La risa es consciencia elevada

La risa es parte de la consciencia elevada que el hombre ha alcanzado. La seriedad no es un progreso para la consciencia es un retroceso, un descenso.

OSHO

LA RISA

En toda la existencia solamente el hombre puede reírse.

La risa es parte de la consciencia elevada que el hombre ha alcanzado.

El sol se levanta pero nadie se ríe; los pájaros cantan, pero no se ríen. Están muy por debajo en lo que a la consciencia se refiere. Vuestros santos tampoco se ríen; en vuestras iglesias tampoco hay risa. No es un progreso para la consciencia, sino un retroceso, un descenso.

La seriedad es una enfermedad.
Solo una mente enferma es seria.

La juventud, los jóvenes ríen, danzan, cantan. Pero con una mente seria, el hombre pierde esa maravillosa espuma que aparece en las olas del océano. Que aunque solo sea espuma; sin ella las olas parecerían desnudas. Esa espuma la corona. La espuma blanca de las olas de la marea arribando a la costa, le evocan a uno los picos del Himalaya, donde la nieve nunca se derrite; nieves eternas. Y la blancura de la espuma le da belleza, le da vida, le da cierta danza a la ola.

Yo estoy en contra de todas las religiones que os hacen serios; y casi todas lo hacen. Destruyen toda posibilidad de risa: al parecer la risa es algo mundano. Pero yo afirmo: la risa es el fenómeno más sagrado de toda la Tierra; porque es la cima más elevada de la consciencia. Y no solo las religiones, sino casi toda clase de gente seria (sea religiosa o no), es seria porque la sociedad respeta la seriedad.

Pero durante miles de años la seriedad ha sido tan respetada que algunos países se han olvidado completamente de reír. Se dice que algunos países se han olvidado completamente de reír. Se dice que cuando le cuentas un chiste a un serio, se ríe dos veces: la primera para que nadie se de cuenta de que no lo ha entendido, y la segunda, a mitad de la noche, cuando lo coge. Si le cuentas el mismo chiste a uno mas serio, se ríe solo una vez; por pura educación: porque los demás se ríen, tiene que hacer un esfuerzo. En el fondo no sabe de lo que se está riendo. Pero nunca lo coge, así que la segunda vez no viene al caso. Si le cuentas el mismo chiste a un serio y aburrido, en vez de reírse dirá: ¡Un momento, no pierdas el tiempo! Es un chiste muy viejo, y además, lo estás contando mal.

La gente se comporta de diferentes maneras, porque ha sido condicionada diferentemente. Yo he estado buscando durante mucho tiempo un chiste que fuera puramente indio, pero no he sido capaz de encontrar ninguno; aquí todos los chistes son importados. Y menos mal que no hay que pagar tasas por los chistes importados; de ser así, en la India no existirían los chistes.

Los indios han tenido una actitud muy seria respecto a todo respecto a Dios, respecto a lo supremo. No se puede concebir a un Gautama Buda o a un Shankaracharya o a un Mahavira riéndose; es imposible. Es algo que siempre me ha intrigado… porque las estatuas de Gautama Buda fueron de las primeras que se hicieron en el mundo; son de las más antiguas.

¿Por qué habrán elegido el frío mármol para hacer sus estatuas? Buda es frío. La risa trae calidez; la seriedad poco a poco se va volviendo fría; inhumanamente fría. Y el mármol blanco representa exactamente su rostro, porque Buda nunca mostró ninguna emoción en su semblante, nadie vio lágrimas en sus ojos, ni una sonrisa en sus labios. Hasta en vida, fue una estatua de mármol.

La India ha sido seria durante siglos, y esa es una de las causas de su degradación. El silencio es hermoso, pero silencio no significa seriedad. El silencio puede estar lleno de sonrisas; de hecho, solo el auténtico silencio está lleno de sonrisas, de alegría. Que alguien haya experimentado el éxtasis y no haya estallado de risa, eso va en contra de mi propia experiencia y en contra de la ley de la existencia.

La primera cosa que le ocurre a una persona que se ilumina es una risa a carcajadas; por la pura estupidez de que ha estado buscando algo que está dentro de él. Lo ha estado llevando durante siglos dentro de él mismo pero nunca ha buscado allí; buscaba alrededor de todo el mundo el tesoro que hubiera podido encontrar en un minuto dentro de él mismo.

Solamente cierra tus ojos… quédate en silencio… y está ahí.

No me puedo imaginar a nadie que al encontrarlo dentro de sí no se eche a reír, pero en todas las historias de cientos de iluminados ni se menciona. Quizá se rieron, pero no exteriorizaron la risa; la controlaron.

Tan solo porque toda la tradición dice que cuanto más te elevas en la consciencia, más serio te vuelves… Pero yo sé por experiencia propia (y es una analogía relevante) que si estás buscando las gafas por todos los lados y de repente te das cuenta de que están sobre tus narices, es imposible no reírte, o al menos sonreír. La experiencia espiritual no es muy diferente a esto. Está sobre tus narices; y tú la buscas por todo el mundo. Simplemente siéntate, olvídate del mundo, y así está. ¿Quién es el que la busca?...

El buscador es lo buscado.
El cazador, lo cazado.
El observador, lo observado.

Pero como tú nunca miras hacia dentro… y no puedes encontrarlo fuera en ningún lugar (ni siquiera en los picos de los Himalayas o en la luna), naturalmente, fracaso tras fracaso, te vuelves serio, triste, como si no fueras suficientemente apto, como si no estuvieras bastante capacitado para encontrarlo. La verdad es: que no lo encuentras porque no está fuera de ti.

Así que todos los caminos son falsos. Dondequiera que vayas encontrarás fracaso, y nada más. Deja ese ir, deja ese buscar: estate tranquilo, relájate. Primero uno debería mirar dentro de sí mismo. Si no lo encuentras ahí, entonces lo lógico sería que fueras a buscarlo a otro lugar. Pero siempre que uno ha mirado dentro de sí mismo lo ha encontrado ahí. Y en este encuentro te reirás de ti mismo, porque la existencia te ha gastado una gran broma.

Ya te he contado el secreto, ahora depende de ti: si quieres encontrarle, ¡Ve dentro de ti! Pero si no, no te quejes. De hecho, él se alegrará mucho de verte, porque no ha visto a casi nadie durante miles de años; muy de tarde en tarde.

Y los que le han encontrado, lo han hecho quedándose en silencio, atentos, conscientes. Y cuando le encuentran se ríen. Yo os digo: Dios se echa a reír con vosotros.

Pero esto tiene que ser una experiencia; de otra forma solo será una creencia y yo no quiero crear ningún sistema de creencias. Lo que os estoy dando es solo mi propia experiencia; vosotros podéis tener la vuestra.