Hay otra Navidad que pocos conocen en la vida. Navidad de un Dios de Luz que no podrás encontrar en el ambiente festivo que nos rodea en estos días.
El espíritu de la Navidad es ir a la esencia de la vida con estos claros pasos. Sana, agradece, dar sin recibir, paz interior y sintonía con el amor.
La paz es la esencia del Espíritu Santo, del nacimiento interior. Cuando despertamos a la realidad encontramos ese verdadero sentido de la Navidad.
Naturalmente que la llama de Dios, la llama redentora, se halla inextinguible en lo profundo de nuestra alma, y naturalmente en la época de Navidad.
Una consciente y pequeña selección de pensamientos profundos sobre la realidad de la navidad, que te harán reflexionar sobre su verdadero significado.
El nacimiento de Jesús el Cristo, aquel Ser extraordinario e irrepetible encarnado en cuerpo humano no es la excusa para toda clase de desenfrenos.
El mes de la Navidad es una puñalada para nuestro planeta. El derroche energético y el impacto ambiental es alarmante que mata lentamente a Pachamama.
Nota: Articulo altamente sarcástico. Si de verdad buscas a Dios Todo y Eterno lee lo siguiente y reflexiona. Solo para seres valientes de corazón.
Celebraré la Navidad en el corazón, que es donde se halla realmente Cristo, como en cada uno de nosotros desde que pronunció «Todo está consumado».
Abrir esa puerta, que conduce al corazón de Cristo y nos remite al Cielo, conduce a la vez en este mundo a la paz, a la justicia, a la igualdad.