¿Espejito, espejito, dime quien es el más iluso? - Reflexión
¿Espejito, espejito, dime quien es el más iluso? Tú, si sigues pensando que el reflejo de tu ser en mi dechado es tu realidad, deja tu irreverencia.
JEBUNA
Espejos engañosos
¿Espejito, espejito, dime quien es el más iluso? Tú, si sigues pensando que el reflejo de tu ser en mi dechado es tu realidad. Cuando entenderás que el escenario manifestado es para que aprendas, no para ver ilusiones, el reflejo, es todo un engaño de la situación, solo las mentes mediocres ven expresada su miseria en espejismos imaginarios. Cuando esto sucede, el hipócrita oculta la realidad con amabilidad solapada, solo se le oye decir frases de cajón y exclamaciones positivas que ocultan su necedad con la realidad.
La espiritualidad es práctica, no se deja seducir por la relatividad. Una mente relativa tiene perspectivas diferentes sobre la verdad, una mente cuántica ve la verdad según su polaridad y una espiritual ve la verdad absoluta. No te puedes volver ciego creyendo que si juzgas correctamente estás cometiendo un error, pero aquellos que creen en la teoría de los espejos trataran de callar tu sensatez con el cuento que si ves la realidad esta se volverá a ti. Menos mal que la teoría no existía cuando Jesús piso este planeta. Me imagino a los seguidores de este ridículo ensayo psicológico de los espejitos decir cuando Jesús pregono: ¡Serpientes! ¡Raza de víboras! ¿Cómo van a escapar del castigo de la oscuridad? Dirían, ese hombre habla de su realidad reflejada y ahí sí… ja, ja, que risa que me da.
Otra cosa es que exista un semejante que sirva de estímulo, y que su estado enseñe a los demás. Ahí es donde el ser espiritual mira, ahí es donde se debe hacer la comparación para educarnos. Entendamos que el entorno es un gran Maestro, pero no un gran espejo, ahí es donde contrapuntea el iluminado con los conceptos que no vio Jacques Lacan, el creador de la teoría sobre el estadio del espejo, que es efímera, engañosa o conlleva la enajenación.
Conclusión
La realidad es el entorno donde la ilusión y los espejismos desaparecen. No es posible escapar de la realidad ni con el espejo mejor tallado. La realidad es el asiento donde podemos ver la verdad, donde podemos descubrir lo que somos, nuestras reacciones, nuestros prejuicios, miedos, depresiones, ansiedad, soledad, sufrimiento, dolor, pena. También podemos descubrir si amamos o no. De modo que debemos examinar esa cuestión, porque esa es la base del amor. La verdad os hará libres, pero no la ilusión de un espejo.