La iluminación espiritual

Osho y la homosexualidad

LA HOMOSEXUALIDAD

Tienes que aceptar lo que eres.

Sin condenas, sin juicios, sin evaluaciones. Eres homosexual, ¿y qué? !Disfrútalo! La vida te ha hecho así, es la forma que ha tenido Dios de expresarte en ti, y ha habido homosexuales geniales, Sócrates entre otros. Si os fijáis en la larga historia de los homosexuales, os quedaréis sorprendidos: han disfrutado de mejor compañía que los heterosexuales.

En realidad, grandes poetas, pintores, músicos artistas... todos tenían tendencias homosexuales. Hay algo en esa tendencia, y hay que comprenderlo: ¿por qué pintores, poetas y artistas? Porque son las personas inventivas, que nunca se sienten satisfechas con las cosas tal y como las encuentran e intentan hacer cosas nuevas.

LA CULPA

El sentimiento de culpa no es bueno.

En el fondo, tienes las sensación de estar haciendo algo malo, y por eso te duele. Tienes una herida interior, quizá la hayas tapado, pero sigue ahí. Y si me comprendes, debes destaparla. Solo se curará cuando la destapes. Deja que el sol la cure, y el viento. !Destápala!. Seas lo que seas, está bien. No es asunto de nadie. Si dos hombres se sienten bien juntos, nadie tiene por qué interferir. Nadie puede intervenir, ni la ley, ni el gobierno, ni la religión, ni la iglesia. Si se sienten felices juntos, están en todo su derecho de continuar así. Y queremos que el mundo sea feliz: esas dos personas están contribuyendo a la felicidad del mundo con su propia felicidad.

Si dos mujeres se sienten bien juntas, el mundo es más feliz por ello, y mejor. No hagáis que se sientan culpables sin necesidad. Pero la culpabilidad persiste, porque desde hace siglos se os ha enseñado que la homosexualidad es uno de los mayores pecados. Quizá o sorprenda saber que en algunos estados de Estados Unidos, hace solo un siglo, se castigaba la homosexualidad con cadena perpetua. Y en algunos países te decapitaban si te sorprendían en una relación homosexual. La humanidad ha cometido muchas estupideces en tiempos pasados, y todos llevamos esos condicionamientos en lo más profundo del inconsciente colectivo.

LA CONDENACIÓN

Tú condenas tu homosexualidad, te molestan los chistes de maricas.

A menos que una persona sea capaz de reírse de sí mismo, no puede saber qué es la risa, ni la belleza de la risa. Reírse de los demás es muy sencillo, es violento, es cruel. Reírse de sí mismo tiene algo de espiritual. Pero siempre nos escondemos tras las racionalizaciones. Piensas que esos chistes suponen una ofensa para la minoría homosexual. Deberías saber una cosa: como yo no soy ni heterosexual, ni homosexual, ni bisexual, no estoy ni a favor ni en contra de nada. Yo ya no tengo que ver nada con el mundo del sexo. El sexo no significa nada para mí, y por eso puedo aceptaros a todos.

Vuestros supuestos santos no son capaces de aceptaros a todos, porque siguen anclados en el mundo del sexo, siguen siendo seres sexuales, reprimidos, obsesionados, quizá en contra del sexo, pero ponerte en contra de algo significa que sigues obsesionado. Yo no estoy ni a favor ni en contra. !Sencillamente, no importa!. Son simples juegos a los que a las personas le gusta jugar: pura diversión y nada más. No en serio, es algo infantil. Heterosexuales, homosexuales, bisexuales: todos son lo mismo, algo infantil. Espero que algún día superes todo esto, y entonces se producirá un fenómeno completamente distinto...

LA ESPIRITUALIDAD

La homosexualidad es absolutamente anti espiritual.

Porque no puede darte una agudeza en tu sensualidad, no puede hacer que tu placer sensual sea un indicador de una felicidad más alta. La homosexualidad es de alguna manera estar atascado, no es más un viaje, no estás yendo a ningún lado. El encuentro entre hombres y mujeres es un viaje, es una exploración, es un esfuerzo para entender el polo opuesto, para entender las dialécticas de la vida. Es una gran lección, y sin esta lección no te puedes mover más alto en la consciencia, en la felicidad, en la espiritualidad.

Pero el hombre ha caído tan bajo... Zarathustra era muy predictivo, que llegarían pronto los días en que el hombre se tornaría tan pequeño, que no sería digno de ser llamado hombre. Parece que esos días han llegado.

Una de las razones por las cuales el parlamento holandés decidió que yo no podría entrar en Holanda, es que había estado hablando en contra de la homosexualidad. Ni yo lo podía creer. ¿Es que acaso la religión de Holanda es la homosexualidad? Pero por cierto muestra que los miembros del Parlamento y el Primer Ministro y el Gabinete de Holanda, parece que todos son homosexuales, porque ni una sola persona se paró y dijo: Esto está en contra de toda la nación ¿Qué es lo que quieren decir? ¿Qué si una persona ha hablado en contra de la homosexualidad ha cometido un crimen? ¿Son una nación de homosexuales? ¿El está en contra de su nación?.

Cuando escuché esto inmediatamente le informé a mi gente:
Díganle al Parlamento que el nombre de Holanda debería ser cambiado,
debería ser Tierra de Homosexuales, eso sería más apropiado.

Pero el hombre ha caído muy bajo y ha caído tan bajo a causa de tus santos. Porque ellos te han estado enseñando a ser célibe, lo cual está en contra de tu naturaleza; el celibato es la causa de la homosexualidad. Y ahora un obispo americano ha salido y ha declarado abiertamente... y no ha sido refutado por el Papa ni por ninguna otra asociación o iglesia Cristiana. Ha dicho abiertamente que el celibato no incluye la homosexualidad: puedes ser célibe y al mismo tiempo ser homosexual. El celibato significa solamente que no puedes ser heterosexual. Solamente no impide que los hombres se encuentren con las mujeres, impide que los hombres hagan el amor con otros hombres, o una mujer con otra mujer. No está en contra del lesbianismo o de la homosexualidad. Y el Papa ha permanecido en silencio y su silencio dice mucho, porque él sabe perfectamente bien que más del cincuenta por ciento de sus obispos, arzobispos, cardenales, sacerdotes, son homosexuales.

La homosexualidad nació en los monasterios: Budistas, Cristianos, Jainas, donde haya tantos célibes forzados a vivir juntos, un solo sexo, la naturaleza encuentra algún modo, por más perverso que sea. Estas personas que han estado en contra del placer sensual, han destrozado al hombre de un modo tan sutil que han creado una humanidad perversa. Y ellos todavía son nuestros líderes, todavía son los guías de nuestra espiritualidad.

¿Y quién ha comprendido nunca enteramente hasta qué punto son extraños,
uno para el otro, el hombre y la mujer?

Solo un hombre de profunda experiencia sensual puede entender la vasta diferencia y la singularidad de los hombres y las mujeres. No es una cuestión de igualdad y no es una cuestión de desigualdad, es una cuestión de que son seres únicos. Y entre ellos solamente la amistad es posible.

Todo este sinsentido del matrimonio hace que el hombre sea muy importante y la mujer se vuelva solamente una sombra. ¿Por qué después del matrimonio una mujer tiene que tomar el nombre de su marido? Estos son modos sutiles de dejar claro que ahora es secundaria. Ella no tiene más su propia identidad. Su marido es su identidad. Naturalmente, el matrimonio nunca puede ser pacífico. Donde sea que haya un esfuerzo por dominar, va a haber conflictos y peleas. Y todos los matrimonios crean solamente infierno.

Avidez de poder: el azote de fuego de los de corazón endurecido; el cruel tormento que se reserva para sí el más cruel, la llama sombría de las hogueras vivas. Avidez de poder: ante cuya mirada se arrastra y se inclina el hombre tornándose más bajo que el cochino y la víbora, hasta que por fin estalla en el grito del gran desprecio... Uno tiene que mirar a las cosas en su totalidad. La avidez de poder ha creado esclavitud, ha destruido a la humanidad de muchas maneras. La avidez de poder está quemante en todos los corazones….es destructiva y horrible. No se te permite ser tú mismo. La sociedad moldea al individuo conforme a un particular patrón establecido. Eso significa represión. La parte restante de tu ser es reprimida (Cualquier sociólogo te puede contar esa historia)

Pero permanece ahí y existe un conflicto constante. La parte que la sociedad tolera y la parte aún mayor que la sociedad no tolera, están en tensión, en conflicto; en un constante conflicto interno. Si dices que el sexo es malo, lo condenas, pero no lo destruyes. Con solo condenarlo, no lo destruyes. Al contrario, se va convirtiendo cada vez más y más en una fuerza peligrosa, porque cuando es reprimido, lucha por expresarse. Y si continúas luchando con él, sin tolerarlo, se convertirá en perversión. La represión te hará más sexual y la energía sexual luchará y tratará por todos los medios de expresarse, de cualquier forma.

Todas las perversiones, en todo el mundo,... la homosexualidad o las perversiones sadomasoquistas son subproductos de las mal llamadas religiones, particularmente del cristianismo, porque cuanto más reprimen, más trata la energía de encontrar sus propios caminos. El sexo natural es hermoso; el sexo pervertido es repugnante. El sexo natural puede ser venerado y considerado sagrado, pero el sexo pervertido no puede ser considerado sagrado porque, por dos veces, ha sido apartado de su fuente original.