada. La solución no es pedir perdón, sino evitar los estallidos que hacen obligatorias las excusas.
La Ley del Perdón de por si ya está creando causas de Amor, lo que a su vez traerá Paz y Armonía al que así decide demandar.
Si quieres enfurecer a tu enemigo, perdónalo.
Con el perdón llega la sanación.
Cuando reencarnamos, Dios da muestra de su inmenso perdón y de las miles de oportunidades de corregir nuestras debilidades.
Perdón y Amor son pensamientos, son energías renovadoras que fortalecen y armonizan. Si logras atesorarlas mantendrás tu paz interior.
Pedir perdón requiere constante posición de humildad y fuerza de voluntad.
El perdón es la mejor caridad.
Pensamientos de amor y perdón avivan y vigorizan todo el poder de la luz.
En el mundo espiritual no hay ira, odio, o ansia de venganza; en lugar de ello, hay perdón y comprensión.
Nadie muere sin su propio consentimiento. Esa es la base del perdón hacia vosotros. Ahí yace vuestra paz.
Practicad el perdón en todas esas ocasiones en las que haya ira.
El perdón es una expresión del amor.
Sin culpa se hace posible el perdón, y con el perdón llega la sanación.
La gratitud es una vibración elevada, incluso sagrada, del mismo tipo que el amor, el perdón, la alegría y la compasión.
Acción para elevar el nivel de vibración: Perdonando, porque no existe nada más liberador y sanador, que el poder del perdón. Al perdonar y perdonarnos renace la Paz Interior.
Activa el proceso de Ho'oponopono: Perdón, por provocar esta situación. Gracias, por haber descubierto esta memoria errónea. Te quiero, por ser el mensajero, tú, formas parte de mí y de mi familia.
Te amo, y si desperté en ti sentimientos hostiles lo siento y te pido perdón. Gracias!
Lo siento, perdóname, gracias, te amo.
Aprende a perdonar a la gente. Perdónalos, déjalos ir y deja que sea un acto profundo de autocompasión y amor.
El perdón dice que tienes otra oportunidad de comenzar de nuevo a vivir.
Sin perdón no hay futuro en una relación entre personas o entre naciones.
Dos verdades: no hay nada que no pueda perdonarse, y no hay nadie que no merezca el perdón.
Sin memoria, no hay curación. Sin perdón, no hay futuro.
El perdón es una necesidad absoluta para la continuación de la existencia humana.
El amor de la madre es incondicional: en lo que respecta a su hijo, ella es todo amor, compasión y perdón.
El perdón es la fragancia que la violeta vierte en el talón de quien la ha machacado.
El perdón es no ofrecer resistencia a la vida, es vivir.
El perdón es abandonar la queja y dejar ir la tristeza.
La culpa, el arrepentimiento, el resentimiento, la tristeza y cualquier forma contraria al perdón, es causada por un exceso de pasado y una falta de presente.
Debemos perdonar siempre, recordando que nosotros mismos hemos necesitado el perdón. Tenemos necesidad de ser perdonados mucho más a menudo que de perdonar.
Acepta a cada persona tal y como es, perdónala sin dejar de ser tú mismo y sobre todo perdónate. Todo perdón empieza contigo mismo.
El perdón es un acto totalmente consciente, debes entender que tú te lo mereces, no la persona que te dañó de alguna manera.
El perdón a otro sólo viene cuando puedes liberarte y perdonarte a ti mismo.
En última instancia, el perdón es un regalo que nos damos a nosotros mismos.
El perdón es alabado por el cristiano y el vaishnava, pero para mí, le pregunto: «¿Qué tengo que perdonar ya quién?»
El perdón es alabado por los cristianos y los vaishnavas, pero para mí, pregunto: ¿Qué tengo que perdonar y a quién?
El perdón es el mayor regalo de Dios.
Pedir perdón no significa nada, perdonar significa todo.
El verdadero perdón y la compasión vienen sólo cuando uno es capaz de perdonar incluso a aquellos que han cometido actos bárbaros.
El perdón es superior a la justicia.
No hay paz sin justicia, no hay justicia sin perdón.
El perdón es la llave de la felicidad.
Aquel que pide a Dios el perdón de sus faltas no lo obtiene sino cambiando de conducta. Las buenas acciones son la mejor de las plegarias, porque los actos valen más que las palabras.
Sólo la conciencia sabe perdonar y dejar ir, el perdón es no resistencia, es permitir a la vida vivir a través de usted.
Hay esperanza en el perdón.
El karma es perdón y amor; te acoge de nuevo a pesar de las transgresiones en encarnaciones previas. El karma purifica y te eleva a la frecuencia del amor.
La enseñanza de Jesús sobre el perdón, fue una enseñanza de amor, mientras otras religiones pusieron más énfasis en la justicia que en el verdadero perdón.
En el amor esta todo el poder y el perdón del Maestro Jesús y en su momento más terrible, dijo con amor: «Padre, perdónales, porque no saben le que hacen».
Perdón significa llenarse de amor e irradiar ese amor hacia el exterior, negándose a transmitir el odio.
Si fracasamos en nuestra oración, es porque no dominamos toda la mecánica de las leyes de la fe y el perdón de la oración que tan claramente formuló Jesús.
El verdadero perdón es cuando puedes decir: Gracias por esa experiencia.
Perdón es renunciar a la esperanza de que el pasado podría haber sido diferente.
El verdadero perdón es cuando se puede decir, Gracias por esta experiencia.
La humildad, el perdón, la claridad y el amor son la dinámica de la libertad. Son los cimientos del poder auténtico.
Paso del perdón a la comprensión y siento compasión por todos.
El amor siempre es la respuesta a la curación de cualquier tipo. Y el camino hacia el amor es el perdón.
El perdón es para ti porque te libera. Te permite salir de la prisión en la que estas.
El perdón no siempre es fácil. A veces, el perdonar al que lo causó se siente más doloroso que la herida que se sufrió. Y sin embargo, no hay paz sin perdón.
La falta de perdón es como si tú mismo bebieras veneno y esperases que muriera la otra persona.
La práctica del perdón es la contribución más importante a la sanación del mundo.
Intensifico mi experiencia de Dios a través de la oración, la meditación y el perdón.
I profundizar mi experiencia de Dios mediante la oración, la meditación y el perdón.
La práctica del perdón es nuestra contribución más importante a la sanación del mundo.
El perdón no es siempre fácil. A veces, se siente más dolorosa que la herida que sufrió, a perdonar al que infligió. Y, sin embargo, no hay paz sin perdón.
El primer paso para el perdón es la disposición a perdonar.
A través de las experiencias «positivas» de amor, compasión y perdón, y de las emociones «negativas» del odio, el juicio y la envidia, cada uno de nosotros posee el poder de afirmar o negar nuestra existencia a cada momento del día.
Con mucho, el veneno más fuerte para el espíritu humano es la incapacidad de perdonarse a uno mismo u otra persona. El perdón ya no es una opción, sino una necesidad de sanación.
El perdón es tu renuncia al infierno de querer saber lo que es imposible saber y de querer ver sufrir a otros porque te han herido.
La compasión, la misericordia, la empatía, el perdón y el amor incondicional son cualidades divinas que confieren gracia. Cuando abrimos nuestro corazón a alguien, recibimos una corriente de amor divino.
La rabia y el echar la culpa a los demás saca la energía que necesitamos para sanar. Una de las más poderosas emociones que tenemos que expresar es el perdón.
El perdón es la mejor arma. Un maestro armado de perdón es tan imperturbable que puede abandonar toda la ira de inmediato.
Borra el pasado para no repetirlo, para no tratarte como te trataron ellos; pero no los culpes, porque nadie puede enseñar lo que no sabe, perdónalos y te liberarás de esas cadenas.
Perdona a todos y perdónate a ti mismo, no hay liberación más grande que el perdón; no hay nada como vivir sin enemigos.
En la tranquilidad hay salud, como plenitud, dentro de uno. Perdónate, acéptate, reconócete y ámate. Recuerda que tienes que vivir contigo mismo por la eternidad.
Sana tu pasado: Un perdón generoso borra las culpas y el rencor, y te saca de una prisión emocional. Elige estar sereno, descarga el peso del ayer, cicatriza viejas heridas y reconcíliate.
La ira engendra más ira, y el perdón y el amor conducen a más perdón y amor.
Si tu pasado fuera tu pasado, si su dolor fuera tu dolor, si tu nivel de conciencia fuera tu nivel de conciencia, pensarías y actuarías exactamente como él o ella. Esta compresión trae consigo perdón, compasión y paz.
Seguir adelante, cambiar estereotipos, afrontar acontecimientos, cometer errores y aprender de ellos, transformar sus sentimientos negativos en perdón en definitiva, a madurar.
Rosarios y rosarios banales serán rezados en la época del arrepentimiento, el humano ser luego del castigo, se postrará. ¡Será inútil! La hora será de los justos y los justos orarán por el perdón. ¡Dios enviará el amor que Él será!.
Sólo alcanzan la plenitud de la vida quienes asimilan y practican el perdón. Al perdonar a la persona que se dañó, no le estoy haciendo un favor a ella, sino que me lo estoy haciendo a mí mismo, porque la paz me inunda.
Con la poderosa medicina del amor puedes curar viejas heridas, estar en paz, ser feliz y dar felicidad. Ánimo, elige trabajar en ti mismo en cuatro espacios: el amor, la aceptación, el perdón y el desapego.
En el atardecer de la vida seremos juzgados sobre el amor, y no uno de nosotros va a salir muy bien, y si no fuera por mi fe absoluta en el perdón amoroso de mi Señor no podía recurrir a él para venir.
El perdón es una decisión, no un sentimiento, porque cuando perdonamos no sentimos más la ofensa, no sentimos más rencor. Perdona, que perdonando tendrás en paz tu alma y la tendrá el que te ofendió.
Y mañana seguirán con fuego en los pies quemando olvido, silencio y perdón, van saltando todos los charcos del dolor que sangró, desparramando fe, las madres del amor.
El perdón es un regalo que se hace a los demás y a uno mismo con el fin de aliviar la carga de resentimiento o de la culpa: es un descanso merecido para el corazón.
Perdón Señor, no soy digno de ti. Lo que tengo te lo debo. Me enviaste a un pobre y me habló con la voz del corazón. Y lo escuche con oído de egoísmo.
Si lo comprendes todo, lo perdonas todo, y sólo existe el perdón cuando te das cuenta de que, en realidad, no tienes absolutamente nada que perdonar.
Date el tiempo para realizar el proceso del perdón. En cada etapa puede pasar un día o un año. Lo importante es que tu deseo de lograrlo sea sincero.
Escribe en arena si alguien te lastima para que los vientos del perdón lo borren y en piedra cuando te amen para que los vientos no lo puedan borrar.
El mandamiento de perdonar y pedir perdón tendrá validez hasta que todo lo que no corresponde a las leyes eternas haya sido expiado y purificado.
El Vaticano pidiendo perdón por los crímenes más atroces que la Iglesia católica y protestante han cometido en su ya larga y tenebrosa historia.
Perdóname, Diógenes, por imitar a Heracles, emular a Perseo y seguir los pasos de Dionisio, el autor y progenitor de mi familia.
Desamor desencuentro, perdón y olvido cuerpo con mineral, pueblos trabajadores infancias pobres, cinco siglos igual.
¿Sabía usted? Que a las victimas de los HOAX del Vaticano Jesús diria:, Perdónalos porque no saben lo que hacen.
El verdadero amante ansía la tribulación como el rebelde anhela el perdón y el pecador la misericordia.
Tolerancia, camino a la mediocridad - Perdón, camino a la hermandad - Sinceridad, camino a la amistad.
Tened cuidado con el hombre que pide un perdón: puede caer fácilmente en la tentación de merecer dos.
El corazón de una madre es un profundo abismo en el fondo del cual siempre encontrarás el perdón.
El corazón de una madre es un abismo profundo en cuyo fondo siempre encontrarás el perdón.
El corazón de una madre es un abismo profundo en cuyo fondo siempre encontrarás perdón.
Yo no hablo de venganzas ni perdones; el olvido es la única venganza y el único perdón.
El perdón conduce a la conciencia de uno mismo, y restablece la integridad personal.
Perdón es una palabra que no es nada, pero que lleva dentro semillas de milagros.
Perdona y perdónate… Es la única forma de viajar ligero en esta hermosa vida.
El paso más difícil hacia la paz es el primero, y ese es el perdón.
El perdón no es un acto ocasional, es una actitud constante.
¡Contra la injusticia y la impunidad! Ni perdón ni olvido.
Perdónales, Padre, porque no saben lo que hacen.
A falta de perdón, deja venir el olvido.
Si ofendes a alguien, pídele perdón.