Facundo Cabral reflexiona sobre la vida
Se blando como el agua para que Dios pueda moverte y serás eterno como Él, pues aquel que se deja trascender por lo trascendental será trascendente.
FACUNDO CABRAL
LA VIDA TIENE UN PLAN PARA TODOS
¿Cómo puedes estar tranquilo sin un plan de vida, me dijo alguien?Estoy tranquilo porque yo estoy seguro que la vida tiene un plan para mí, porque yo soy un producto de la vida y no la vida un producto mío, déjala que planee... me planeó y me puso un sexo y dos testículos, me dio dos ojos y una nariz y me puso oídos, me puso el mar enfrente y al costado puso el arroyo, puso la montaña más allá y el cielo arriba y el mar abajo, puso gente, mujeres que amé, hombres que son mis amigos o mis maestros, ¿cuál es el plan que yo puedo tener para superar eso?
Todavía no puedo tener un plan mejor que el que tiene Dios. Me levanto en la mañana y hay un día maravilloso enfrente. ¿Yo podría planear algo mejor? Además cuando planeo me limito... estoy inquietando a la ansiedad, la estoy tentando a que participe y que me ahogue. Está muy bien eso que dijo Krishnamurti... en un silencio sin futuro.
Deja que la vida te suceda, no provoques en la vida actos compulsivos, déjala que ella planee, no te opongas, se cómo el agua. El agua en la piscina toma la forma de rectángulo, la pongo en la copa y toma la forma de la copa, la pongo en una botella y toma la forma de la botella, en el río es angosta....
Se blando como el agua, tan graciosa que se te escurre entre los dedos, se cómo la espiga, que cuando sopla el viento fuerte la espiga se somete a su capricho y se dobla hasta tocar con su punta la tierra... pero cuando pasa el viento la espiga recupera su erguida postura; mientras el roble, que por duro no se somete, no se dobla, es quebrado por el viento. Se blando como el agua para que Dios pueda moverte graciosamente en cumplimiento de tu destino y serás eterno como Él, pues solo aquel que se deja trascender por lo trascendental será trascendente.
¿Por qué no aceptar el reto de Jesús? ¿Por qué no ser lo que puedo ser? Yo mismo ¿Existe un capital más grande? Diógenes estaba tirado durmiendo su siesta en la calle y pasa un señor y desde su caballo lo ve tirado en la calle y le dice: Maestro: ¿en qué te puedo ayudar? y Diógenes le dice: En una sola cosa me puedes ayudar; hazte a un lado que me estas tapando el sol. Cuando Diógenes pasaba por el mercado se reía porque decía: Cuántas cosas hay acá que yo no necesito. Entonces, ¿quién es rico? ¿Rico es el que tiene más cosas o rico es el que menos necesita?
LA VIDA ES GENEROSA
Así lo cree Facundo Cabral, quien asegura no entender a aquellos que no saben apreciarla. Pero los años no le han sido indiferentes. Es que es la vejez –la que él define como la estación serena de la vida– su último gran descubriendo. Lo único que se desbarata es el cuerpo. Pero yo no soy el cuerpo. El cuerpo es el vehículo que me lleva de la cuna a la tumba. Yo soy mi espíritu, mi alma y las ideas que arman mis neuronas. Dios me dio esto y aprendí a querer lo que me dio. Y le estoy sacando partido.
Cabral sabe que desde hace algunos años su mayor cruz fue una enfermedad ocular que le arrebataba la visión. Es una enfermedad muy grande. Tuve muchos accidentes y a la larga tuve desprendimientos de retina dos o tres veces. Pero lo llevo bastante bien.
¿Qué cosas le hace sentir el ver cada vez menos?
Pensar mejor. Pensar más. Hay un caso extraordinario en la historia: Demócrito. Nada menos que él. Demócrito se hizo quemar los ojos, decía, para poder pensar, porque el mundo es tan bello que me distrae. Es como cerrar los ojos antes de dormirte y ves al mundo de una manera diferente. Además, yo ya vi tanto. ¡Caramba, el mundo es tan bello! Flores, reptiles, mares, océanos, volcanes, osos polares, hay delfines hasta rosados, las mujeres que son tan bellas… ¡Ah, mi Dios, el mundo es una fiesta! Por eso nunca entendí a la gente que se aburre y se siente pobre. No la entiendo.