Las adversidades
Cuento zen con moraleja
Las adversidades pueden abrirnos nuevos horizontes y ser causa de crecimiento. Entonces más allá de la adversidad surge un nuevo centro de consciencia.
Cuento zen sobre las adversidades
Había un pájaro que se refugiaba a diario en las ramas secas de un árbol que se alzaba en medio de una inmensa llanura desértica. Un día, una ráfaga de viento arrancó la raíz del árbol, obligando al pobre pájaro a volar cien millas en busca de un nuevo refugio... hasta que, llegó a un bosque lleno de árboles cargados de ricas frutas.
MORALEJA
Las adversidades pueden abrirnos nuevos horizontes y ser causa de crecimiento. Si el árbol seco se hubiera mantenido en pie, nada hubiera inducido al pájaro a renunciar a su seguridad y echarse a volar.
Y a través de las adversidades -y es una técnica, recuérdalo, es una de las más grandes técnicas que ha sido usada a través de los tiempos- si hay adversidades, entonces llegarás a nuevos horizontes. Si hay adversidades, entonces más allá de las partes en adversidad surge un nuevo centro de consciencia. Si hay una adversidad, entonces las energías están involucradas, todo tu ser está en turbulencia: se crea un caos y de ese caos nace un nuevo horizonte.
Todo nuevo nacimiento necesita un caos; todo este universo ha nacido del caos. Antes que tú realmente nazcas será necesario un caos -esa es la guerra de Jesús. Él dice: «He venido, no a darles paz», no es que él no haya venido a darte paz, pero no la paz barata que te gustaría que se te dé.
De ahí que haya elegido hablar sobre Cristo. Pero recuerda siempre, no estoy hablando del cristianismo. La Iglesia es siempre anti Cristo. Una vez que tratas de organizar a una rebelión, esta tiene que hundirse. No puedes organizar a una tormenta -¿cómo vas a organizar a una rebelión? Una rebelión está viva y es verdadera solo cuando es un caos.
Con Jesús, un caos penetró en la consciencia de la humanidad. Ahora, la organización no debe hacerse en el exterior, en la sociedad; el orden debe ser llevado al núcleo más interno de tu ser. Cristo ha traído un caos. Ahora, partiendo de ese caos, de esa adversidad, debes renacer totalmente: un orden que proviene del ser más interno. No una nueva Iglesia, sino un hombre nuevo; no una nueva sociedad, sino una nueva consciencia humana. Ese es el mensaje.
Recuerda: La adversidad hará algo por ti o para ti.