La iluminación espiritual

El valor de tener amor

SI NO TENGO AMOR NO SOY NADA

Un aparte del Evangelio de los Esenios antes de leer a Osho

Aunque yo hable con las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo amor, mis palabras son como el sonido del latón o como el tintineo de un platillo. Aunque diga lo que ha de venir y conozca todos los secretos y toda la sabiduría; y aunque tenga una fe tan fuerte como la tormenta que mueve las montañas de su sitio, si no tengo amor no soy nada. Y aunque dé todos mis bienes para alimentar al pobre y le ofrezca todo el fuego que he recibido de mi Padre, si no tengo amor no hallaré en ello provecho alguno. El amor es paciente y el amor es amable.

El amor no es envidioso, no hace el mal, no conoce el orgullo; no es rudo ni egoísta. Es ecuánime, no cree en la malicia; no se regocija en la injusticia, sino que se deleita en la justicia. El amor lo defiende todo, el amor lo cree todo, el amor lo espera todo, y el amor lo soporta todo; nunca se agota; pero en cuanto a las lenguas, cesarán, y en cuanto al conocimiento, se desvanecerá. Pues poseemos en parte la verdad y en parte el error, mas cuando venga la plenitud de la perfección, lo parcial será aniquilado.

Cuando el hombre era niño hablaba como un niño, entendía como un niño, pensaba como un niño; pero cuando se hizo hombre abandonó las cosas de los niños. Porque nosotros vemos ahora a través de un cristal y a través de dichos oscuros. Ahora conocemos parcialmente, mas cuando hayamos acudido ante el rostro de Dios, ya no conoceremos en parte, pues nosotros mismos seremos enseñados por él. Y ahora nos quedan tres cosas: la fe, la esperanza y el amor, pero la más grande de ellas es el amor.

Osho, sobre el amor

Lo real no es tener una relación, sino que es una manera de estar; uno no está enamorado, sino que uno es amor. Cada vez que hable sobre el amor, recuerda esto: Estoy hablando sobre estar en amor. Sí, tener una relación está perfectamente bien, pero la relación va a ser falsa si no has alcanzado el estado del amor. Entonces la relación no es solamente una pretensión, es una pretensión peligrosa porque puede continuar engañándote. Puede continuar dándote el sentido que ya conoces qué es el amor y no lo sabes. El amor básicamente es un estado de ser: uno no está enamorado, uno es amor.

Y ese amor no surge para enamorarse de alguien. Ese amor llega yendo para dentro, no en descenso sino en ascenso, elevándose por encima de ti. Es algo incomparable. Un hombre es amor cuando su ser está en silencio, es la canción del silencio. Un Buda es amor, un Jesús es amor, no enamorado de una persona en particular sino simple amor. Su mismo clima es amor. No está dirigido a alguien en particular, se está esparciendo en todas las direcciones. Cualquier persona que se acerque a Buda lo sentirá, será cubierto por él, será bañado en él. Y es incondicionalmente así.

El amor no pone condiciones, ni peros ni excusas. El amor nunca dice: Cumple estos requisitos, luego te amaré. El amor es como la respiración: cuando sucede eres simplemente amor. No importa quién se acerca a ti, el pecador o el santo. Cualquier persona que se acerque a ti, comienza a sentir la vibración del amor, se regocija. El amor es una entrega incondicional, pero solo aquellos son capaces de dar lo que poseen.

Una de las cosas más misteriosas sobre el ser humano es que continúa dando cosas que no tiene. Continúas dando amor y en primer lugar no lo tienes y continúas pidiendo amor de los demás que no lo tienen en primer lugar. Mendigos pidiendo limosna a mendigos.

El amor primero tiene que suceder en el núcleo más profundo de tu ser. Es la cualidad de estar solo, felizmente solo, gozosamente solo. Es la cualidad de ser sin mente, de estar en silencio. La consciencia sin contenido es el espacio, el contexto en el cual el amor surge en ti.

Y cuando aparece en ti, es demasiado, es insoportable. Su placer es tan insoportable que llega a ser casi doloroso. Es pesado como las nubes cuando están llenas de lluvia; tienen que descargarse, tienen que aligerarse. Cuando el amor surge en el corazón silencioso, tiene que ser compartido, tiene que darse. No lo puedes evitar.

Y la persona a quien le das tu amor no está obligada contigo de ninguna forma. De hecho, tú estás obligado con la persona porque te ayudó a liberarte, compartió algo que fue demasiado para ti. Y la economía del amor es: cuanto más das, tienes más porque estando en silencio estás unido con el océano, la fuente divina de todo. Y puedes seguir compartiendo… sigue fluyendo en ti más y más, sigue brotando.

Sí, tienes razón, el amor es la única esperanza del mundo. Estamos llegando cerca a ese momento crucial: o la guerra total o el amor total. Y es un asunto de, o uno o lo otro, no hay una tercera alternativa. No hay algo que se parezca a un compromiso ahora, no puedes estar en el medio. El hombre tiene que escoger. Y es un asunto de vida o muerte: la guerra es muerte, el amor es vida.