Frases de Enemigo
Frases sobre «Enemigo»
Si piensas en enemigos, los crearas; si piensas en amigos, aparecerán. Si amas, el amor surgirá a tu alrededor; si odias, el odio aparecerá.
Los políticos deberían desterrar la palabra nunca porque las cosas cambian y la paz se hace con los enemigos y no con los amigos.
En nosotros mismos, fuerzas letales amamantamos; Hacemos de nuestros propios enemigos a nuestros huéspedes.
Sabía usted que la industria del entretenimiento en la actualidad es la herramienta primordial del enemigo para mantenerte instalado y cómodo dejando pasar tu tiempo valioso.
El amor tiene dos enemigos: La indiferencia y la desilusión.
Con amigos como tú, quien quiere enemigos.
Convence a tu enemigo de que ganara poco si te ataca, esto disminuirá su interés.
El aborto mata la paz del mundo y se convierte en el peor enemigo de la paz, porque si una madre es capaz de destruir a su propio hijo, ¿Que le impide matarte? Ya no queda ningún impedimento.
En realidad, no hay enemigos; todos somos almas en crecimiento, despertando.
Sabía usted que tristemente hay muchas personas que se encuentran dormidas espiritualmente y no saben incluso que el enemigo los ha rodeado y posicionado.
Cuando estáis combatiendo contra los enemigos, si tenéis la sensación de estar estancados y de no hacer ningún progreso, abandonad vuestro estado de animo y pensad en vuestro corazón que estáis empezando algo nuevo.
Los enemigos del hombre no son demonios, sino seres humanos como el.
La vida pone a tus enemigos en el camino hasta que dejes de reaccionar.
Ganar cien veces en cien batallas no es el apogeo de la habilidad. Someter al enemigo sin pelear es el apogeo de la habilidad.
Escojo a mis amigos por su apariencia, a mis conocidos por su carácter y a mis enemigos por su razón.
Ni tus peores enemigos te pueden hacer tanto daño como tus propios pensamientos.
Si el enemigo piensa en la montaña, imponle el mar; y si el piensa en el mar, imponle la montaña. este es el Camino de la estrategia. Esto es propio para que lo investigues cuidadosamente.
Nosotros mismos somos nuestro peor enemigo. Nada puede destruir a la Humanidad, excepto la Humanidad misma.
El impulso de activación contundente del deseo equivocado es el mayor enemigo de la felicidad del hombre.
Si el adepto logra conservar sus vínculos familiares y sus amistades, estos acaban deteriorándose. Los antiguos compañeros se perciben como extraños al grupo sectario e incluso como posibles enemigos en la medida en que no comparten el ideario de la secta.