El poder del fuego
El agua tiene el poder de arrastras las cosas o de diluirlas, el aire tiene el poder de dispersar: solo el fuego tiene el poder de transformar todo.
OMRAAM MIKHAEL
EL FUEGO INVISIBLE
El fuego visible es la representación material del fuego invisible.
Podemos ver el fuego, podemos usar el fuego, pero no sabemos qué es. Lo único que podemos decir sobre él es que sin fuego ninguna verdadera creación, ninguna verdadera transformación puede ocurrir. Los más tremendos poderes están ocultos en el fuego: tiene el poder de fundir, licuar, quemar, y transformar. Es todopoderoso: nada puede resistirle. Los otros elementos – tierra, agua, y aire – también tienen grandes poderes, pero no pueden cambiar realmente a la materia. Los terremotos tienen el poder de perturbar la corteza terrestre, de abrir en dos las montañas, hacer desaparecer pueblos y villas, pero la tierra no puede cambiar la naturaleza subyacente de las cosas.
El agua tiene el poder de arrastras las cosas o de diluirlas, el aire tiene el poder de dispersar: solo el fuego tiene el poder de transformar verdaderamente. Tras el fuego, solo las cenizas – o un cuerpo totalmente transformado – quedan. El fuego es el más poderoso de los cuatro elementos, y el factor más efectivo de transformación, y es por esta razón, porque nada puede resistir al fuego, que la tradición iniciática enseña que los seres humanos deben pasar necesariamente a través del fuego a fin de ser transformados.
Dos tipos de fuegos habitan a los seres humanos
El fuego de sus pasiones y el fuego del amor divino, el fuego del sacrificio.
El fuego de las pasiones es un horno furioso que causa gran sufrimiento en aquellos a quienes consume. Desafortunadamente, la mayoría de los seres humanos prefiere sufrir y ser consumido por este fuego, a abandonar sus deseos. Muy pocos entienden las ventajas de trabajar con el sagrado fuego del amor divino, de modo de poseer el secreto de la transformación de la materia, en sí mismos al principio, y luego en sus alrededores. Aquellos que se vuelven tan endurecidos y encallecidos que solo el sufrimiento es capaz de hacerlos mejorar, están obligados a pasar por el fuego.
Si desean evitar los fuegos del sufrimiento, deben trabajar con el fuego del amor desinteresado, pues solo este puede transformarles y hacerles luminosos y radiantes: solo el fuego del amor puede envolverles en sus llamas sin quemarles. Quizás, por otra parte, aún deben sufrir – pues, después de todo, aún están en la tierra – pero si trabajan con el fuego del amor divino, al menos conocerán cómo resistir sus sufrimientos y beneficiarse de ello. El fuego de las pasiones limita y esclaviza a hombres y mujeres: el fuego del amor divino los libera.
El fuego visible es la representación material del fuego invisible. Cada vez que encendemos fuego, debemos pensar en esto, y renovar los lazos entre nuestra alma y espíritu, y el fuego celestial del amor, la inteligencia y el poder. Si no hacemos esto, entonces es inútil encender el fuego. El único significado de encender un fuego, es ser iluminados por el fuego sagrado y ser inflamados por su amor. Solo de esta manera nos volveremos capaces de irradiar y emanan ese amor, de forma que podamos crear nueva vida dondequiera que vayamos.