José Mujica dice que el tiempo es ahora
José Mujica nos dice que el tiempo es ahora, que es el tiempo para todo. El tiempo para amar, para meditar, para la unión, para la austeridad y para vivir.
JOSE MUJICA
ES AHORA O NUNCA
No aplaces, el tiempo es aquí y ahora.
Cuanto más vivas en el presente, menos necesitarás esa constante actividad mental, ese constante pensar. ¡Lo necesitarás cada vez menos! Está ahí a causa de los aplazamientos y seguimos aplazándolo todo.
Vivimos siempre en el mañana, que nunca llega y no puede llegar; es imposible. Lo que llega es siempre el hoy, y nosotros seguimos sacrificando el hoy al mañana, que no existe. Entonces la mente sigue pensando en el pasado, que ya has destruido, que has sacrificado en aras de algo que aún no ha llegado. Y después sigues aplazando las cosas para otros mañanas.
El presente, para la mente, no es nada más que la línea divisoria entre pasado y futuro. Para la mente el presente no es realmente existencial. Solamente es una línea divisoria desde la que puedes desplazarte al pasado o al futuro.
La mente nunca está en el presente porque es incapaz de ir al presente.
Entiende esa cualidad del tiempo en el presente: siempre vives un solo instante. Tanto si eres una persona de a pie como si eres un político, da igual. Tu depósito temporal es el mismo, solamente de instante a instante, y no puedes moverte en él. No hay lugar dónde moverse y la mente existe únicamente si hay movimiento. Por eso la mente nunca emplea el presente, no puede emplearlo.
Actúa ahora, es el tiempo para todo. Es el tiempo para amar, para meditar, para la unión, para la austeridad y para vivir. Nada ha sucedido en el pasado; sucedió en el Ahora. Nada va a pasar en el futuro; va a pasar en el Ahora.
Podemos cambiar nuestra realidad pero solo en el ahora.
Veamos unas reflexiones de José Mujica que enseñan que el tiempo es ahora...
EL TIEMPO ES AHORA
Cuando tú compras algo, el instrumento es el dinero, pero en realidad estás comprando con el tiempo de tu vida. El tiempo que te costó conseguir ese dinero.
Sobrios, sin ser ascetas, livianos de equipaje para tener la mayor cantidad de tiempo libre y volcarlo socialmente. El tiempo es ahora y es para gastar la mayor cantidad en nuestra vida en aquello que nos gusta hacer.
ES TIEMPO DE AMAR
El amor es el arma más poderosa del planeta, el que tiene amor en su corazón, nada le falta y es más valiente que aquellos que dicen tener coraje de enfrentar la vida y no se atreven. La única adicción no nociva para la salud es el amor.
Para darle valor a algo o alguien no hay que esperar que esa persona te dé o haga algo por ti. A veces le damos valor a cosas que no son importantes y las que de verdad reflejan importancia como el amor las ignoramos hasta que las perdemos y recién ahí nos damos cuenta de lo que realmente teníamos.
El dolor, cuando no te destruye, te hace pensar en profundidad. Ahí le comencé a dar enorme valor a el tiempo de amar, a lo que no tenía, a las cosas más pequeñas, a lo cotidiano. No me pudieron destruir y fui construyendo mi sistema de pensamiento, porque una cosa es leer y otra ir rumiando lo que leíste.
ES TIEMPO DE MEDITAR
La peor soledad es la que llevamos dentro, es tiempo de meditar. Habla con el que tienes dentro, es tiempo de meditar un poco, mirar por una ventana al cielo y, el que no lo tiene, imaginarlo.
ES TIEMPO DE UNIÓN
Estamos navegando en un barquito que se llama Tierra y parece que la globalización existe para que el sistema financiero junte plata, para que las riquezas se concentren y nos demos cuenta de que en realidad dependemos los unos de los otros. Esto que es tan malo tiene una cosa buena: llamarnos la atención que los problemas de otra parte también son los problemas nuestros.
Más allá del problema del coronavirus, el ser humano avanza a un holocausto ecológico, el cual podría frenarse con voluntad colectiva.
No es un problema ecológico, sino político. Nunca el hombre tuvo tantos recursos, capacidad, ni capital para frenarlo. Vamos a un holocausto ecológico y están haciendo una gigantesca sartén para freírnos.
No estamos en guerra, esto es un desafío que la biología nos mete para recordarnos que no somos tan dueños absolutos del mundo como nos parece.
Pienso que el planeta está en eso porque es tiempo de unión y tenemos algo que nos favorece, esa tendencia y conducta colmenar, propia del pensamiento de Confucio, de gente que toma medidas colectivas y las cumple naturalmente.
ES TIEMPO DE AUSTERIDAD
La religión fanática de nuestra época, el dios mercado; él lo gobierna todo, o casi todo. Si en grande no somos capaces de instrumentar medidas como las que se están instrumentando hoy en los países por el susto, este virus nos acorraló, nos tiene asustados y tomamos cierto grado de medidas heroicas.
Un poco más de generosidad, menos egoísmo. Más claro: no sé para qué mierda un puñado de viejos en este mundo siguen amontonando plata y quieren más plata y más plata… ¡qué mierda! ¿Por qué no se dejan de joder? Si se van a morir como cualquiera.
Pobres no son los que tienen poco. Son los que quieren mucho. Yo no vivo con pobreza, vivo con austeridad, con renunciamiento. Preciso poco para vivir. No quiero hablar de austeridad porque es una palabra prostituida; abogo por una manera personal de vivir con sobriedad.
La economía sucia y la corrupción son plagas actuales cobijadas por ese antivalor que sostiene que somos más felices si nos enriquecemos sea como sea.
Los indigentes del mundo son de la humanidad y ésta debe, como tal, propender a empeñarse en su desarrollo, para que puedan vivir con decencia por sí mismos.
Es tiempo de austeridad, pido a todo el sistema político para tener autoridad moral. Que el sistema político se meta la mano en el bolsillo, para repartir un poco más.
ES TIEMPO DE VIVIR
Luchamos porque tenemos temor de morirnos, aunque no lo confesemos. Pero si queremos la vida, la gran pregunta es en qué gastamos la vida. ¿En pagar cuotas? ¿O en vivir? ¿Y qué es vivir? Es tiempo de vivir y de tratar de sentirse feliz y gastar la mayor cantidad de tiempo de nuestra vida en aquellas cosas que nos gratifican sin perjudicar a otro.
Mientras las personas tengan causas para vivir y para luchar, no tendrán tiempo para estar desencantados o que se los coma la tristeza.
Estás como huyendo de la muerte. Al final, la muerte es inevitable. Pero como decía Tirso: cuando pienso que me voy a morir, tiendo la capa y me voy a dormir. Vivir, vivir y luchar por vivir. Afirmar la vida frente a la muerte.
No soy pobre, soy sobrio, liviano de equipaje, vivir con lo justo para que las cosas no me roben la libertad. Vivir mejor no es solo tener más, sino que es ser más feliz.
La crisis actual ha demostrado la cantidad de cosas superfluas que tenemos.
José Mujica