Caridad y pobreza por las religiones
La caridad de las religiones alivia a los pobres pero el alivio no es caridad, no es amor. Para un mundo sin pobreza la codicia tiene que desaparecer.
OSHO
REFLEXIONES SOBRE LA CARIDAD
Caridad es cuando das desde tu riqueza, cuando das desde tu abundancia
Caridad no significa que des y te sientas muy bien por haber dado... eso no es caridad. Caridad es cuando das y te sientes agradecido porque el otro haya tomado; es cuando das sin la idea de que el otro tenga que estar en deuda contigo en ningún sentido; cuando das porque tienes demasiado, ¿qué otra cosa puedes hacer? No se trata de que los otros necesiten. Caridad es cuando das desde tu riqueza, cuando das desde tu abundancia. No se trata de que el otro tenga necesidad y tú le estés ayudando; el otro no tiene nada que ver. Das porque tienes, ¿qué otra cosa puedes hacer? El capullo florece y la fragancia de la flor se expande por el aire, ¿qué otra cosa puede hacer la flor? La lámpara se enciende y comparte su luz, expande su luz. La nube está llena de agua y se convierte en lluvia, ¿qué otra cosa puede hacer?.
Solo cuando das desde tu abundancia se puede llamar caridad. Y entonces no te preocupas de quién es digno de recibir, esa no es la cuestión en absoluto.
LA CARIDAD RELIGIOSA
Caridad es la gran estafa de las religiones
La pobreza es causada por el ser humano. Está en nuestras manos destruir la pobreza. Pero todas las religiones han insistido en aliviar a los pobres. El alivio de los pobres no es caridad, no es amor.
¿Por qué, en primer lugar, existe la pobreza? Existe porque hay personas que son demasiado codiciosas. La pobreza es un sub-producto de la codicia. Una parte de la sociedad sigue acumulando. Naturalmente, la otra parte de la sociedad se vuelve pobre. El ser humano ha vivido durante siglos bajo esta explotación. Esta explotación puede ser completamente destruida.
Lo que la sociedad produce pertenece a todos. Lo más sorprendente es que los pobres son las personas que producen, y los ricos son las personas que no producen. Los que producen tienen hambre, padecen de hambre y mueren. Darles alivio únicamente es una idea muy astuta: protege la explotación, protege a los capitalistas, protege a los que son los delincuentes. Protege también a los pobres para que sigan produciendo y sigan satisfaciendo las ambiciones patológicas de gente que está enferma.
LA CARIDAD FALSA
Si la caridad no ayuda a los pobres, entonces ¿quién se beneficia?
El simple hecho de seguir dando un poco de alivio a los pobres los mantiene vivos a nivel de supervivencia. No diría que eso es caridad. Se trata, en realidad de mantenerlos vivos para que puedan seguir produciendo para aquellos que son ricos y quieren ser más ricos. Estoy totalmente de acuerdo con Karl Marx en el punto de que la religión ha sido el opio de los pobres. Los ha drogado con la esperanza de una vida mejor en el futuro después de la muerte, si continúan contentos con su pobreza ahora.
Naturalmente, los ricos, los sacerdotes, los misioneros han hecho grandes iglesias y templos para Dios porque han visto el punto, que si la religión gobierna las mentes de las personas, no hay posibilidad de una revolución. Lo que hasta ahora te han dicho de la caridad es simplemente el suicidio de todos los que son pobres y sufren. La caridad ha estado al servicio de los ricos; no está al servicio de los pobres.
LA CARIDAD DE LOS RICOS
¿Qué obtienen los ricos de ella? ¿Es la caridad simplemente un camino más corto al cielo?
Cada vez que tienes dinero te sientes culpable. Es natural, porque muchas personas no tienen dinero, ¿cómo puedes evitar la culpa? Siempre que tienes dinero, sabes que alguien se ha vuelto más pobre gracias a ti. Siempre que tienes dinero, sabes que alguien se morirá de hambre y tu saldo bancario se volverá cada vez más grande. Algunos niños no recibirán el medicamento necesario para sobrevivir, algunas mujeres no recibirán el medicamento; algún pobre morirá porque no tendrá comida. ¿Cómo puedes evitar estas cosas? Estarán ahí. Mientras más dinero tengas, más cosas estarán en erupción en tu conciencia; te sentirás culpable.
La caridad existe para liberarte de tu culpa. Entonces dices: Estoy haciendo algo; voy a abrir un hospital, voy a abrir un colegio. Daré dinero a este fondo de caridad, a ese fideicomiso... Te sientes un poco más feliz. El mundo ha vivido en la pobreza, el mundo ha vivido en la escasez. El noventa y nueve por ciento de las personas ha vivido una vida pobre, padeciendo hambre y muriendo, y solo el uno por ciento de las personas ha vivido con riqueza, con dinero. Siempre se han sentido culpables. Para ayudarlos, las religiones desarrollaron la idea de la caridad; para librarlos de su culpa.
Entonces, lo primero que me gustaría decir es: la caridad no es una virtud, es solo una ayuda para mantener intacta tu cordura; de lo contrario te volverás loco. La caridad no es una virtud; No es un punya (acciones que dan resultados positivos). No es que hayas hecho algo bueno cuando haces caridad, es solo que te arrepientes de todo lo malo que has hecho al acumular dinero. Para mí, la caridad no es una gran cualidad, es arrepentimiento, te estás arrepintiendo. De cien rupias que has ganado diez rupias das en caridad; esto es arrepentimiento. Te sientes un poco bien, no te sientes tan mal; tu ego se siente un poco más protegido. Puedes decirle a Dios: No solo estaba explotando, sino que también ayudaba a la gente pobre. Pero, ¿qué tipo de ayuda es esta? Por un lado, arrebatas cien rupias, y por otro lado das diez rupias, ni siquiera el interés.
Este truco fue inventado por las llamadas personas religiosas, para ayudar no a los pobres sino a los ricos. Que quede absolutamente claro, esta es mi actitud: ha sido un truco para ayudar a los ricos, no a los pobres. Si se ha ayudado a los pobres, ha sido solo como consecuencia, como un subproducto, pero ese no era el objetivo.
LA CARIDAD Y SU SOLUCIÓN
¿Es posible que la caridad sea una confabulación entre los ricos y las religiones?
Todas las personas más ricas del mundo tienen sus propios fideicomisos y fundaciones para la caridad. Por otro lado, siguen explotando a las personas. De lo contrario, ¿de dónde viene su súper riqueza...? La caridad es un juego extraño: primero paralizas a las personas y luego las ayudas. Primero destruyes su medio ambiente, su ecología, y luego, de las mismas personas que han estado destruyendo la ecología de la tierra, viene el dinero para la caridad...
Entonces, ¿qué hay que hacer?
Entonces ¿qué hay que hacer? me preguntas. Mi sugerencia es: no pienses que puedes evitar la Tercera Guerra Mundial, no pienses que puedes cambiar la pobreza. Sólo puedes cambiarte a ti mismo. Deja tu codicia, deja tu futuro, deja tu mente; vuélvete más amoroso, vuélvete más cariñoso y vive en el corazón. Y si muchas personas comienzan a vivir de esta manera, esa es la única forma de cambiar el mundo. El mundo no puede ser cambiado directamente porque en el mundo no hay alma. El alma existe en el individuo; solo los individuos pueden ser cambiados.
Si sigues siendo un acaparador – un codicioso, un violento, un reprimido - esta sociedad continuará. Puedes darle dinero al mendigo y él seguirá siendo un mendigo, porque el dinero nunca cambia nada...
Da lo que puedas dar, comparte lo que puedas compartir, pero comparte solo por amor. No pienses en términos de política, en cambiar el mundo, de lo contrario te sentirás frustrado. Olvídate de eso. Haz lo que tengas ganas de hacer. Si conoces a un mendigo y tienes un sentimiento que surge en ti, haz algo, lo que quieras. No digo que no hagas nada; Simplemente digo que no creas que estás cambiando el mundo. Nada está siendo cambiado.
¿Entonces la solución a largo plazo depende solo de nuestra conciencia?
Si precisas un mundo sin pobreza, la codicia tiene que desaparecer. La caridad no va a ayudar; no ha ayudado. La codicia tiene que desaparecer, el acaparamiento tiene que desaparecer. Eso es lo que estoy tratando de enseñarte. Si amas la vida, nunca te conviertas en un acaparador. La vida es tan hermosa, ¿a quién le importa el mañana? Es por eso que sigo repitiendo una y otra vez: vive el momento, entonces no habrá mendigos.