Los ecos de la dulce voz de Dios conmueven al alma hasta el éxtasis espiritual.
La fuerza espiritual de nuestra alma nos impulsa del mundo físico al más allá.
La vida ética y la meditación son el alfabeto de Amor, en el libro de la vida.
En la meditación apagamos el canal del mundo y encendemos el canal del Amor.
Si retiramos los sentidos a un punto dentro de nosotros, conocido como el asiento del alma o conciencia, situado entre y detrás de las dos cejas, nuestra atención se enfocará allí. Ahí podremos ver la luz y escuchar el sonido interior.
En la meditación demostramos que en nuestro interior hay luz y sonido, mayor conciencia y sabiduría. No convencemos a otros de esta realidad; la verdadera prueba está en experimentar y probar por nosotros mismos.
El propósito es elevarnos por encima de nuestro pequeño ser. Que nuestro amor se expanda hasta abarcar toda la existencia y finalmente llegar a Dios.
1946 Convoco la Primera Conferencia Internacional sobre la Integracion Humana. Viaja por el Mundo enseñando a las gentes como lograr la paz interior.
La mediación es un proceso espiritual por medio del cual retiramos nuestra atención del mundo externo, y la concentramos en el asiento del alma.
Si podemos cultivar la no violencia en nuestra vida diaria, llegaremos a ser un refugio de paz y tranquilidad para quienes nos rodean.
La meditación nos eleva por encima de las nubes tormentosas de la vida, hacia los cielos radiantes de la luz interna.
Andamos buscando el amor por todo el mundo sin saber que este yace escondido precisamente dentro de nosotros.
Niños, escuchen: Siéntense y permanezcan quietos. Estas cuatro palabras son la clave de la meditación.
Al tiempo que los lazos de seda del amor por Dios se estrechan, las cadenas del mundo aflojan.
Los seres humanos no fueron hechos para el tiempo; el tiempo fue hecho para los seres humanos.
Dentro de nosotros hay riquezas mucho más grandes que las que se pueden acumular en la tierra.
No podemos iluminar a los demás con palabras, pero podemos inspirarlos con nuestro brillo.
En vez de compartir con los demás un pedazo de tu mente, compárteles la paz de tu alma.
La meditación abre nuestra visión para ver la unidad en el tejido diverso de la vida.
En este mundo, la enfermedad y el dolor son inevitables; el sufrimiento es opcional.
Cuando cruzamos el umbral del más allá, lo que era material; se vuelve inmaterial.
Deja de analizar. Deja de evaluar. Deja de quejarte. Siéntate y permanece quieto.
El mundo está espiritualmente iluminado con la trémula luz de millones de almas.
La vida ética y la meditación son el alfabeto de Dios, en el libro de la vida.
En la meditación apagamos el canal del mundo y encendemos el canal de Dios.
La miel del amor divino, neutraliza la amargura de la existencia física.
El alma escucha el llamado de Dios mediante el instrumento del anhelo.
¿De qué le sirve al Amado visitar nuestra casa si no estamos en ella?.
La Luz de la vida está dentro de ustedes; es sin igual e inmaculada.
El paso más difícil hacia la paz es el primero, y ese es el perdón.