Aceptación
¿Qué tiempo cree usted que vamos a tener hoy?, le preguntó un individuo a un pastor en el campo. «El tiempo que yo quiero», respondió el pastor.
ANTHONY DE MELLO
LA ACEPTACIÓN TIENE SU TIEMPO
Primer cuento antes de leer a Anthony de Mello
¿Qué tiempo cree usted que vamos a tener hoy?, le preguntó un individuo a un pastor en el campo. El tiempo que yo quiero, respondió el pastor. ¿y cómo sabe usted que va a hacer el tiempo que usted quiere?
Verá usted, señor: cuando descubrí que no siempre puedo tener lo que quiero, aprendí a querer siempre lo que tengo. Por eso estoy seguro de que va a hacer el tiempo que yo quiero. La felicidad y la desdicha dependen de cómo afrontemos los acontecimientos, no de la naturaleza de los acontecimientos en sí.
El almuerzo
Segundo cuento antes de leer a Anthony de Mello
Un día, Abraham invitó a un mendigo a comer en su tienda. Cuando Abraham estaba dando gracias, el otro empezó a maldecir a Dios y a decir que no soportaba oír Su Santo Nombre. Presa de indignación, Abraham echó al blasfemo de su tienda.
Aquella noche, cuando estaba haciendo sus oraciones, le dijo Dios a Abraham: Ese hombre ha blasfemado de mí y me ha injuriado durante cincuenta años y, sin embargo, yo le he dado de comer todos los días. ¿No podías haberlo soportado tú durante un solo almuerzo?.
LIBERACIÓN
Piense en un niño pequeño al que se le da a probar una droga. Cuando crece, todo cuerpo está loco por la droga. Vivir sin ella es un dolor tan grande que es preferible morir. Usted y yo, como ese niño, tuvimos esa droga que se llama aprobación, aprecio, éxito, aceptación, popularidad. Una vez que usted tomó la droga, la sociedad puede controlado, usted se volvió un robot. ¿Quiere saber cómo se robotizan los humanos? Escuche esto: ¡Qué lindo estás! Y el robot se hincha de orgullo. Oprimo el botón del aprecio y él queda allá arriba. Entonces oprimo otro botón, el de la crítica, y se viene al suelo. Control total. ¡Estamos tan afectados por eso! Somos tan fácilmente controlables. Y cuando nos falta eso, quedamos aterrados, temerosos de cometer errores, de que las personas se rían de nosotros.
Vi a una niña de tres años entrando a un comedor, toda compuesta. Aplaudimos, pero ella pensó que nos estábamos riendo de ella y huyó a toda prisa. La madre tuvo que ir a buscada, pero ella se resistía a venir. Pensaba que nos habíamos reído de ella. Pensé: Solo tiene tres años y ya hemos hecho de ella un monito. Alguien le enseñó esto: Cuando usted haga tal cosa, espere aplausos, y se debe sentir bien. Y cuando hagamos ¡buuuu!, se debe sentir mal. Una vez tomada esa droga, no hay remedio. ¿Piensa que Jesucristo fue controlado por lo que las personas pensaban y decían de Él? Las personas despiertas no necesitan esta droga. Cuando usted comete un error o es rechazado, siente un tremendo vacío. Es talla soledad, que usted se arrastra, implorando aquella droga llamada coraje, aceptación, y continúa siendo controlado. ¿Cómo salir de esto? Como resultado de haber tomado esa droga, usted perdió su capacidad de amar. ¿Sabe por qué? Porque no puede ver más a ningún ser humano. Usted solo toma conciencia de que ellos aceptan o no, aprueban o no. Los ve como amenaza o como apoyo para ella.
Piense en los políticos. Los políticos, frecuentemente, no ven a las personas en sí. Ellos ven los votos, y si usted no es un apoyo ni una amenaza para que ellos tengan votos, ni siquiera lo percibirán. Los hombres de negocios ven solo el dinero, no ven a las personas, solo los asuntos de negocios. Nosotros no somos diferentes, cuando estamos bajo el efecto de esa droga. ¿Cómo puede amar lo que ni siquiera ve? ¿Quiere liberarse de la droga? Tiene que arrancar esos tentáculos de su sistema. Ellos han llegado a sus huesos. Ése es el control que la sociedad ejerce sobre usted. Si fuera capaz de hacer eso, todo seria igual, pero usted se habrá desprendido. Estará en el mundo, pero no será más del mundo. Eso es aterrador. Es como pedir a un drogadicto: ¿Por qué no saborea una comida buena y nutritiva, agua fresca del río de la montaña y el aire agradable de la mañana? ¡Deje su droga por esto! Él ni siquiera concebirá esa idea, porque no puede vivir sin la droga. ¿Cómo salir de esto?
cadena piedras
EEs necesario afrontar el temor. Usted tiene que entender por qué no puede vivir sin el beneplácito de las personas. ¿Quiere amar a las personas? Muera para ellas. Muera para su necesidad de las personas. Comprenda lo que la droga le está haciendo. Sea paciente consigo mismo. Después llame a la droga por su nombre: es un estimulante artificial. ¿Quiere que realmente le guste vivir? Saboree los sentidos, la mente. Aprecie su trabajo, la naturaleza, vaya a la montaña y aprecie los árboles y las estrellas, la noche. Mantenga lejos a las multitudes. Y estará completamente solo. Entonces el amor nacerá en la soledad. Llegue al país del amor pasando por el país de la muerte. y comprenderá que su corazón lo trajo a un vasto desierto.
Al comienzo padecerá soledad. Usted no está acostumbrado a que le gusten las personas sin depender de ellas. Al fin del proceso, usted podrá verlas. Entonces verá que el desierto, de repente, se transformará en amor. Y habrá música en su corazón. Y será primavera para siempre. Dese a sí mismo un alimento adecuado. Llame a la droga por su nombre y sea paciente, del mismo modo que haría con un drogadicto. y qué poderosa será esta oración. Piense en alguien cuya aprobación usted piensa que necesita. De quién quiere aprobación. Vea si consigue entender cómo, frente a esa persona, usted pierde la libertad. Piense en alguien de quien necesita para atenuar el dolor de su soledad. Piense cómo, delante de esa persona, usted pierde la libertad. ;Usted no es libre! ; No osa ser usted mismo! Usted no tiene que impresionar a nadie, nunca más. Está completamente cómodo con todo el mundo, no desea nunca más nada de nadie. El no cumplimiento de sus deseos no lo hace infeliz. Cuando usted no tiene que defenderse de nadie más, no siente la necesidad de disculparse, ni de explicarse. No tiene que impresionar a nadie. No se incomoda con lo que dicen, con lo que piensan. No se deja afectar. Entonces el amor comenzará. Mas solo después de esto. En tanto yo necesito de usted, no puedo amarlo. ¿Qué mérito tendría usted si saludase tan solo a los que los saludan? ¿Y si amase tan solo a los que lo aman? Usted tiene que ser amor total, como el Padre celestial es todo amor. Porque Él hace brillar el sol sobre buenos y malos, sobre justos y pecadores, del mismo modo.