CUENTOS: DIOS

Anhelar a Dios con fuerza

Solo puedes anhelar a Dios con toda tu fuerza si estás dispuesto a poner todo tu ser en la búsqueda, a involucrarte con todo tu corazón y todo tu ser.

Dios y las campanas del templo

Si deseas ver a Dios, mira atentamente la creación. No rechaces: no reflexiones de ella. Simplemente obsérvala. La observación es el camino a la no-mente.

Dios y el zapatero

Si nos amamos verdaderamente, somos capaces de aceptarnos y valorarnos sin ambicionar nuestras carencias, nuestra imperfección y nuestra vulnerabilidad.

Dios y el Robot

Un robot sigue haciendo algo; no es bueno ni malo. El robot no tiene espíritu, no tiene alma. Simplemente repite. La repetición está muerta, sin Dios.

La perspectiva y Dios

Así es el ego: pensarte separado de la existencia, es perspectiva científica. Pensarte a ti, uno con la existencia, es perspectiva de la espiritualidad.

Dios y la aceptación

Las cosas son lo que son, Dios es como es. Si lo aceptas y lo comprendes no hay nada más que hacer. Entonces podrás seguir observando y seguir disfrutando.

El bebé y Dios

Lo invisible es infinitamente más numeroso que lo visible. En la tierna infancia somos capaces de percibirlo, pero llega un día, en que dejamos de hacerlo.

Dios sin intermediario

Si no están los intermediarios, las personas tardarían mucho menos en encontrar a Dios, en darse cuenta de que pueden hacerlo sin la ayuda de los demás.

Los cangrejos envidiosos

En tu vida te estás comparando, sí, por el contrario, dejas de comparar, la envidia desaparece. Lo único que sabes es que tú eres y que no eres nadie más.

Juan el testigo de Dios

Se necesita a alguien que pueda ser un testigo, que pueda dar testimonio, que pueda decir: «Sí, yo Le conozco», que pueda resonar en tus profundidades.

Dios y el tiempo

Sabías que el tiempo nadie lo ha visto, que no hay forma de verlo. Si buscas, se ha ido, si piensas, no está ahí. Si simplemente eres, está ahí. Lo vives.

El problema del ego y Dios

Hay algo decisivo: si proteges tu ego, perderás a Dios. Si estás preparado para abandonar tu ego, le encontrarás. En ese abandonar se produce el hallazgo.

Dios y el camino del medio

¿Cómo servir a Dios? Permanece en equilibrio y así servirás a Dios. Permanece en equilibrio y Dios estará a tu alcance y tú estarás al alcance de Dios.

El taxímetro y Dios

Cuando el taxímetro corre lentamente te sientes feliz, cuando el taxímetro corre a mil te sientes infeliz; tu felicidad depende de alguna causa externa.

El pordiosero superior

La superioridad supone la ausencia de inferioridad, no es su opuesto. Simplemente no comparas. Cuando no comparas, ¿cómo puedes ser superior o inferior?

Dios está en tu interior

Para ir a tu interior debes trascender todas las ataduras. Sólo entonces puedes encontrar la fuente: la fuente que es la libertad, la fuente que es Dios.

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