Su majestad el efecto placebo

Benéfico, efectivo, desorientador y enriquecedor ($). Se llama efecto placebo a un falso y alentador tratamiento que desencadena un fenómeno sanador.

JEBUNA

LA MENTE ES ENGAÑADA

Benéfico, efectivo, desorientador y enriquecedor ($)

Se llama efecto placebo a un "falso" pero alentador tratamiento que desencadena un fenómeno en el cual los síntomas de un paciente pueden mejorar aparentemente porque el enfermo espera o cree que funciona. En medicina el efecto placebo suele tener su utilidad en el diagnóstico de ciertos procesos psíquicos o psicosomáticos.

Un placebo puede ser cualquier sustancia farmacológicamente inerte que es capaz de provocar un efecto positivo en ciertos individuos enfermos si ellos creen o suponen que esa pastilla es genuina y por tanto deberá ser efectiva.

Todas las sustancias, terapias, energías que se emplean con fines curativos o paliativos provocan al administrarlas un doble efecto: el efecto terapéutico real y el efecto provocado por sugestión.

Salvando el efecto curativo del placebo, este ha servido de motor para que los explotadores utilicen cualquier menjurje, terapia, imanes, piedras, cintas mágicas, manos curativas privilegiadas, pulseras de oro y plata, anillos, fajas para adelgazar, y artilugios electrónicos para curar toda clase de enfermedades.

A la Mente se le engaña fácilmente y el problema o el beneficio, según el caso, es real

El gran problema es de desorientación para el que busca lo real, lo cierto y lo realmente científico que tenga consecuencias duraderas. Y es que pocos se dan cuenta que el falso curandero esconde en sus curaciones espectaculares un placebo de la peor especie.

Aun el médico que le asegura a su paciente que el placebo que le prescribe es una droga farmacológicamente activa entra en una situación no ética por falsedad de la información... y esto ocurre con frecuencia.

En los casos de cáncer, los ingenuos pacientes creen que la quimioterapia y la radioterapia curan, y esto no es cierto; los venenos y los rayos ionizantes matan. Una cosa es prolongar el tiempo de vida con la mayor probabilidad de que el paciente va a morir, y otra cosa el aliviarlo con la seguridad de que el la persona va a vivir... como lo propone este libro.

Cómo distinguir el efecto placebo entre los casos en que el paciente se restablece por un tiempo después de ser irradiado, creyendo ciegamente que se ha hecho lo correcto, no sabiendo que su sistema inmunológico ha sido destruido por los venenos quimioterapéuticos dejándolo completamente inerme ante un futuro caótico?

Cuando el efecto placebo tiene mucha efectividad,
impugna el valor de los medicamentos que más se utilizan en la práctica médica diaria.

Los cura-todo o placebos fueron abundantemente usados durante siglos, utilizando el veneno de serpientes venenosas como uno de los principales sustratos, además se han utilizado opio, diversas raíces, secreciones, excrementos, etc.

Si la enfermedad mejora con placebo significa que parte del problema o enfermedad está en el cerebro, concebido como mente. Pero si el paciente recae después de que pasó el efecto de la creencia, es porque la enfermedad requiere de una acción dinámica real, ya sea quirúrgica farmacológica, o electrónica energética.

El efecto contrario del placebo es el Efecto Nocebo, que ocurre cuando un paciente no cree en su médico ni en sus fármacos. Les ocurre a profesionales que carecen de una buena presentación en sus consultorios, en los que no tienen carisma o atienden mal, y en los consultorios donde no existen elementos suficientes aparatos los cuales el paciente considere que serían de utilidad para solucionar sus problemas de salud.

Recordando la Teoría de la No Violencia contra las células explicada en este libro, la única salida efectiva frente al cáncer es erradicar la cadena de causas que lo generan. Para el efecto emplear todos los sistemas disponibles efectivos —que no sean placebos— ni que tampoco sean agresivos, sino que conlleven a ayudar a la Madre Naturaleza la cual es la única responsable de la curación propiamente dicha.

De ahí en adelante, y habiendo investigado hasta la saciedad sobre los sistemas y terapias empleadas, y después de estar seguros de haber hecho lo correcto, solo entonces podemos confiar en que las fuerzas curativas del organismo arreglaran sin falta el problema, ya que el impulso natural de la vida es curarse, esto es recuperar la salud; y, en el caso de haber superado en forma definitiva el cáncer, quiere decir volver a vivir.

La presente información es muy importante para los pacientes y familiares porque abundan los estafadores que ofrecen productos espectaculares curalotodo y no son más que simples placebos. Se ofrecen frascos cargados con electrones (negativos) y esto no es posible físicamente porque los electrones no se pueden guardar en un frasco. Únicamente se pueden retener en un condensador (electrostático) o extraerlos de la tierra en forma permanente mediante la fuerte acción de un Sintetizador de Iones Negativos.

Existen tendencias medicas en las cuales basan sus placebos en términos rebuscados y complicados con sabor a ciencia que aparentan ante las personas comunes (y ante profesionales incautos) como medicinas avanzadas. Pero sus planteamientos y lo que quieren decir ese lenguaje complicado carece de fundamento científico real.

Es fácil para los verdaderos físicos e ingenieros electrónicos desbaratar ese idioma con sabor a ciencia futurista. Ya hemos examinado sus marañas y en su fondo no hemos encontrado nada verdaderamente científico... simples placebos con base a palabras rebuscadas. Obviamente presentan casos de curaciones fabulosas... de enfermedades sicosomáticas (fáciles de tratar porque desaparecen solas ante una buena sugestión.), pero, cuando se trata de sanar verdaderamente una enfermedad real (causal) los casos que presentan los Placeberos no pueden ser verdaderos.

Por otro lado constituye un caso vergonzoso para la Comunidad Medica el caso de médicos que, después de haber estudiado en la Universidad durante 8 largos años, aparezcan en la televisión vendiendo pulseras con imanes y combinación de metales que aseguran que pueden curarlo todo.

Es de lamentar que esta sufrida humanidad continúe siendo atacada, muchas veces por médicos de renombre que distorsionan la verdadera ciencia, la cual es pura, exacta y por tanto se puede expresar con palabras sencillas. Pero estos señores complican las explicaciones para esconder dentro de las palabras rimbombantes vulgares placebos carentes de principios activos reales. Se apoyan en la teoría Cuántica, que no entienden, otras veces se apoyan en Einstein sin saber siquiera lo que Él advirtió: Todo aquello que no se pueda expresar con palabras sencillas se debe a que no es verdad.

¿Por que prosperan estas personas y cuentan con innumerables casos de curaciones que pregonan a los cuatro vientos? Porque, como anunciamos al principio, el placebo obra realmente por la fuerza mental que logró infundir en el paciente que creyó ciegamente en el show objeto del placebo.

Lo importante de todo este embrollo es que los placebos obran únicamente en enfermedades donde la mente fue la causante de que apareciera el síntoma, y este síntoma se puede hacer desaparecer dándole la vuelta a la convicción mental que los creó.

Más, en las enfermedades donde predomina soma, como en es el caso del cáncer, únicamente se puede obtener una curación actuando física y drásticamente sobre la causa real del problema. Tal es caso de la magnetoterapia que actúa dinámicamente sobre las causas de muchas patologías y resuelve situaciones difíciles de aliviar por otros medios.

No obstante debe reconocerse que no existe enfermedad carente del componente psicosomático, siendo necesario encausar el estado mental del paciente pero utilizando otros medios que no se asienten en el engaño.

Afortunadamente seguirá habiendo gente honesta y sabia que se acoge a la ciencia en un esfuerzo inmenso para tratar de erradicar verdaderamente y de la mejor forma posible los males que aquejan a la humanidad.

En los próximos capítulos invito al paciente a poner la mente de su parte utilizando la correcta manera de hacerlo sin necesidad de acudir a personas inescrupulosas que le cobren altas sumas por presentarles un show mental barato.