La iluminación espiritual

Gandhi a favor de la verdad y la no violencia

MAHATMA GANDHI

Imagen; Gandhi a favor de la verdad y la no violencia; Mahatma Gandhi

LA VERDAD Y LA NO VIOLENCIA

La no violencia y la verdad son inseparables.

Lo mismo que un árbol tiene una sola raíz y múltiples ramas y hojas, también hay una sola verdad y perfecta, pero diversificada en numerosas ramas, por intervención de los hombres. No tengo nada nuevo para enseñarle al mundo. La verdad y la no violencia son tan antiguas como las montañas. Todo lo que hice fue tratar de experimentarlas en la mayor escala posible.

Si tuviéramos una visión plena de la verdad, ya no buscaríamos a Dios, sino que seríamos uno con él, porque la verdad es Dios. Busca la verdad y exprésala. La verdad es totalmente interior. No hay que buscarla fuera de nosotros ni querer realizarla luchando con violencia con enemigos exteriores. Para tener una visión plena de la verdad y de Dios, es vital conocer la espiritualidad y la religiosidad para robustecer el corazón.

Todas las religiones, aunque difieren en algunos aspectos, señalan con unanimidad que nada vive en este mundo más allá de la Verdad.

GANDHI Y LA VERDAD

Gandhi fue siempre un ardiente defensor de la verdad.

No puedo tolerar la menor concesión a la mentira en mis escritos. Estoy dispuesto a rechazar todo lo que se consiga con mengua de la verdad y, por otra parte, estoy convencido de que no hay más religión que la verdad.

Gandhi defensor de la verdad cuando se trataba de una verdad que cada uno debía buscar de acuerdo con su entendimiento y su inteligencia para luego aplicarla a todos los actos de la vida. La verdad era para él como una brújula que guiaba las actividades esenciales de su vida en lo político, lo social, lo religioso, lo familiar y lo personal. En su etapa de estudiante jamás cometió un fraude. Cuando trabajó como abogado en Sudáfrica si se enteraba que un cliente le había mentido no lo defendía, y si este le había pagado algún dinero por adelantado se lo devolvía.

La religión es un solo árbol con muchas ramas. Si no vemos más que las ramas, diremos que hay muchas religiones, pero si vemos todo el árbol, comprenderemos que hay una sola religión.

Gandhi fue ante todo y sobre todo profundamente religioso. El identificaba su religión con la verdad, a su dios con la verdad. Para él la cuestión de los cultos debía ser un asunto puramente personal, algo individual y el estado debía ser laico, esto es, no tener ninguna religión.

Se puede decir que Gandhi era un religioso especial, porque no era sectario, ni fanático, ni de puntos de vista estrechos. El profesaba el hinduismo, la religión mayoritaria en su país; pero con el mismo amor y respeto que trataba a su religión él trataba al cristianismo, al islamismo o al judaísmo y otras.

Hay un mensaje vigente de Gandhi que hasta hoy día no lo cumplen algunas religiones y es que entre todas debía haber las mejores relaciones, es el mensaje de la tolerancia como un camino para encontrar la verdad. No obstante sabemos que en algunos países hay serios conflictos entre religiones, conflictos que conducen a hechos sangrientos.

Parece como una ironía que Gandhi, que fue un campeón de la verdad y la no violencia y un firme defensor de la tolerancia religiosa, cayera víctima de la violencia a manos de un fanático religioso de su propia religión.

No quiero mi casa amurallada por todos lados ni mis ventanas selladas. Yo quiero que las culturas de todo el mundo soplen sobre mi casa tan libremente como sea posible. Pero me niego a ser barrido por ninguna de ellas. Me niego a vivir en casa ajena como un intruso, un mendigo o un esclavo.

Este pensamiento de Gandhi es un fiel reflejo del sentimiento del pueblo indio, sostenido desde los más lejanos tiempos hasta nuestros días. La india ha sido cuna de una de las más antiguas civilizaciones de la humanidad. La esencia de su cultura ha sido mantenida a lo largo de 4 a 5 mil años, por tanto, es una cultura milenaria.

Es posible que ese fenómeno cultural se deba a una especial y amplia capacidad que ha tenido la india para asimilar y absorber la verdad de otras culturas con las que ha estado en contacto, pero sin perder su identidad típicamente india. En el quehacer cultural de la india es fácil observar que predomina lo indio.

Uno de los más brillantes exponentes y defensores de la típica cultura india en los últimos tiempos fue un gran amigo y contemporáneo de Gandhi. Se trata del famoso poeta Rabindranath Tagore, conocido universalmente y quien fue novelista, cuentista, dramaturgo, coreógrafo, pintor y filósofo. Un verdadero genio en el campo de la literatura y del arte. Además fue maestro, patriota y defensor de la verdad.

La mujer es la compañera del hombre, dotada de las mismas capacidades mentales. Ella tiene derecho a participar en los más mínimos detalles en las actividades del hombre, y tiene el mismo derecho que él a la libertad, y a la verdad.

Gandhi fue muy respetuoso de la mujer. En las etapas en las que él durante varios años visitó miles y miles de pueblos en los campos de su país, entre sus prédicas no faltaba la defensa de los derechos de la mujer, exponía que la mujer tenía los mismos derechos que el hombre de la libertad y la verdad.

GANDHI Y LA NO VIOLENCIA

La no violencia y la cobardía son términos contrarios. La no violencia es la mayor virtud, la cobardía es el mayor vicio. La no violencia siempre sufre, la cobardía provoca sufrimiento. La no violencia perfecta es la mayor valentía. La conducta no violenta no es desnaturalizante, la cobardía siempre lo es.

La no violencia, resistencia pasiva o resistencia no violenta eran términos que Gandhi utilizaba unidos al amor como medio único para llegar a la verdad. En tiempos de Gandhi algunos de sus enemigos definieron el término no violencia como sinónimo de cobardía, él lo rechazó de plano y con su ejemplo personal demostraba que en él no había un ápice de cobardía.

También sería inconcebible encontrar en mis escritos una sola palabra de odio. ¿No es el amor lo que hace vivir al mundo? No hay vida donde no está presente el amor… La vida sin amor conduce a la muerte. El amor y la verdad representan dos caras de una misma medalla... estoy seguro de que por medio de estas dos fuerzas se puede conquistar al mundo entero.

El amor era para Gandhi el otro de los principios fundamentales que guiaban su vida. La verdad y el amor él los consideraba unidos, ambos formaban una unidad inseparable. La verdad era como el fin, el objetivo, la meta y el amor era como el medio, la vía o el camino para llegar a la verdad. En su opinión no se podían conseguir fines u objetivos correctos utilizando para conseguirlos los medios que no lo fueran. Los fines buenos o nobles había que conseguirlos con medios también nobles. La verdad y el amor fueron como las rutas principales que guiaron la vida de Gandhi. Como para él el amor era universal, todas las naciones formaban parte de una sola familia.

La no cooperación está dirigida no contra los hombres sino contra los medios. No está dirigida contra los gobiernos sino contra el sistema que ellos dirigen. Las raíces de la no cooperación no yacen en el odio sino en la justicia, sino en el amor.

El término no cooperación lo utilizó Gandhi contra medidas injustas o arbitrarias que afectaban intereses del pueblo, no contra los hombres. Gandhi jamás sintió odio ni siquiera por sus enemigos.

Los cuatro pilares del pensamiento de Gandhi sobre la verdad, el amor, la no violencia y la no cooperación, a los que se les puede agregar el de la desobediencia civil, fueron los puntos teóricos en los que él fundamentó su lucha en Sudáfrica en defensa de sus conciudadanos que allí eran discriminados, maltratados y humillados y posteriormente en su patria para liberarla del dominio colonial. Quizás por eso en algunos libros se habla de la independencia pacífica de la india, lograda bajo la sabia dirección de Gandhi.

La perfecta hora de comer es, para el rico, cuando tiene ganas; y para el pobre, cuando puede, por eso todo lo que se come sin necesidad se roba al estómago de los pobres creando pobreza que es la peor forma de violencia y que conducen al poder y a la resistencia del pobre.

Quizás su vestimenta decía lo que su alma quería reflejar. La gran riqueza de los pobres. Su esfuerzo fue apoyado por muchos. Al punto de lograr un triunfo por la vía de la paz. Muchos lo valoran como el hombre de la resistencia civil. Pero pensamos que el valor más grande que se le puede dar. Fue su iniciativa de lograr la libertad plena.

En 1930 en un movimiento pacifista que organizó Gandhi en protesta contra el impuesto sobre la sal que afectaba fundamentalmente a las capas más pobres, por primera vez y de forma sorpresiva la mujer se incorporó masivamente. En la práctica la mujer demostró que tenía la misma capacidad que el hombre para participar en mítines, marchas, concentraciones y el mismo valor para soportar las golpizas de la policía y los horrores de las prisiones.

Gandhi debe haberse sentido personalmente muy satisfecho con aquel fuerte movimiento femenino a favor de los pobres, por una parte porque su trabajo no había sido en vano y por otra parte, porque a partir de ese momento la mujer india quedó incorporada definitivamente al movimiento de la lucha por la independencia y eso duplicaba las fuerzas y aceleraba el triunfo.


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