La iluminación espiritual

Dos buenos cuentos de amor

POR: JBN LIE

Imagen; Dos buenos cuentos de amor; Jbn Lie

EL VERDADERO AMOR

Un hombre de cierta edad vino a la clínica donde trabajo para hacerse curar una herida en la mano. Tenía bastante prisa, y mientras se curaba le pregunté qué era eso tan urgente que tenía que hacer. Me dijo que tenía que ir a una residencia de ancianos para desayunar con su mujer que vivía allí. Me contó que llevaba algún tiempo en ese lugar y que tenía un Alzheimer muy avanzado. Mientras acababa de vendar la herida, le pregunté si ella se alarmaría en caso de que él llegara tarde esa mañana.

Entonces le pregunté extrañado: -Y si ya no sabe quién es usted, ¿por qué esa necesidad de estar con ella todas las mañanas?

Me sonrió y dándome una palmadita en la mano me dijo: -Ella no sabe quién soy yo, pero yo todavía sé muy bien quién es ella.

Tuve que contenerme las lágrimas mientras salía y pensé: "Esa es la clase de amor que quiero para mi vida. El verdadero amor no se reduce a lo físico ni a lo romántico. El verdadero amor es la aceptación de todo lo que el otro es, de lo que ha sido, de lo que será y de lo que ya no es...

El gusano enamorado

¿Qué es la libertad sin amor? ¿Qué es la belleza sin amor? ¿Qué es la magia sin amor? Una libertad sin sentido, una belleza hueca, una magia falsa. El amor es la fuerza que da sentido y también da vida a todo. El amor es el camino hacia la iluminación.

Había una vez un gusano que se había enamorado de una flor, Era, por supuesto, un amor imposible, pero el insecto no quería seducirla ni hacerla su pareja. El solo soñaba con llegar hasta ella y darle un único beso.

Cada día el gusano miraba a su amada. Cada noche soñaba que llagaba hasta ella y la besaba. Un día el gusanillo decidió que no podía seguir soñando con la flor y no hacer nada para cumplir su sueño. Así que avisó a sus amigos de que treparía por el tallo para besar la flor.

La mayoría intentó disuadirlo, pero el gusano se arrastró hasta la base del tallo y comenzó la escalada. Trepó toda la mañana y toda la tarde, pero cuando el sol se ocultó estaba exhausto.

Haré noche agarrado al tallo, pensó, y mañana seguiré subiendo

Sin embargo, mientras el gusano dormía, su cuerpo resbaló por el tallo y amaneció donde había empezado.

Cada día el gusano trepaba y cada noche resbalaba hasta el suelo. Mientras descendía sin saberlo, seguía soñando con su beso deseado.

Sus amigos le pidieron que renunciara a su sueño o que soñara otra cosa, pero él sostuvo con razón que no podía cambiar lo que soñaba mientras dormía y que si renunciaba dejaría de ser quien era.

Todo siguió igual hasta que... una noche el gusano soñó tan intensamente con su flor, que los sueños se transformaron en alas y por la mañana el gusano despertó mariposa, desplegó las alas, voló a la flor y la besó.


RELACIONADOS

«Dos buenos cuentos de amor»