La iluminación espiritual

Frases Diogenes De Sinope

Citas Diogenes De Sinope


Tenemos dos orejas y una sola lengua para que oigamos mas y hablemos menos.

Gente mucha, personas pocas.

Callando es como se aprende a oír; oyendo es como se aprende a hablar; y luego, hablando se aprende a callar.

Muévete hacia la derecha, me estas tapando el sol. Eso es todo lo que necesito.

Durante meses he visto pasar ejércitos ¿A donde van, y para que?

Las gentes dan limosna a los pobres y no a los filósofos porque piensan que pueden llegar a ser pobres, pero nunca a ser filósofos.

Los malvados obedecen a sus pasiones, como los esclavos a sus dueños.

El único bien es el conocimiento, y el único mal la ignorancia.

En la casa de un hombre rico no hay mas lugar para escupir que su cara.

Ojala que todos los arboles trajesen este fruto.

Animo. Este es el color de la virtud.

El insulto deshonra a quien lo infiere, no a quien lo recibe.

Callando es como se aprende a oír, escuchando es como se aprende a hablar; después, hablando, se aprende a callar.

Es preferible consolarse que ahorcarse.

Un pensamiento original vale mil citas insignificantes.

Prefiero no tener mas que sal para lamer en Atenas, a cenar como un príncipe en la mesa de Cratera.

Todo se consigue con el trabajo, hasta la virtud.

Cuando estoy entre locos, me hago el loco.

Yo lo que se hacer es mandar. Comprueba si alguien quiere comprar un amo.

Las mordeduras mas peligrosas son las del calumniador entre los salvajes y las del adulador entre los animales domésticos.

Preguntaron a Tales que era mas difícil al hombre y contesto: conocerse a si mismo.

Cuando somos jóvenes no ha llegado el tiempo adecuado de casarnos todavía, y cuando somos viejos ha pasado ya.

El movimiento se demuestra andando.

¿Por que no castigar al maestro cuando el alumno se comporta mal?

No hay un bastón lo bastante duro para que me aparte de ti, mientras piense que tengas algo que decir.

Vivir no es un mal, sino mal vivir.

Cuando llegue a Atenas, quise ser discípulo de Antístenes, pero fui rechazado.

Cuanto mas conozco a la gente, mas quiero a mi perro.

No os preguntéis como sobreviviré sin mi esclavo, preguntad a mi esclavo como sobrevivirá sin mi.

La envidia es causada por ver a otro gozar de lo que deseamos; los celos, por ver a otro poseer lo que quisiéramos poseer nosotros.

¿Por que no descansas ahora si es lo que quieres? Después morirás. Todos morimos en mitad del viaje.

Es preferible la compañía de los cuervos a la de los aduladores, pues aquellos devoran a los muertos y estos a los vivos.

Mira bien quien es tu enemigo, porque si por tal le tienes y no lo es, puede ser tu enemigo mayor.

El único medio para que el hombre conserve su libertad es estar siempre dispuesto a morir por ella.

Probablemente los asno se rían de ti, pero no te importa. Así, a mi no me importa que los demás se rían de mi.

No es la jaula ajustada a la fiera.

Ojala, frotándome el vientre, el hambre se extinguiera de una manera tan dócil.

Las mejores cosas se venden por muy poco precio y al contrario.

Debemos tener buenos amigos que nos enseñen lo bueno; y perversos y crueles enemigos que nos impidan obrar mal.

En la vida es necesario proveerse de razón o de un ronzal.

Estas loco. Yo estoy descansando ahora. No conquiste el mundo y no veo la necesidad de hacerlo.

El elogio en boca propia desagrada a cualquiera.

Busco un hombre honesto.

Los dioses no necesitan nada; los que se parecen a los dioses, pocas cosas.

El fundamento de cada estado es la educación de sus jóvenes.

Si tu aprendieras a comer lentejas no tendrías que ser sumiso y adular tanto al emperador.

La palabra tiene mucho de aritmética: divide cuando se utiliza como navaja, para lesionar; resta cuando se usa con ligereza para censurar; suma cuando se emplea para dialogar, y multiplica cuando se da con generosidad para servir.

Todo el mundo se muere en medio del camino, en medio del viaje.

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