Homosexuales - LGBT
Los gais o los del tercer sexo no me asarán en lo más mínimo. Apoyo conscientemente sus preferencias, respetando las uniones serias y responsables.
JEBUNA
Trasparente y cristalino
Para hacer honor a la verdad, en mí, encontrarán un ser trasparente y cristalino, por eso esta semana público un artículo bomba, educativo más de la cuenta, pelos parados en todas las variantes... pero yo soy así, así vine de fábrica y no me da miedo hablar de lo que se debe hablar, hablaré del tema de los homosexuales con la sutileza que me caracteriza, a ver cuál es la pendejada con este tema tabú.
Los gais o los del tercer sexo no me asarán en lo más mínimo, es más, he tenido experiencias sexuales y afectivas con ellos en todas sus variedades, apoyo conscientemente sus preferencias, respeto sus uniones serias y responsables, los conozco al dedillo porque me he revolcado en su mundo, son seres como nosotros impregnados con el espíritu de Dios con cualidades y defectos como todos, este cuento de los sexos es un tabú tallado con sangre, por el machismo y el feminismo, es más, la naturaleza tiene casos homosexuales, hermafroditas, etc.
Pero... observemos la naturaleza, la ausencia de la hembra lleva al macho a recurrir al afecto de su homólogo y viceversa, pero la naturaleza es sabia, la psique de nuestros hermanos menores los animales esta original y a la vuelta de la hembra o del macho, según el caso, todo vuelve a la normalidad, solo las mentes humanas quebrantadas por una sociedad que reprime y castra, sigue buscando refugio en las migajas afectivas del mismo sexo. Aclaro, soy un varón y tengo mi hogar, mi deseo por la hembra nunca ha declinado y a mis años va como en aumento, es como algo proporcional, a menos potencia fálica más deseo psíquico por la mujer.
Hermanos en Dios, esta carta es difícil de tejer, pero confieso que hago un gran esfuerzo invocando la luz de nuestro creador, digo, tengo las cosas muy claras sobre el amor y vigilo con lupa el no confundir el verdadero amor con el deseo, ese cuento que una pareja se ama es toda una utopía de deseo carnal, ídem para las parejas gais, por eso pregono, si el amor que sientes, no es igual para todos los demás, tu amor no es verdadero.
Queda asentado que no tengo nada en contra de los gais, pasemos de página para contar una historia corta y sustanciosa porque el tema delicado son los niños, saben que no los dejaré tocar por ningún motivo y mucho menos que nadie les haga daño, ellos son sagrados, en ellos está el reino de los cielos, y el que tenga madera para demostrarme lo contrario lo invito a debatir… los niños son frágiles, son la esencia de Dios recién salida del horno, no me vengan a decir que pueden ser adoptados por una pareja homosexual, de poderse sí, pero no se debe, porque más adelante, esta inocente criatura obedecerá a su estructura original y buscara respuestas que le causaran sufrimiento, ¿La sociedad y sus padres que le dirán cuando este macho busque un par de tetas para identificar sus orígenes.? Acaso esas respuestas se las dará una mente entrenada a justificar errores con astutos argumentos sacados bajo la manga.
El tema es delicado señor, solo podemos decidir con responsabilidad por un bebe siguiendo las leyes del verdadero amor, el amor, por ningún motivo viola la ley para lograr sus objetivos. Sabemos que lo que se siembra tendrá frutos y si detrás de la siembra se tergiversan los designios correctos de la naturaleza, las consecuencias serán funestas.
Amigos, les recuerdo que mi hija es adoptada, por eso y por lo otro, tengo autoridad para hablar del tema, digo, es el pensamiento del hombre el que va a tener que cambiar sus conceptos errados porque el Universo no va a cambiar sus Leyes Eternas y Verdaderas.
Contaré una pequeña historia que puede darnos luz en este candente tema.
En algún tiempo existió una pareja que se deseaban sexualmente y buscaban en común unión el verdadero amor, había armonía, todo parecía perfecto, pero a pesar de su felicidad se sentían solos, querían compañía, pensaron en un bebe, pero ella a sus cincuenta años y él a sus cincuenta y siete no podían tenerlo, la naturaleza cerro ciclos y dejo a la pareja con la opción de Adoptar.
La parejita, queriendo actuar como Dios manda, intentaron por allí, por allá y por acá… hasta por Alá, su edad, lamentablemente no calificaba para adopción, su deseo era grande, las justificaciones más, ¿Cómo es posible que no podamos dar un hogar a un bebe que lo necesita?, están todos los ingredientes, había felicidad, consciencia de Dios, una pareja estable, abundancia, techo, comida, etc. yo no entender, decía el hombre a su mujer, la pareja sollozaba y se preguntaba ¿Qué haremos? ¿Existe alguna solución? ¿Qué tal si lo robamos? Él nunca lo sabrá, prometamos que por ningún motivo le diremos cuál fue su origen… y finalmente la pareja procedió viviendo todos muy felices y colorín colorado este cuento se ha acabado.
Moraleja: Historias similares son anómalas, nadie puede ser feliz a costa de la infelicidad y el sufrimiento de los demás, robarle a un niño el derecho a tener una Madre y un Padre como la ley del amor manda, produce infelicidad y sufrimiento a este ser, hacerlo, es delicado y genera un Karma difícil de sanar, juzgar que el destino de un niño puede estar en un hogar gay no es justo. ¿Con qué autoridad, entonces, puede uno de nosotros mostrarse juez de un bebe en función de su derecho de nacer y vivir como la naturaleza manda?