La fuerza de Dios es energía amor y silencio
La fuerza de Dios es energía amor y silencio. Stuart Wilde explica que por medio de una correcta disciplina y comunicación interior podemos acceder a ella.
STUART WILDE
LA FUERZA DE DIOS
El amor que exhala la Luz de Dios es imparcial. No es un amor emocional.
La Fuerza de Dios no tiene necesidades ni deseos. Solo es. No manipula ni pide respuesta. Es la clase de amor más bella que existe, incondicional, celestial, y omnipresente, porque la Fuerza de Dios está en todos los lugares. Es un amor que no pide nada a a cambio. No tiene emoción ni juicio. Ese amor es la de extrema felicidad que procede de un sentimiento de pertenencia. Todo tiene mas sentido; tenían un significado superior.
El amor infinito de la Fuerza de Dios es un poder que no busca un fin o resultado particular, ni para Ella ni para ti. Pero puedes dirigirla dentro de tu vida, y usarla para enviarte a ti mismo las cosas que quieres.
Tú la diriges proyectándola hacia el exterior desde ti mismo hacia los otros. La gente responde inmediatamente. No es más que proyectar aceptación, amor sin emoción y luz. Eres tú dirigiendo la energía de modo que esa gente puede hacerse más fuerte y más libre.
La fuerza divina, la enormidad de esa energía es indescriptible. Es exquisita más allá de las palabras. El amor y la compasión, no hay modo de comprender la cantidad de amor allí.
La vida es una oración; es un diálogo. Estás proyectando y recibiendo energía; esa es la interacción entre tú y la Fuerza de Dios. Mira el flujo y reflujo; observa tu diálogo interior y el lenguaje simbólico de la vida, y ofrece tus simples actividades humanas, tus momentos de silencio, en intercambio simbiótico de energía e información, de pedir y agradecer. El diálogo externo/interno viene del silencio, y se desarrolla y fortalece a través de la serenidad.
Todo lo que necesitas es equilibrio, y el contentamiento, creatividad, amor y comprensión que fluyen de él. Y desde estas cosas bellas entenderás tu lugar espiritual. Desde ahí fluye el poder silencioso, la gratitud, lo sagrado. Esto es lo real; todo lo demás es maya, propaganda, y una pura falsedad. No permanecerá.
La disciplina de la serenidad.
Muchos no ven la serenidad como una disciplina, pero en el mundo moderno, has de trabajar duro para tener algo de tiempo para la tranquilidad y el silencio. La actividad alimenta la personalidad con sus gratificaciones y hace que el ego se sienta importante.
Tiempo de tranquilidad, serenidad y silencio debilita el poder del ego y hace a tu yo interior más especial. Es un bello equilibrio.
Así que apaga la tele, desconecta el teléfono, pon música ambiente, o permanece en el silencio total durante una o dos horas. Si no te las puedes arreglar para tener tanto tiempo porque estás realmente demasiado ocupado, por lo menos intenta conseguir diez o quince minutos diarios. El silencio y la tranquilidad son la manera en que rezas al Yo interior.
Vuélvete un observador silencioso de la vida y un compasivo observador de ti mismo.
No eres tus emociones o tu cuerpo, o tu personalidad y su ego. Eso es solo una parte de lo que eres. De hecho eres una energía divina que está evolucionando, operando a través de las complejidades del cuerpo, mente y emociones, para comprenderse a sí mismo como un ángel espiritual, un espíritu eterno que está creciendo y aprendiendo, calmadamente, en la infinitud y corrientemente llamado ser humano.
COMUNICACIÓN SILENCIOSA
Accediendo al poder de la comunicación y el amor silencioso.
He llegado a creer, al observar el estado etérico, que todos estamos en un diálogo subliminal silencioso entre nosotros. He observado los destellos de energía que pasan de una persona a otra y he visto a personas reaccionar a pensamientos que se proyectan hacia ellos. Los pensamientos saltan. ¿Cuántas veces has estado pensando en algo oscuro y la persona a tu lado menciona la misma cosa?
La comunicación silenciosa generalmente ocurre cuando estás pensando en la dirección de otra persona en lugar de concentrarte internamente en tus propios pensamientos y sentimientos. La comunicación silenciosa puede ser en forma de oraciones pronunciadas en silencio hacia las personas, o afirmaciones silenciosas. Luego hay un diálogo real que se habla mentalmente en la dirección de otra persona. Es una transferencia telepática de energía, y ojalá sea un diálogo silencioso que ofrezca amor o aliento de algún tipo.
COMUNICACIÓN SILENCIOSA CON OTROS
En el estado etérico, tienes la habilidad de entrar en la energía sutil de otra persona. Por ejemplo, en mi Desarrollando el Sexto Sentido serie de cintas. Hablo de mover el cuerpo etéreo (el cuerpo sutil) de tu cuerpo físico, volviendo tu cuerpo sutil hacia ti, y luego retrocediendo con tu etérico hacia el cuerpo físico de la persona con la que estás hablando.
Visitar a otra persona de forma etérica de esta manera está bien, siempre que no los manipules ni les hagas hacer cosas que no quieren hacer. Es una forma de estar con ellos, concentrándose en esa persona. Al final, la concentración es una forma de amor; cuando te estás enfocando en una persona, estás en el acto de amarlos.
COMUNICACIÓN AMOROSA CON OTROS
Pruebe esto: comience a proyectar amor hacia las personas cuando las pase por la calle. La idea es imaginar (generar) una profunda y resonante sensación de amor en tu corazón y expulsar un breve aliento, llevar el amor en dirección a otra persona - tratar de golpearlos en el corazón con tu misil de amor. Elija extraños totales. La velocidad es la clave. Exhale un breve y agudo aliento y use la fuerza de su voluntad, y golpéelos en el corazón con todo el amor que pueda reunir.
Y cuando los tocas etéricamente con tu montón de amor que se mueve rápidamente, observa cómo parpadean o mueven los ojos de repente. A veces los verá dar la vuelta como si estuvieran buscando de dónde vino la energía, pero no entienden qué es lo que sienten. A menudo los verás sonreír, y algunas veces comenzarán a hablar solo. Es un juego divertido, pero te cansa después de un tiempo, así que no te excedas.
ADVERTENCIA ESPIRITUAL
Si manipulas o proyectas el mal, o usas tus poderes en detrimento de otros, creas un montón de mal karma. Gradualmente esos pensamientos y proyecciones malvadas se mueven desde su estado inicial de maldad, y comienzan a solidificarse en el plano astral. Asumen una forma fantasmagórica que cobra vida y desarrolla gradualmente una mente propia. Necesita energía para mantenerse, y la primera fuente de energía disponible es tu fuerza vital, por lo que el fantasma que has creado con tus pensamientos comienza a chuparte, enfermando, cansando y apático. Eventualmente puede matarte. Te comerá tu propio monstruo.
EL PODER DEL SILENCIO
Aquellos que saben, no hablan y los que hablan no saben. TAO
La naturaleza humana es compleja precisamente debido a nuestro Ego. Nos creemos ser el centro del Universo. La mayoría de las personas son víctimas de sus egos. El Ego siempre quiere más y esas personas, carentes de energía interior, con sentimientos de pobreza, anhelan ser especiales. Pretenden ser importantes a los ojos de los demás.
Para evitar esos Egos, debemos ser disciplinados y no apoyarnos en el otro, no debemos hablar de nuestros planes presentes y futuros, simplemente debemos movernos y actuar, debemos diseñar nuestras vidas para no requerir ayuda a los demás: Tenemos que hacer las cosas por nosotros mismos.
EL SILENCIO
El Poder del Silencio, no se encuentra con el aislamiento, sino precisamente con la aproximación a los demás, pero como seres independientes. Cuando sientas que te manipulan, deberás de dar un paso atrás, cuando te provoquen, deberás mantener el silencio y cuando corran, deberás de caminar.
Los que son víctimas de sus Egos, imponen su opinión sin escuchar al resto, en su diálogo existe competitividad, no dejan hablar, su trato cambia en función de la persona que tienen enfrente.
El Silencio es quietud, tranquilidad y calma. Es una reflexión interior de uno mismo sobre las palabras del otro y sobre nuestros propios pensamientos.
El Silencio, muy a menudo, permite a otros pedir algo mejor de lo que hubiéramos dicho nosotros mismos. Al permanecer silentes los demás se interesan más por nuestros pensamientos. El Silencio evita que nos veamos en una situación embarazosa.
Nos debemos beneficiar de nuestro silencio, y debemos huir de aquellas personas que con sus palabras lo único que hacen es estorbar, criticar y perseguir. Como dijo la artista madrileña Irene Cruz: El Silencio es el poder más grande que existe, aunque éste sea invisible.
Incluso para componer música, es tan necesario el sonido como el silencio. El Silencio, en definitiva nos lleva hacia nuestro autoconocimiento y nuestra plena aceptación de aprender y renovarnos.
LA DISCIPLINA DEL SILENCIO
Espiritualidad es tener el Tao en tu corazón, abrazar las pequeñas cosas, la suavidad y el silencio, el Yin. No es actuar, ser una persona que se exhibe; es el proceso de convertirse en una persona invisible.
Ten cuidado de no atorarte con percepciones dogmáticas de la espiritualidad.
Conviértete en el árbol retorcido. Mantente detrás. Sé silencioso. No hables a menos que la gente te pregunte. Si tienes percepción, puedes ver a una persona en la calle y ver la historia de su vida allí misma; no digas nada. Si sabes la respuesta, mantente callado; no lo muestres a la gente. Si preguntan, diles un poco, justo lo suficiente para llevarles al siguiente paso. Pero no viertas toneladas de sabiduría sobre ellos porque no es necesario. Un poco aquí, y un poco allá, es todo lo que has de hacer.
Básicamente, la disciplina del silencio es quedarse en las emanaciones de la Fuerza de Dios, creyendo cuando no puedes ver, sabiendo cuando no sabes confirmarlo con la lógica, siendo seguro cuando todo alrededor parece inseguro, siendo silencioso en un mundo ruidoso, siendo abundante cuando la gente dice que se está acabando todo.
Permanece dentro del silencio, y si lo pierdes, regresa. Da un paso atrás. Organiza. Sé silencioso. Medita. Reza. Toma un baño de vapor o haz alguna clase de trabajo corporal nutricional. Ayuna. Constantemente purifícate a ti mismo.
El caminar silencioso y la meditación, te mostraran la verdadera naturaleza multidimensional de esta realidad.
Stuart Wilde