Felicidad a la velocidad de la luz
En la felicidad está la clave, ¿Quiere la felicidad? ¿Quiere la libertad? Aquí está: Renuncie a sus falsas ideas. Mire a través de la gente, se feliz.
ANTHONY DE MELLO
FELICIDAD AL INSTANTE
En la felicidad está la clave, ¿Quiere la felicidad? ¿Quiere la libertad? Aquí está: Renuncie a sus falsas ideas. Mire a través de la gente. Si mira a través de usted mismo, mirará a través de todos los demás. Entonces los amará. Si no es así, estará todo el tiempo luchando con sus ideas equivocadas que usted tiene acerca de ellos, con sus ilusiones que constantemente se estrellan contra la realidad.
Pero depender psicológicamente de otra persona ¿Qué implica eso? Significa depender de otro ser humano para mi felicidad. Regrese a usted mismo como a su hogar. Obsérvese. La auto observación es algo sumamente agradable y extraordinario. Después de un tiempo, usted no tiene que hacer ningún esfuerzo, porque a medida que las ilusiones empiezan a derrumbarse, usted empieza a conocer cosas que no pueden describirse. Eso se llama felicidad. Todo cambia, y usted se vuelve adicto a la consciencia.
Lo que nuestra cultura llama felicidad, con sus canciones y sus poemas; eso no es felicidad en absoluto, eso es lo opuesto al felicidad. Eso es deseo, control y posesión. Eso es manipulación, y temor, y ansiedad; eso no es verdadera felicidad. Algunos dicen que solamente hay dos cosas en el mundo: Dios y el miedo; el amor y el miedo son las únicas dos cosas. Solamente hay un mal en el mundo: el miedo. Solamente hay un bien en el mundo: el amor.
La felicidad es nuestro estado natural. La felicidad es el estado natural de los niños, a quienes pertenece el reino hasta que son corrompidos y contaminados por la estupidez de la sociedad y la cultura. No se puede hacer nada para adquirir la felicidad, porque la felicidad no se puede adquirir. ¿Alguien sabe por qué? Porque ya la tenemos.
Algunas personas hacen del despertar una meta. Están decididas a lograrlo; dicen: "Me niego a ser feliz hasta que haya despertado". En ese caso, es mejor que usted sea como es; sencillamente ser consciente de su manera de ser. La simple consciencia es felicidad, comparada con el esfuerzo de reaccionar siempre. La gente reacciona tan rápido porque no es consciente. Pero a medida que se desarrolla la consciencia, usted reacciona menos y actúa más.
Uno nunca está tan lleno de sí mismo como cuando tiene dolor. Nunca está tan centrado en sí mismo como cuando está deprimido. Nunca está tan dispuesto a olvidarse de sí mismo como cuando está feliz. La felicidad lo libera de sí mismo.
Cuando uno se va por la vida con preferencias pero no permite que la felicidad dependa de ninguna de ellas, entonces está despierto. Va avanzando hacia el despertar. Estar despierto, felicidad - llámenlo como quieran - es el estado en el que no hay engaño, en que uno ve las cosas no como uno es, sino como ellas son, hasta donde esto le es posible a un ser humano.
Como dijo el gran Confucio:
"Quien quiera ser constante en la felicidad, debe cambiar con frecuencia". Fluya.
Conclusión: La felicidad no es algo que se adquiere; el amor no es algo que uno produce; el amor es algo que uno tiene; el amor es algo que lo tiene a uno. Uno no tiene el viento, las estrellas y la lluvia. Uno no posee estas cosas; uno se entrega a ellas. Y la entrega ocurre cuando uno toma consciencia de sus ideas ilusorias, de sus adicciones, cuando uno tenga una consciencia de sus deseos y sus temores. Usted puede ser feliz sin ser amado, sin ser deseado o atractivo. Usted es feliz en el contacto con la realidad. Eso es lo que trae la felicidad, un contacto con la realidad a cada momento. Allí es en donde encontrará a Dios; allí es en donde encontrará la felicidad.