Misión de ayuda
La FE tradicional Dios le quitó a Luis a su mamá Ivonne y se lo llevó para el cielo. Respetable, pero hay claridad si vemos al bebé como un Maestro.
GONZALO GALLO
EL BEBÉ COMO UN MAESTRO
Según la fe tradicional Dios le quitó a Luis Santiago a su mamá Ivonne y se lo llevó para el cielo.
Respetable, pero hay más claridad sobre esa muerte horrenda, si vemos al bebé como un Maestro. Un espíritu que vino en misión de ayuda a despertar conciencias e impulsar cambios. Sí, todos venimos con un plan en lo esencial que puede incluir una muerte trágica como la vivió el mismo Jesús. Luis Santiago se fue el día que era, a la hora que era y de la forma que era, y Dios no se lo llevó, aunque está con Él, ni impidió su partida, porque a eso vino.
A su madre le dejó exigentes lecciones de perdón, desapego, fortaleza y aceptación que necesita vivir. Y a nosotros nos hizo un llamado perentorio a cambiar muchas cosas para que algo tan horrible no se repita. Así funciona la vida, no como nos lo han enseñado.
Antes de venir a la tierra ya estábamos con Dios en el plano espiritual del amor y la luz. En esa dimensión también se evoluciona paso a paso y un día decides venir al planeta. Con la guía de varios seres de luz y tu ángel protector se traza un programa de vida y eliges los hechos fundamentales, no los detalles ni cómo vas a manejar tu existencia.
Ese programa incluye pruebas y obstáculos para poder practicar las exigentes lecciones del amor: se incluyen ofensas para crecer en perdón, crisis para tener fe y pérdidas para practicar el desapego. Por lo mismo, lo que acá ves como un mal, en realidad es una oportunidad, pero no es fácil superarlo.
Nada es casual y todo llega para el bien, para aprender y enseñar amor que es la misión de la vida y lo esencial.
Con esta visión explicas mejor la existencia y no culpas a Dios por los 'males' o por la muerte de los que amas. Él solo respeta el plan que elegiste y te da su amor en la vida y en la muerte, que solo es una transición o un regreso al Reino de la Luz, la paz y el amor.
Cae en la cuenta de que según esta sabiduría no hay seres buenos ni malos, solo hay espíritus con mayor o menor conciencia y, aunque cueste digerirlo, los espíritus inconscientes ayudan a los otros a avanzar. En otras palabras, quien te talla te invita a crecer en paciencia, aquel que te critica te enseña humildad y quien te quita algo o te mata te enseña desapego y otras exigentes lecciones. El espíritu ignorante recogerá el mal fruto de sus acciones, pero al fallar actúa sin saberlo como un maestro. Parece extraño, pero el 'malo' es tu mejor maestro en el aprendizaje del amor. Al morir o trascender todos volvemos donde Dios y vamos a distintos niveles según lo que cada ser sembró para que exista la justicia. Lo que cuenta es que la transición de un bebé nos mueva a cambiar y actuar con humanismo y buena conciencia.