Religiones para los hombres ciegos y egoístas
Las Religiones para los hombres ciegos con Ego, es la sin salida eterna y redundante del ser, creada por la tradición de los Egos de los mismos hombres.
OSHO
RELIGIONES PARA CIEGOS
Los hombres con su Ego ha creado religiones con sus ojos ciegos
El hombre ciego a creado, no una, sino muchas religiones, porque los ojos ciegos no pueden ver lo uno, los ojos ciegos solo creen en lo mucho. Por eso hay tantas religiones, alrededor de trescientas religiones en esta pequeña Tierra, y cada religión está proclamando que: Mi verdad es la única verdad, que: Mi Dios es el único Dios, que: Todos los demás Dioses son falsos, que: Todas las demás verdades son patrañas, que: Todos los demás caminos solo llevan a desiertos; solo mi camino es el camino al paraíso.
Trescientas religiones luchando continuamente entre ellas.
Ninguna de ellas es consciente, ninguna de ellas ha visto, ninguna de ellas ha mirado cara a cara a la realidad; simplemente han creído. Estas religiones no son religiones, sino tradiciones; simplemente han oído. Han oído a lo largo de los siglos y lo han creído, porque creer es barato, explorar es arriesgado; repetir como un loro es cómodo, adentrarse en la aventura del descubrimiento es arriesgar tu vida. Es peligroso. La exploración es peligrosa; la creencia... es conveniente, consoladora; no necesitas ir a ninguna parte. Se te da preparada, pero es de segunda mano.
Miserable es el hombre que vive con un Dios de segunda mano porque Dios solo puede ser de primera mano.
La experiencia tiene que ser auténticamente tuya. La experiencia de cualquier otra persona no puede convertirse en la base de una vida verdadera. Puede que Buda haya visto, pero hacerse budista no va a ayudar. Buda no era budista, ciertamente no. Puede que Jesús haya mirado, encontrado, realizado; pero hacerse cristiano es una completa estupidez. A menos que te vuelvas un Cristo nunca conocerás a Dios.
EL EGO RELIGIOSO
Tu ego es mejor que el ego de un santo
Intenta entender el ego. Analízalo, disecciónalo, míralo, obsérvalo, desde todos los ángulos posibles. Y no tengas prisa por sacrificarlo, de otra manera nace el mayor egoísmo: El de la persona que piensa que es humilde, la persona que piensa que no tiene ego.
Esa es otra vez la misma historia jugada en un nivel más sutil. Eso es lo que la gente religiosa ha estado haciendo a lo largo de los siglos: piadosos egoístas ellos han sido. Han hecho su ego incluso más decorado; ha tomado el color de la religión y santidad. Tu ego es mejor que el ego de un santo; tu ego es mejor, mucho mejor, porque tu ego es muy rústico, y un ego rústico puede ser entendido y abandonado más fácilmente que el sutil. El ego sutil va jugando tales juegos que es muy difícil. Uno necesitará absoluta conciencia para mirarlo.
El ego de un pecador es más fácil de abandonar que el ego del santo.
Y el santo puede siempre pretender manejarlo. Y su ego está tan pulido, tan decorado, tan santo, tan santificado por la tradición, por lo convencional, por las masas, por la programación religiosa que él casi puede olvidarlo.
EL EGO NO QUIERE SER INTEGRO
Así que no te estoy enseñando a ser bueno, No te estoy enseñando a ser malo; Te estoy enseñando solamente a ser íntegro. Ser íntegro es estar saludable, y estar saludable es ser santo.
Pero el ego no quiere ser íntegro, porque cuando tú eres íntegro, el ego no puede existir. El ego existe solo en la división. Cuando estás peleando contigo mismo, el ego existe.
El ego siempre existe a través del conflicto; el conflicto es su comida, su nutrición. Así que si tú eres íntegro, el ego no puede existir. Puedes mirarlo. Puedes ir y mirar a los criminales: ellos tienen su ego; puedes ir y mirar a tus santos: ellos tienen su ego; el ego del bueno y el ego del malo. Pero si tú puedes encontrar un hombre que no tenga ego, él no será ni un pecador ni un santo, será muy simple. Él no reclamará ninguna cosa buena o mala; no reclamará nada.
El ego es creado por la grieta. Cuando estás peleando, el ego entra; cuando no estás peleando, el ego no puede entrar. El ego es tensión. Si quieres el ego, entonces divídete a ti mismo tanto como sea posible; conviértete en dos personas. Eso es lo que le está pasando a mucha gente, eso es lo que le ha pasado a toda la humanidad. Todos se han convertido en dos personas: una voz dice 'has esto', la otra voz dice 'No hagas eso'; después surge el ego. De la fricción surge el ego, y el ego es muy intoxicante; te hace inconsciente. Este es todo el mecanismo.
RELIGIÓN Y EGO
Encuentra no tu propio ego, sino tu propio ser
Y hay una gran diferencia entre los dos – no solo diferentes, pero son absolutamente contrarios el uno al otro. El ego es la falsa idea en ti, creada por la sociedad: eres judío, eres mahometano, eres nazi, eres comunista, perteneces a esta familia, este es tu libro sagrado, este es tu nombre, tienes que permanecer apegado a tu tradición, convención.
Todas estas cosas contribuyen a tu ego. A partir de una combinación de todos estos se crea tu ego. Tu ser no te lo da la sociedad, la iglesia, la educación, la familia, nadie. Tu ser traes contigo cuando naces; es existencial.
Conocer el ‘sí mismo’ real es suficiente: el ego cae de plano al suelo sin ningún esfuerzo para renunciar. A menos que el ego se caiga por sus propios medios, sin tu esfuerzo, no te va a dejar. Si haces el esfuerzo para dejarlo y esto es lo que significa someterse... Todas las religiones enseñan a someterse, de ahí que diga que ellos no entienden ni siquiera lo más básico de la sicología. El ego no tiene que someterse, tiene que ser visto. Tiene que ser entendido una y otra vez.
En Oriente todas las religiones predican la ausencia del ego. O sea que en Oriente todos están contra el ego desde el principio. Debido a esta actitud en contra, el ego nunca se vuelve fuerte, nunca llega a un punto de integración desde donde se pueda arrojar. Nunca está maduro. O sea que en Oriente el ego es muy difícil de disolver, casi imposible.
En Occidente toda la tradición occidental de la religión y de la sicología propende, predica, persuade a la gente para tener egos fuertes porque a menos que tengas un ego fuerte, ¿cómo puedes sobrevivir? La vida es una lucha, si no tienes ego, te destruirán. Entonces, ¿quién va a resistir? ¿Quién va a luchar? ¿Quién va a competir? Y la vida es una competencia continua. La sicología occidental dice: alcanza el ego, sé fuerte en él.
El ego es un espejismo, solo parece ser. Y cuando estás dormido espiritualmente, es tremendamente fuerte, naturalmente, te crea problemas. Toda tu miseria es creada por él, tus tensiones, tus ansiedades. Tu ego trae todo el infierno a tu vida. Naturalmente quieres someterlo. Y hay sacerdotes religiosos, los maestros de todo el mundo diciéndote cómo someterlo.
Cualquiera que te diga cómo someter el ego es un idiota.
No sabe nada sobre la naturaleza del ego, pero se verá racional ante ti, será convincente. Será atractivo porque está expresando tu propio pensamiento en voz alta. Es tu portavoz, es lo que dice tu mente. Es más elocuente de lo que eres tú y te da todo tipo de argumentos y pruebas de apoyo y citas de las escrituras, y todos dicen: A no ser que dejes el ego no puedes alcanzar la autorrealización. Naturalmente, nadie se opone a esa gente.
Pero les digo que la realidad es exactamente lo contrario: no se trata de que sometes el ego y la autorrealización sucede, no. La autorrealización sucede primero y luego no puedes encontrar el ego. Ese es su sometimiento.
Si enseñas a un chico a ser religioso, tendrás que enseñarle toda clase de credos y dogmas. Pero si le enseñas meditación, no le estás adoctrinando.
Osho