Si pudiéramos saber primero en donde estamos y a donde nos dirigimos, podríamos juzgar mejor que hacer y como hacer las cosas.
Debido a que yo soy yo, me resulta muy difícil juzgar que tan fascinante podría ser escuchar durante dos horas mi tono nasal y con acento tan marcado para alguien que no fuese yo.
Es ridículo juzgar el comportamiento de alguien que cumple perfectamente su rol dentro de su etapa evolutiva.
Un conocimiento preciso del pasado de un país es necesario que cada uno que quiera entender su presente y que quiere juzgar de su futuro.
Es mucho mas difícil juzgarse uno mismo que juzgar a los demás. Si logras juzgarte correctamente serás un verdadero sabio.
Juzgarnos o corregirnos supone aplicar la medida ajena al paño propio.
Evite los pulpitos, plataformas, escenarios y pedestales. Mantente al suelo duro. Es la única forma en que puedes juzgar tu estatus aproximado como hombre.
Cuando te observes a ti mismo, no debes condenar o aprobar lo que ves. Si dices una mentira, no hay necesidad de juzgarte a ti mismo. El juez no puede ser juzgado, e incluso aceptar es juzgar.
Sanaras si tienes una perdida del interés en juzgarse a si mismo.
Sanaras si tienes una perdida del interés en juzgar a otras personas.
No se puede juzgar apresuradamente a nadie. Muchos se han arruinado por juzgar apresuradamente.
Echarle la culpa o juzgar a otra persona te quita poder para cambiar tu experiencia.
Hoy no juzgare nada de lo que me ocurra.
No concibas a Dios como una mera palabra, ni como un extraño, ni como alguien que mora en las alturas a la espera de juzgarte y castigarte.
El Universo espera sin juzgar mientras nosotros experimentamos y aprendemos. Cuando estamos preparados, nos abre nuevas puertas.
El mayor catalizador del cambio en las relaciones es la aceptación total de tu pareja tal como es, dejando completamente de juzgarla y de intentar cambiarla.
El dialogo fluye cuando se escucha con aceptación, sin juzgar lo que se dice.
El Campeón Mundial es la mejor personificación de su época y en base a el podemos juzgar el desarrollo del Ajedrez.
Se puede juzgar el verdadero carácter de un hombre por la forma en que trata a sus compañeros animales.
Se compasivo, se inteligente y amoroso. Mira a los demás sin juzgarlos. No empieces a sentirte recto. No te conviertas en «Su santidad». Nunca.
Se rápido para perdonar. Es verdadera sabiduría no juzgar ni a los otros ni al mundo. Se vacío y puro de mente, con el corazón lleno de compasión.
Si me conformarse con una buena conciencia social, procuraría que fuese mejor que de muchos señores jueces, que hasta son capaces de juzgar a otros.
Si escuchamos, dejamos de juzgar, y creamos un espacio de silencio que nos permite responder desde la consciencia.
Cada uno tendrá que juzgar según lo que entiende por pobreza y por riqueza y a que aspira en esta vida. Habrá quien teniendo mucho no lo tiene todo.
Me confesé con Dios y resulta que el único que podía juzgarme, me defendió.
el no mide con nuestro metro. Dios es bueno y nosotros mas o menos malos y si Dios juzgara como nosotros juzgamos, entonces muy pocos se salvarían.
Dios coloca a sus profetas donde traigan la mayor gloria a el, y nosotros somos totalmente incapaces de juzgar donde será ese lugar.
El racismo es como juzgar el valor de un libro por su portada.
La energía de juzgar te mantiene atado al mundo de la mente, en el que el ego tiene el control.
Es mas fácil ser fanático y juzgar que practicar lo que uno ha descubierto como verdadero. No podemos confundirlos con los defensores de la verdad.
No desperdicies tiempo calculando y angustiándote para saber si estas progresando o no en el sendero espiritual. El juzgar el progreso de uno mismo es vanidad. Ten fe en la gracia de tu maestro y de tu Ideal.
El que es cruel con los animales se vuelve duro también en sus relaciones con los hombres. Podemos juzgar el corazón de un hombre por su trato a los animales.
Si debes juzgar a un hombre, debes conocer sus pensamientos, tristezas y sentimientos secretos; conocer simplemente los eventos externos de la vida de un hombre solo serviría para hacer una tabla cronológica, una noción tonta de la historia.
Es mas fácil juzgar el talento de un hombre por sus preguntas que por sus respuestas.
La conciencia es un instinto que nos lleva a juzgarnos a la luz de las leyes morales.
Prefiere expresar antes que manipular, explicar, justificar o juzgar.
No debes juzgar a nadie sin haberlo escuchado antes.
A lo único que tenemos que renunciar es nuestro odio propio y juzgarnos a nosotros mismos y a nuestro sentido de indignidad y nuestro sentido de que no somos dignos de amor.
Sanaras si tienes una perdida del interés en juzgar a otras personas.
No es necesario repetir lo que queremos porque lo sabemos profundamente. Todo sucede poco a poco, cuando dejamos de juzgar como malas las actitudes que no nos gustan.
La Sabiduría nos hace juzgar todas las cosas, según la mas alta de todas las Causas, de la cual todas las demás dependen sin que ella dependa de ninguna otra.
El mayor catalizador del cambio en las relaciones es la aceptación total de tu pareja tal como es, dejando completamente de juzgarla y de intentar cambiarla.
Evite los pulpitos, plataformas, escenarios y pedestales. Mantente al suelo duro. Es la única forma en que puedes juzgar tu estatus aproximado como hombre.
Para saber hablar, es preciso saber escuchar. Cuando escuchamos dejamos de juzgar, y creamos un espacio de silencio de responsabilidad y consciencia.
Ser testigo es como despertarse por la mañana y al mirarse en el espejo darse cuenta de si mismo – no juzgar o criticar, simplemente observando neutralmente la calidad de estar despierto.
No concibas a Dios como una mera palabra, ni como un extraño, ni como alguien que mora en las alturas a la espera de juzgarte y castigarte.
No juzgar significa aprender apreciar tu dilema y el del otro con corazón. Entonces te puedes permitir y a los otros simplemente ser, sin separación.
Nunca podemos juzgar la vida de los demás, porque cada uno sabe de su propio dolor y de su propia renuncia. Una cosa es suponer que uno esta en el camino cierto; otra es suponer que ese camino es el único.
Dejar de juzgar significa aprender a apreciar tu predicamento y el predicamento del otro con un corazón abierto en lugar de juzgar. Entonces puedes permitir a ti y a los demás para ser, sin separación.
Cuando nos amamos, somos capaces de aceptarnos y valorarnos sin juzgar nuestras carencias, nuestra imperfección y nuestra vulnerabilidad. Cuando nos amamos, no perdemos tiempo intentando cambiarnos.
Se menos un juez y te sorprenderás que cuando te conviertes en un testigo y no te juzgas a ti mismo, dejas también de juzgar a otros. Y eso te hace mas humano, mas compasivo, mas comprensivo.
Esta costumbre de categorizar y juzgar nuestra experiencia nos lleva a reacciones mecánicas de las que ni siquiera nos damos cuenta y que, a menudo, carecen totalmente de base objetiva.
Debido a que yo soy yo, me resulta muy difícil juzgar que tan fascinante podría ser escuchar durante dos horas mi tono nasal y con acento tan marcado para alguien que no fuese yo.
No juzguéis a los demás si no queréis ser juzgados. Porque con el mismo juicio que juzgareis habéis de ser juzgados, y con la misma medida que midiereis, seréis medidos vosotros.
Si se aprende a abrir el corazón, se bajan las etiquetas, se deja de juzgar, y fundamentalmente, no se intenta cambiar a los demás y se los libera a ser quienes están siendo.
A veces es difícil de entender la diferencia entre la identificación con las propias raíces, la comprensión de las personas con otras raíces y juzgar lo que es bueno o malo.
Medite desde el banco de la conciencia y observe la actividad de los pensamientos. No trate de detener, cambiar o juzgar esta experiencia.
Un país, una civilización se puede juzgar por la forma en que trata a sus animales.
Cuando te observes a ti mismo, no debes condenar o aprobar lo que ves. Si dices una mentira, no hay necesidad de juzgarte a ti mismo. El juez no puede ser juzgado, e incluso aceptar es juzgar.
No juzgar a los demás es mantener el corazón abierto al amor.
Somos generalmente rápidos, rápidos en Juzgar, en reaccionar y cambiar.
Juzgarnos o corregirnos supone aplicar la medida ajena al paño propio.
Atestigua sin juzgar.
Hoy no juzgare nada de lo que me ocurra.
Hace falta mucha conciencia para dejar de juzgar.
No se debe juzgar al amor por el sufrimiento pasado.
Deja de juzgar y permite que lo que venga pase y se vaya.
Hasta que punto ha coronado el éxito mis esfuerzos, el lector es quien ha de juzgarlo.
Ascender es captar, no hay que juzgar, solo dejar que suceda.
No juzgar a los demás, es mantener el corazón abierto al amor.
No juzgar a los demás, permite que lo que venga pase y se vaya.
Antes de juzgar a una persona, camina tres lunas con sus zapatos.
Sanaras si tienes una perdida del interés en juzgarse a si mismo.
El amor es algo que nunca se intereso en aprender a juzgar a nadie.
Ascender con la Meditación de Foco Abierto es captar, sin mas, desde la conciencia. Captarlo y ya esta, no hay que juzgar, solo dejar que suceda.
No-juicio: evita juzgar si las cosas son «buenas» o «malas».
La meditación de foco abierto es captar, sin mas, desde la conciencia. Captarlo y ya esta, no hay que juzgar, solo dejar que suceda.
El Universo espera sin juzgar mientras nosotros experimentamos y aprendemos. Cuando estamos preparados, nos abre nuevas puertas.
Si pudiéramos saber primero en donde estamos y a donde nos dirigimos, podríamos juzgar mejor que hacer y como hacer las cosas.
Es mucho mas difícil juzgarse uno mismo que juzgar a los demás. Si logras juzgarte correctamente serás un verdadero sabio.
Nadie puede juzgar, solo uno sabe la dimensión de su propio sufrimiento o de la ausencia total de sentido de su vida.
Es ridículo juzgar el comportamiento de alguien que cumple perfectamente su rol dentro de su etapa evolutiva.
Solamente aquel que construye el futuro tiene derecho a juzgar el pasado.
No se puede juzgar apresuradamente a nadie. Muchos se han arruinado por juzgar apresuradamente.
El alma tiende siempre a juzgar a los otros por lo que piensa de si misma.
Cuando eres impecable, asumes la responsabilidad de tus actos, pero sin juzgarte ni culparte.
Para juzgar cosas grandes y nobles, es necesario poseer un alma igual de grande y noble.
Si alguien a punto de actuar se juzgara a si mismo por los resultados, jamás comenzaría.
Juzgar es separarnos de nuestra divinidad; liberarnos de los prejuicios es recordarla.
Echarle la culpa o juzgar a otra persona te quita poder para cambiar tu experiencia.
Ningún ser pensante juzgara a otra persona por lo que sus enemigos dicen de el.
No juzgar o criticar, simplemente observando es la calidad de estar despierto.
Un conocimiento preciso del pasado de un país es necesario que cada uno que quiera entender su presente y que quiere juzgar de su futuro.
Sin embargo ¿Que clase de persona eres tu que te atreves a juzgar los hechos que ocurren a mil millas de distancia con tu visión que solo alcanza a cubrir un corto tramo?
La forma de equivocarnos con las personas es juzgarlas por aspectos externos. Ninguna persona encaja en los estereotipos que nos formulamos de ellas.
Lo que juzgares por torpe y deshonesto de hacer, no creas que puede decirse con honestidad.
Es necesario renunciar a saber, pero no se puede renunciar a juzgar. (Crainquebille)
Para juzgar sobradamente debemos conocer como aprecian las cosas los ignorantes.
El campeón mundial es la mejor personificación de su época y en base a él podemos juzgar el desarrollo del ajedrez.
El Campeón Mundial es la mejor personificación de su época y en base a el podemos juzgar el desarrollo del Ajedrez.
La meditación de foco abierto es captar, sin mas, desde la conciencia. Captarlo y ya esta, no hay que juzgar, solo dejar que suceda.
Ascender con la Meditación de Foco Abierto es captar, sin mas, desde la conciencia. Captarlo y ya esta, no hay que juzgar, solo dejar que suceda.
Ascender es captar, no hay que juzgar, solo dejar que suceda.
El alma tiende siempre a juzgar a los otros por lo que piensa de si misma.
Hasta que punto ha coronado el éxito mis esfuerzos, el lector es quien ha de juzgarlo.
Solamente aquel que construye el futuro tiene derecho a juzgar el pasado.
Antes de juzgar a una persona, camina tres lunas con sus zapatos.
Si escuchamos, dejamos de juzgar, y creamos un espacio de silencio que nos permite responder desde la consciencia.
Para saber hablar, es preciso saber escuchar. Cuando escuchamos dejamos de juzgar, y creamos un espacio de silencio de responsabilidad y consciencia.
No juzguéis a los demás si no queréis ser juzgados. Porque con el mismo juicio que juzgareis habéis de ser juzgados, y con la misma medida que midiereis, seréis medidos vosotros.
Esta costumbre de categorizar y juzgar nuestra experiencia nos lleva a reacciones mecánicas de las que ni siquiera nos damos cuenta y que, a menudo, carecen totalmente de base objetiva.
Cuando nos amamos, somos capaces de aceptarnos y valorarnos sin juzgar nuestras carencias, nuestra imperfección y nuestra vulnerabilidad. Cuando nos amamos, no perdemos tiempo intentando cambiarnos.
No-juicio: evita juzgar si las cosas son «buenas» o «malas».
A lo único que tenemos que renunciar es nuestro odio propio y juzgarnos a nosotros mismos y a nuestro sentido de indignidad y nuestro sentido de que no somos dignos de amor.
La energía de juzgar te mantiene atado al mundo de la mente, en el que el ego tiene el control.
El dialogo fluye cuando se escucha con aceptación, sin juzgar lo que se dice.
No es necesario repetir lo que queremos porque lo sabemos profundamente. Todo sucede poco a poco, cuando dejamos de juzgar como malas las actitudes que no nos gustan.
Un país, una civilización se puede juzgar por la forma en que trata a sus animales.
Para juzgar cosas grandes y nobles, es necesario poseer un alma igual de grande y noble.
Cuando eres impecable, asumes la responsabilidad de tus actos, pero sin juzgarte ni culparte.
Atestigua sin juzgar.
Se rápido para perdonar. Es verdadera sabiduría no juzgar ni a los otros ni al mundo. Se vacío y puro de mente, con el corazón lleno de compasión.
Ningún ser pensante juzgara a otra persona por lo que sus enemigos dicen de el.
Se menos un juez y te sorprenderás que cuando te conviertes en un testigo y no te juzgas a ti mismo, dejas también de juzgar a otros. Y eso te hace mas humano, mas compasivo, mas comprensivo.
Se puede juzgar el verdadero carácter de un hombre por la forma en que trata a sus compañeros animales.
No se debe juzgar al amor por el sufrimiento pasado.
Nadie puede juzgar, solo uno sabe la dimensión de su propio sufrimiento o de la ausencia total de sentido de su vida.
Nunca podemos juzgar la vida de los demás, porque cada uno sabe de su propio dolor y de su propia renuncia. Una cosa es suponer que uno esta en el camino cierto; otra es suponer que ese camino es el único.
Si se aprende a abrir el corazón, se bajan las etiquetas, se deja de juzgar, y fundamentalmente, no se intenta cambiar a los demás y se los libera a ser quienes están siendo.
Somos generalmente rápidos, rápidos en Juzgar, en reaccionar y cambiar.
No juzgar a los demás, permite que lo que venga pase y se vaya.
No juzgar significa aprender apreciar tu dilema y el del otro con corazón. Entonces te puedes permitir y a los otros simplemente ser, sin separación.
Deja de juzgar y permite que lo que venga pase y se vaya.
Ser testigo es como despertarse por la mañana y al mirarse en el espejo darse cuenta de si mismo – no juzgar o criticar, simplemente observando neutralmente la calidad de estar despierto.
No juzgar o criticar, simplemente observando es la calidad de estar despierto.
Dejar de juzgar significa aprender a apreciar tu predicamento y el predicamento del otro con un corazón abierto en lugar de juzgar. Entonces puedes permitir a ti y a los demás para ser, sin separación.
Una partida de Ajedrez se asemeja a una mujer: cada cual la sobreestima o menosprecia, pero ninguno es capaz de juzgarla fría y objetivamente.
La Sabiduría nos hace juzgar todas las cosas, según la mas alta de todas las Causas, de la cual todas las demás dependen sin que ella dependa de ninguna otra.
Juzgar es separarnos de nuestra divinidad; liberarnos de los prejuicios es recordarla.
No juzgar a los demás es mantener el corazón abierto al amor.
No juzgar a los demás, es mantener el corazón abierto al amor.
No desperdicies tiempo calculando y angustiándote para saber si estas progresando o no en el sendero espiritual. El juzgar el progreso de uno mismo es vanidad. Ten fe en la gracia de tu maestro y de tu Ideal.
Si alguien a punto de actuar se juzgara a si mismo por los resultados, jamás comenzaría.
El amor es algo que nunca se intereso en aprender a juzgar a nadie.
Hace falta mucha conciencia para dejar de juzgar.
A veces es difícil de entender la diferencia entre la identificación con las propias raíces, la comprensión de las personas con otras raíces y juzgar lo que es bueno o malo.
Medite desde el banco de la conciencia y observe la actividad de los pensamientos. No trate de detener, cambiar o juzgar esta experiencia.
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