La iluminación espiritual

Frases Miguel Ruiz

Citas Miguel Ruiz


Hay una vieja expresión que dice: A la miseria le gusta estar acompañada, y la gente que sufre en el infierno no quiere estar sola.

Por este motivo es tan importante que seamos impecables con nuestras palabras y que nos convirtamos en guerreros espirituales.

En esos acuerdos dices: Esto es lo que soy.

Tendemos a hacer suposiciones sobre todo.

La oración hecha con fe multiplica tu intento en lo que quieres.

La importancia personal, o el tomarse las cosas personalmente, es la expresión máxima del egoísmo, porque consideramos que todo gira a nuestro alrededor.

La oración y el canto detienen el dialogo interior.

Seguimos buscando y buscando cuando ya todo esta en nosotros.

La única razón por la que eres feliz es porque eliges serlo.

Si observamos la sociedad humana, comprobamos que es un lugar en el que resulta muy difícil vivir, porque esta gobernado por el miedo.

Hasta que no seas consciente de que tu mente esta llena de heridas y de veneno emocional, no limpiaras ni curaras las heridas y continuaras sufriendo.

Te mienten porque tienen miedo.

Tu no escogiste tu lengua, ni tu religión ni tus valores morales: ya estaban ahí antes de que nacieras.

Esto es lo que yo quiero, y esto es lo que tu quieres.

Intentamos ocultarnos y fingimos ser lo que no somos.

Aunque el final del mundo sea mañana, hoy plantare manzanos en mi huerto.

Puedes buscar una manera de sanar y transformar tu sueño personal.

También juzgamos a los demás según nuestra propia imagen de la perfección, y naturalmente no alcanzan nuestras expectativas.

Si permitimos que las emociones consuman nuestra energía, no nos quedara ninguna para cambiar nuestra vida o para dársela a los demás.

Pero son como una espada de doble filo: pueden crear el sueño mas bello o destruir todo lo que te rodea.

Somos imágenes de luz.

Haz solo una oración al día para que te de tiempo a reflexionar adecuadamente sobre cada pasaje y a ponerlo en practica. Si haces mas de una al día, no serán tan potentes.

Todos somos iguales.

Solo tu eres responsable de tu propia felicidad.

La felicidad, igual que el sufrimiento, es una elección.

No hay ninguna razón para sufrir.

Has establecido millares de acuerdos contigo mismo, con otras personas, con el sueño que es tu vida, con Dios, con la sociedad, con tus padres, con tu pareja, con tus hijos; pero los acuerdos mas importantes son los que has hecho contigo mismo.

La oración crea un puente desde tu yo verdadero al espíritu divino.

Cuando oras o cantas o tocas tambores o bailas, estas acumulando poder y fe.

Este virus es lo que los toltecas denominaron mitote, el caos de miles de voces distintas que intentan hablar al mismo tiempo en la mente.

Si eres consciente, puedes rebelarte y decir: Ya basta.

Vivir en el amor es estar vivo de nuevo.

El problema es que, al hacerlo, creemos que lo que suponemos es cierto.

Solamente la verdad puede liberar la fe que esta atrapada en la estructura de nuestras mentiras.

Si todos los seres humanos fuésemos capaces de comunicarnos de esta manera, con la impecabilidad de nuestras palabras, no habría guerras, ni violencia ni disputas.

Si te perdonas a ti mismo, empiezas a aceptarte, y entonces, el amor por ti crece. Ese es el perdón supremo: perdonarte a ti mismo.

Las palabras son la herramienta mas poderosa que tienes como ser humano, el instrumento de la magia.

El primer paso es siempre la conciencia, porque hasta que no seas consciente no podrás hacer ningún cambio.

Si te preguntas por que en ocasiones te sientes desdichado, es porque te estas contando una historia que no es verdad, pero tu te la crees.

En esos acuerdos te has dicho quien eres, que sientes, que crees y como debes comportarte.

Somos Dios.

Si crees en lo que quieres conseguir con una oración, multiplicas tu intento.

Haz lo máximo que puedas, y tal vez aprenderás que independientemente del tiempo que medites, puedes vivir, amar y ser feliz.

Es posible amar todo el tiempo si uno elige hacerlo.

Tienes que confiar en ti y decidir si crees o no lo que alguien te dice.

La mejor manera de decir: Gracias, Dios, es dejar ir el pasado y vivir el momento presente, aquí y ahora.

El primer paso hacia la libertad personal consiste en ser conscientes de que no somos libres.

Dedica unos momentos a aquietar la mente escuchando el silencio que reina en lo mas profundo de ti. Cuando la mente se aquieta, te ves a ti y a los demás como puro amor.

[1/3]