La iluminación espiritual

Limitate a ser testigo de los recuerdos

LOS RECUERDOS

¿Cómo librarse de los recuerdos?

La mente es memoria; es como un ordenador. Para ser exactos, es un ordenador biológico. Acumula todo aquello que es experimentado, conocido. A través de muchas vidas, a través de millones de experiencias, la mente acumula recuerdos. Es un fenómeno inmenso. Millones y millones de recuerdos son almacenados en ella. Es un gran almacén.

Todas tus vidas pasadas se encuentran almacenadas en ella. Los científicos dicen que en un solo instante miles de recuerdos están siendo almacenados, continuamente; sin tú saberlo, la mente continua funcionando. Incluso mientras estás dormido, está generando recuerdos. Incluso mientras duermes... alguien grita y llora y tus sentidos están funcionando grabando la experiencia. Puede que por la mañana no seas capaz de recordarla porque no eras consciente, pero en hipnosis profunda puede ser recordada. En profunda hipnosis todo aquello que a sabiendas o sin saberlo has experimentado, puede ser recordado; también tus vidas pasadas. La capacidad de la mente es realmente inmensa. Esos recuerdos son buenos si sabes utilizarlos, pero esos recuerdos son peligrosos si empiezan a utilizarte a ti.

Una mente pura es amo de sus recuerdos. Una mente impura es la que continuamente es manejada por los recuerdos. Osho

Cuando ves un hecho, puedes verlo sin interpretarlo. Entonces la consciencia está en contacto directo con la realidad. O puedes verlo a través de la mente, a través de interpretaciones. Entonces no estás en contacto con la realidad. La mente es buena como instrumento, pero si la mente se convierte en una obsesión y la consciencia resulta reprimida por la mente, también la realidad resultará reprimida por la mente. Entonces vives una ficción.

Si vives una ficción eres incapaz de escucharme debido a tu memoria; eres incapaz de ver debido a tu memoria; eres incapaz de ver la realidad del mundo debido a tu memoria. Los recuerdos aparecen: el pasado, tus conocimientos, lo que has aprendido, tus experiencias,... y colorean la realidad. El mundo no es ilusorio, pero cuando lo interpretas vives en un mundo ficticio. Recuerda esto.

Los hindúes dicen que el mundo es una ilusión. Cuando dicen esto no se refieren al mundo que hay aquí; se refieren simplemente al mundo que está dentro de ti, al mundo de tus interpretaciones. El mundo de los hechos no es irreal; es la existencia misma, es la suprema realidad. Pero el mundo que has creado a través de tu mente y de tus recuerdos y en el cual vives, el que te rodea como una atmósfera y en el que te mueves y con el que te mueves... siempre lo llevas a tu alrededor donde quiera que vayas. Los recuerdos son tu aura y a través de ellos observas el mundo. Entonces todo lo que miras no es la realidad, es una interpretación.

Cuando solo eres testigo la memoria es purificada y la mente es capaz de ver la verdadera naturaleza de las cosas sin obstrucciones. Patanjali

SÉ TESTIGO DE LOS RECUERDOS

Obsérvalos, sé testigo de ellos.

Y recuerda siempre que esto me ha pasado a mí, pero yo no soy esto. Claro que naciste en cierta familia, pero ese recuerdo no eres tú; te ha ocurrido a ti, es un suceso exterior a ti. Claro que alguien te puso un nombre eso tiene su utilidad, pero el recuerdo del nombre no eres tú. Claro que tienes una forma, pero ese recuerdo de la forma no eres tú; la forma es solo la casa en la que vives. La forma es solo el cuerpo en el que vives. Y el cuerpo te lo dieron tus padres. Es un regalo, pero ese recuerdo no eres tú.

DISCRIMINA TUS RECUERDOS

Obsérvalos y discrimina.

Discrimina sin parar. Sigue discriminando... llegará un momento en el que habrás eliminado todo lo que no eres tú. De pronto, en ese estado, te enfrentas por primera vez a ti mismo, te encuentras con tu propio ser. Sigue suprimiendo el recuerdo de todas las identidades que no son tú: la familia, el cuerpo, la mente. En ese vacío, cuando todo lo que no eres tú ha sido eliminado, tu ser emerge de pronto, por primera vez te encuentras contigo mismo, y ese encuentro se convierte en maestría.

NO-MENTE

No persigas la mente.

No es que no se detenga, pero no se puede detener. Se detiene por sí solo. Esta distinción hay que entenderla bien; de lo contrario, te volverás loco persiguiendo a tu mente. La no-mente no surge deteniendo el pensamiento y los recuerdos. Cuando ya no hay pensamiento, ni recuerdos, hay no-mente. Pero el esfuerzo de detenerlo creará más ansiedad, creará conflictos, hará que te dividas. Vivirás en un constante torbellino interior. Eso no te va a servir de nada.

Y aunque consiguieras detenerlo por la fuerza durante unos instantes eso no representa ningún logro... porque esos pocos momentos estarán casi, muertos, no estarán vivos. Puedes sentir una especie de quietud... pero no silencio. Porque la quietud forzada no es silencio. Por debajo, en las profundidades del subconsciente, la mente reprimida sigue funcionando.

Así pues, no hay manera de detener la mente, pero la mente se detiene... de eso no cabe duda. Se detiene por si sola.

¿Qué es lo que hay que hacer?

Es una pregunta importante. Observa. No trates de detenerla. No hay necesidad de idealizar ningún acto contra la mente. En primer lugar, ¿quién lo iba a hacer? Sería la mente luchando, contra sí misma. Dividirás tu mente en dos: una parte que intenta tomar el mando, hacerse el amo, matar a la otra parte de sí misma... lo cual es absurdo. Es un juego idiota, que te puede volver loco. No intentes detener la mente o el pensamiento... solo obsérvalo, déjalo fluir. Déjalo en completa libertad. Deja que corra tan rápido como quiera. No intentes controlarlo en modo alguno. Limítate a ser testigo.