Riquezas para acabar el hambre - Religión

Cómo llegó el Vaticano a su patrimonio. Dinero sangriento por la Inquisición y caza de brujas. Lo más infames del Vaticano para su dinero sangriento.

JBN LIE

El Vaticano atesoró oro del mundo

Según Wikipedia Reservas oficiales de oro. Con 10.000 toneladas de oro el Vaticano tendría entonces hoy el tesoro más grande del mundo (más de 35 veces más que España), el que de acuerdo con la cotización del oro del 8.6.2012 tendría un valor de 410 mil millones de euros. Esta es la cantidad de oro que según Oggi habría tenido el Vaticano en el año 1952, una contraposición a Jesús de Nazaret como no podría ser más grande, puesto que él enseñó: No debéis acumular tesoros en la tierra. ¿Cuán grande puede ser el tesoro del Vaticano hoy en día? Y otra pregunta más:

¿Cómo llegó el Vaticano a este enorme patrimonio en oro?
Dinero sangriento por la Inquisición y la caza de brujas.
Lo más infames del Vaticano para amontonar dinero sangriento
y riquezas fue el robo con asesinato de personas de otras creencias.

  • La Inquisición fue el ejercer justicia en base a robo y linchamiento en nombre de la fe correcta. Los dignatarios eclesiásticos se hicieron una y otra vez de dinero sangriento, de forma tan excesiva, que un refrán decía: el medio más rápido y fácil para hacerse rico, es la caza de brujas.
  • La base para la tortura y el asesinato de miles de mujeres en Europa, fue la aprobación en 1487, del Malleus maleficarum, o Martillo de brujas, por parte del papa.
  • La verdadera cara de la Inquisición lo muestran las ordenanzas del papa Inocencio III. El decretó confiscar los bienes de un hereje, enajenarlos y desheredar a los hijos de los herejes.
  • Para que el dinero ensangrentado fluyera más rápido y para obtener confesiones incriminatorias, las víctimas fueron torturadas brutalmente.
  • Con este dinero ensangrentado, el papa Juan XXII en el año 1317 pudo comprar por ejemplo seis nuevos obispados.
  • Ya en el año 380 se amenazaba a los de otras creencias (herejes) con la expulsión, destierro y confiscación de sus bienes.
  • A los que profesaban otra creencia se les negó el derecho a hacerse llamar cristianos, hacer testamentos o heredar, y se tenía preparada la pena de muerte para todos los renegados.
  • El papa Alejandro III ordenó en el concilio de Tours en 1136, a los príncipes y gobernantes, encarcelar a los que tenían otra creencia y confiscarles sus bienes.
  • Apenas era citado y arrestado un sospechoso de herejía, le fueron incautados sus bienes – antes de que se llegase a un proceso. También en esto puede reconocerse la esencia de la Inquisición.

Los bienes de los asesinados fueron incautados.

Hoy se diría: Robo con asesinato.

  • Si alguien era acusado por las autoridades de la Inquisición y se le detenía, entonces se presentaban de inmediato los funcionarios en su casa y todos sus bienes se inventariaban. A su familia se la echaba a la calle – independiente de cómo resultase el final del proceso – y eventualmente sus miembros se morían de hambre. Era muy peligroso apoyar a estos expulsados, ya que con esto se podía caer en las redes de la Inquisición.
  • Cada vez, la Iglesia de Alemania recibía un 1/3 del dinero robado, o de las tierras o de las casas, etc. de los asesinados. En otros casos, la mitad. Muchas veces las autoridades locales recibían un tercio, un tercio las autoridades de la Inquisición (para mantenerla funcionando) y un tercio el obispo.
  • Todos los bienes robados a los disidentes (herejes) asesinados, iba a parar al Vaticano.
  • En el siglo XIV, y en otras zonas italianas, el Vaticano también se embolsó el 100 % de los bienes robados.
  • Con frecuencia la Iglesia y el Estado se disputaban durante decenios el botín producto de los robos./li>
  • SSi los participantes de la Inquisición no hubieran obtenido tantos beneficios de los robos con asesinato de los no creyentes, la Inquisición se hubiera diluido como el agua en la arena, porque muchas personas, también los pertenecientes a la nobleza, sentían en su interior que el papa había ordenado algo diabólico.

El papa ordenó que se instituyera la Inquisición

Autorizó determinados métodos de tortura (el martillo de brujas).

  • Naturalmente se asesinaba preferentemente a personas de otras creencias (herejes) que poseían dinero y fortuna. En España a ricos conversos, o sea, judíos cristianizados. A veces, y mediante el pago de cifras astronómicas, se podían liberar por algún tiempo. Cuando estos conversos ricos ya se habían extinguido, porque durante siglos se les había cazado, ya no fue posible detener el derrumbe de los robos con asesinato puestos en escena por la Iglesia. 28) pág. 158
  • Especialmente perverso: También los muertos podían ser acusados de herejía. Con esto los bienes del fallecido podían ser incautados a los herederos, de forma posterior.
  • Así se podía arruinar a personas no gratas, a través de sus padres fallecidos. Solo después de 100 años la Iglesia católica reconoció la caducidad de los hechos.
  • De esta manera se enviaba a familias completas a una miseria indescriptible, robándoselo todo.
  • Con los vivos no existía la caducidad de los hechos. Así, una expresión crítica de un joven podía llevarlo a la hoguera siendo ya un anciano, según lo rico que fuera.

El monje católico puede estar satisfecho. Tan pronto como fueron quemados los últimos cátaros, los bienes les fueron incautados. Algo especialmente perverso y cruel: Cada acción de las brutales torturas, y también la alimentación de los torturadores, las debían pagar las víctimas o sus parientes. Había una lista de precios para cada tortura.

Aquí un ejemplo de la ciudad alemana de Darmstadt:

  • 15 coronas por descuartizar a un vivo.
  • 30 coronas por preparar la hoguera, echar cenizas al agua.
  • 14 coronas por quemar viva a una bruja.
  • 10 coronas por degollar a una persona con la espada.
  • 18 coronas por colgar a una persona.
  • 05 coronas por estirar violentamente un cuerpo.
  • 05 coronas por cortar nariz y orejas.
  • 08 coronas por poner a alguien en el potro.
  • 01 coronas por un golpe con varilla.
  • 30 coronas por cordeles para tensar sobre el potro.
  • 30 coronas por izar y colgar pesas y torniquetes a las piernas.
  • 01 coronas por expulsar del pueblo.

El dinero y los bienes robados con asesinatos, especialmente a mujeres, le llegaba directamente o indirectamente a la Iglesia. Los recursos de los robos con muerte de brujas, se usaron, por ejemplo en Alemania, en la construcción del palacio de los arzobispos de Mainz (Maguncia) o para las iglesias en Goßmannsdorf y Gerbrunn. 13) pag. 136

También el palacio de Johannisburg, en la ciudad de Aschaffenburg, fue construido con dinero sangriento.

No hay que olvidar: Este dinero ensangrentado, apropiado mediante robos con asesinato, es aún hoy en día parte de la fortuna de la Iglesia – que se ha visto incrementada en miles de millones a raíz de los intereses, más los intereses sobre los intereses ganados hasta ahora.

El catolicismo, difundido especialmente en América y Europa, representa una tendencia de fe muy abstrusa. A los asesinos en serie, que han enviado a cientos de mujeres, hombres, ancianos y niños a una brutal muerte, se les hacen estatuas y más estatuas (En la imagen dos quemadores de brujas de Würzburg: Julius Echter y Johann Gottfried von Aschhausen), y se nombran fuentes y calles en su memoria, pero para las víctimas no se encuentra ni siquiera una placa conmemorativa. En la manera de pensar posiblemente no ha de haber cambiado mucho.