La moraleja del sabio Vedantin - Cuento
El sabio Vedantin. La unidad que se manifiesta como diversidad. Dice a sus discípulos: El Ser Supremo y el ser individual, siempre son lo mismo.
SIVANANDA
El ser individual y el ser Supremo
Una enseñanza de Vedantín antes de leer a Swami Sivananda.
Era un sabio vedantín, es decir, que creía en la unidad que se manifiesta como diversidad. Estaba hablando a sus discípulos sobre el Ser Supremo y el ser individual, explicándoles que son lo mismo.
Declaró:
- Del mismo modo que el Ser Supremo existe dentro de sí mismo, también existe dentro de cada uno de nosotros.
- Uno de los discípulos replicó:
- Pero, maestro, ¿cómo nosotros podemos ser como el Ser Supremo, cuando Él es tan inmenso y poderoso?
- Infinitos universos moran dentro de Él. Nosotros somos partículas a su lado.
- El sabio le pidió al discípulo que se aproximase al río Ganges y cogiese agua. Así lo hizo el discípulo. Cogió un tazón de agua y se lo presentó al sabio; pero éste protestó:
- Te he pedido agua del Ganges. Ésta no puede ser agua de ese río.
- Claro que lo es -dijo el discípulo consternado.
- Pero en el Ganges hay peces y tortugas, las vacas acuden a beber a sus orillas, y la gente se baña en él. Esta agua no puede ser del Ganges.
- Claro que lo es -insistió el discípulo-, pero en tan poca cantidad que no puede contener ni peces, ni tortugas, ni vacas, ni devotos.
- Tienes razón -afirmó el sabio-. Ahora devuelve el agua al río.
Así lo hizo el discípulo y regresó después junto al sabio, que le explicó:
¿Acaso no existen ahora todas esas cosas en el agua? El ser individual es como el agua en el tazón. Es una con el Ser Supremo, pero existe en forma limitada y por eso parece diferente. Al devolver el agua del tazón al río, volvió a contar con peces, tortugas, vacas y devotos. Si meditas adecuadamente, comprenderás que tú eres el Ser Supremo y que estás en todo, como Él.
El Vedanta es una experiencia viva
Hoy día se abusa mucho del término Vedanta. Todo tipo de vanidad, hipocresía y arrogancia se han disfrazado con su nombre. Se ha convertido en una moda de la época el hacerse pasar por un Vedantín ya que es entonces conveniente para renunciar a todo tipo de responsabilidades, rituales y restricciones del Varnashrama Dharma y permitir que uno lleve una feliz vida despreocupada de facilidad, letargo e inercia. El Punjab está lleno de voceros y enjutos Vedantines. Las mujeres en el Punjab también han adoptado el Vedanta y se enorgullecen de llamarse a sí mismas Vedantines, no importa si entienden o no la filosofía, o si hacen o no alguna práctica. Todos los oficiales retirados que no han hecho ningún servicio desinteresado o ninguna sadhana o adoración o caridad adoptan el Vedanta como una especie de fantasía.
Por lo tanto el Vedanta se ha convertido en una filosofía muy cómoda, porque uno puede hacer lo que quiera y comer lo que le gusta. El libertinaje es confundido con una vida de expansión. Si un hombre puede comer cualquier cosa en cualquier hotel en cualquier parte del mundo, si es capaz de moverse socialmente con cualquier hombre o mujer, eso no quiere decir que sea un Vedantín. Se habla mucho de Vedanta hoy en día. Hay chismorreo ocioso vedántico. Pero no hay Vedanta práctico. Nadie quiere hacer ninguna verdadera sadhana vedántica sólida. El hombre siente vergüenza de llamarse a sí mismo un Bhakta, pero se enorgullece de llamarse a sí mismo un Yogui o un Vedantín, porque se imagina tontamente que será respetado por el público. Muchos Vedantines ignorantes han confundido el cuerpo con Brahman y por lo tanto hay corrupción entre los llamados Vedantines libres. Esto no solo es lamentable sino también muy deplorable.
La prédica al por mayor del Vedanta a las masas no es aconsejable. El resultado será caos, desconcierto y estancamiento. Adoptar los principios vedánticos y una correcta comprensión de la filosofía y la práctica espiritual son muy difíciles. El Vedanta es para los pocos que están equipados con los cuatro medios de liberación o Sadhana Chatushtaya y que han eliminado las impurezas de sus mentes y la oscilación mental a través de la práctica constante de Nishkama Karma Yoga y Upasana. El sendero del Vedanta no es tan fácil como se piensa comúnmente que es. Es un estrecho sendero por el filo de la navaja. Por lo tanto, los que predican el Vedanta a las masas hacen más daño que bien. Están engañando a la gente.
Es muy, muy fácil decir, Soham - Yo soy Él, Sivoham - Yo soy Shiva, Aham Brahma Asmi - Yo soy Brahman como un loro, pero vivir en el espíritu mismo del Vedanta, sentir la unicidad o unidad de la consciencia, convertirse realmente en Eso e irradiar la Dicha, la Alegría y la Paz de Brahman es un asunto extremadamente difícil. Aunque repitas Soham, si tu mente se altera fácilmente cuando otro pronuncia una sola palabra que te disgusta, y si empiezas a discutir con vehemencia con ese hombre, no sirve de nada en absoluto esa repetición. Es mera hipocresía. No serás capaz de influir en los demás. La gente te tomará por un tramposo.
El Vedanta no es simplemente un concepto o un dogma. No es una teoría ni una filosofía árida para la contención y la argumentación. Es la vida real de la alegría perenne en Brahman o la Verdad. Un solo Vedantín práctico como Sankara podía mover el mundo entero. Un Vedantín práctico pesará más que mil y un Sandows cuando se ponen en una balanza. Un Vedantín práctico posee una tremenda fuerza espiritual interior. El mundo entero se regocija ante la visión de un verdadero Vedantín práctico. El Vedanta práctico es una experiencia viva, la fusión del yo individual con el océano de la consciencia o el Ser Supremo. El experienciador exclama con alegría inexpresable, Todo es en realidad Brahman. Todas las diferencias, distinciones, cualidades han desaparecido. Veo a Brahman y la Unidad en todas partes. Yo soy Brahman.