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Citas Daya Mata


En todo corazón humano existe un vacío que solo Dios como amigo intimo y querido puede llenar. Así pues, haz que la prioridad de tu vida sea encontrar a Dios.

Si sentimos un gran resentimiento hacia un cierto grupo de personas, es un hecho que estamos sembrando las semillas de la enemistad que algún día habremos de cosechar.

Cuando invocamos a Dios desde la profunda quietud del corazón con el anhelo puro y sincero de conocerle, de sentir todo su amor, obtenemos infaliblemente su respuesta.

Todo en el mundo finito es el resultado del pensamiento. Es la fuerza mas poderosa del universo, y puede ejercer influencia en las vidas, comunidades y las naciones.

¿Por que los seres humanos se hallan atormentados por esta clase de experiencias? Por una razón: han olvidado a Dios, han olvidado a Aquel que nos ha creado a todos.

La verdadera espiritualidad comienza cuando incluimos a los demás en nuestro propio deseo de bienestar, cuando expandimos nuestros pensamientos mas allá del yo, mi y mío.

Cuando acudimos directamente al Manantial de donde proceden todos los amores, bebemos de una fuente que nos satisface mas allá de todo lo que pudiéramos imaginar.

La dulce presencia del Amado Divino se convierte así en la Realidad suprema, que transforma nuestra vida y colma el alma de satisfacción.

Cuando invocamos a Dios desde la profunda quietud del corazón —con el anhelo puro y sincero de conocerle, de sentir su amor—, obtenemos infaliblemente su respuesta.

Ese estado de paz no se puede alcanzar solo por medio del pensamiento o la imaginación, pues se encuentra mas allá de la mente consciente y de los procesos de pensamiento.

Se sienten tan hastiadas de todo que nada las satisface: demasiado estimuladas externamente, pero famélicas y vacías en su interior, necesitan beber o tomar drogas para evadirse.

Tememos reconocer ante Dios todo aquello que causa una profunda preocupación en nuestra alma, en nuestro corazón y en nuestra conciencia.

Dios es el origen de nuestro ser, el origen de toda vida. Y hemos sido creados a su imagen. Al encontrarle, percibiremos esta verdad.

Nuestra relación con Dios se vuelve muy dulce y sencilla cuando procuramos recordar lo cerca que el esta de nosotros en todo momento.

El secreto para que todas las circunstancias exteriores de tu vida se llenen de armonía consiste en establecer primeramente la armonía con tu alma y con Dios.

Nuestra esfera terrena, que hace algunos siglos parecía tan enorme, hablando comparativamente se ha reducido al tamaño de una naranja.

El hombre fue dotado de una mente y de un cuerpo con cinco sentidos, a través de los cuales percibe este mundo finito y se identifica con el.

Si hemos conseguido establecer en nuestro interior una dulce y tierna relación con Dios, jamás nos sentiremos solos ni abandonados.

Dios es nuestro Partidario Eterno, y cuando nos volvemos hacia el, anclamos nuestra vida en un amor que perdurara eternamente.

Descubrieron que, mediante ciertas técnicas científicas, es posible aquietar la mente de tal modo que no subsista la mas mínima ondulación de pensamientos agitados que la perturben o distraigan.

Tanto aquí como en el extranjero, la gente se acerca y me dice: ¿Como le es posible permanecer sentada e inmóvil en meditación durante tantas horas? ¿Que es lo que hace durante esos periodos de quietud?

Si tratamos de obtener manifestaciones milagrosas o resultados extraordinarios en nuestra búsqueda de Dios, es muy probable que pasemos por alto las diversas maneras en que continuamente el se acerca a nosotros.

Cada vez que se esfuerza por hallar la felicidad duradera por medio de las percepciones sensoriales, sus esperanzas, su entusiasmo y sus deseos se estrellan contra las rocas de una profunda frustración y desencanto.

Para mi, conversar con Dios, hablándole como a un amigo intimo y querido, constituye una forma de oración mas natural, personal y eficaz.

El devoto debe olvidar su pequeño ego si aspira a recordar que esta hecho a la divina imagen de Dios, que es inmortal y siempre consciente.

No concibas a Dios como una mera palabra, ni como un extraño, ni como alguien que mora en las alturas a la espera de juzgarte y castigarte.

Se me parte el corazón cuando veo a personas cuyas mentes están atribuladas por multitud de problemas —frustraciones, desdichas, decepciones—.

La paz y la armonía que todo el mundo busca con tanto apremio no puede obtenerse de las cosas materiales ni de ninguna experiencia externa.

Las personas que nunca meditan no pueden llegar a experimentar la enorme paz que inunda la conciencia cuando esta se recoge profundamente en el interior.

La meditación nos ayuda a vincular nuestra vida externa con los valores interiores del alma como ninguna otra cosa en el mundo puede hacerlo.

Si vemos a nuestro alrededor con los ojos de la sabiduría, descubriremos que es obvio que las condiciones mundiales obligaran a la humanidad a desarrollar una relación mas intima con Dios.

Por medio de la meditación llegamos a olvidarnos de nosotros y pensamos mas bien en nuestra relación con Dios y en como servirle en los demás.

Pero a estas interminablemente variadas floraciones de la individualidad humana las une un principio básico como si fuese una guirnalda: Dios.

Existen varios puntos básicos que nos permiten desarrollar una actividad muy intensa sin perder, no obstante, nuestra paz o equilibrio interior.

El éxito de una persona no puede medirse por lo que posee, sino únicamente por lo que ella es y por lo que es capaz de dar de si misma a los demás.

Debemos disfrutar de la vida con la conciencia de que estamos compartiendo nuestras experiencias con Aquel que posee bondad, comprensión y amor supremos.

Solo cuando elevamos la conciencia hasta los centros superiores de percepción nos es posible comprobar que estamos hechos a imagen de Dios.

Si abrigamos muchos prejuicios, en esa misma forma cosecharemos prejuicios.

Todo el universo material es esencialmente efímero y se encuentra en constante cambio.

Siempre que experimentes alguna agradable bendición, di interiormente: Gracias, Dios.

Las escrituras sagradas de todo el mundo afirman que estamos hechos a imagen de Dios.

Lo que conmueve el corazón de Dios no son necesariamente las oraciones prolongadas.

En mi relación con Dios, prefiero pensar en la Divinidad bajo el aspecto de Madre.

El alma experimenta una maravillosa liberación cuando puedes desahogarte con Dios.

Sea cual sea el aspecto en que concibas a la Divinidad, Dios es aquello para ti.

Cuando algo bueno o hermoso engalane tu existencia, considera que viene de Dios.

La idea de dar gracias a Dios incluso en medio de las desgracias es muy hermosa.

La gratitud es la cualidad que nos acerca a la fuente esencial de todo amor.

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