Confiar en la existencia - Confianza
Para abrir el corazón se necesita confianza; y nos han educado para el temor. El corazón está tan cerrado, que ninguna semilla puede penetrar en él.
OSHO
Corazón receptivo
Para abrir el corazón se necesita confianza; y nos han educado para el temor, no para la confianza ni para el amor. Entonces nuestro corazón está tan cerrado, que ninguna semilla puede penetrar en él. No es la primera vez que vienes a ver a un hombre como yo; eres antiguo viajero. Tal vez has estado con Lao Tzu, tal vez con Jesús. Pero siempre has fallado, porque nunca has permitido que tu corazón sea receptivo. Ellos pueden colmarte de semillas, pero si no las recibes, la lluvia de semillas no va a serte muy útil.
Muy pocos seres humanos, han sido capaces de alcanzar su destino; se han quedado yermos a causa de su temor. No tienes nada que perder, pero sin embargo sigues sintiendo temor a que te lo quiten; hoy, mañana o pasado mañana llegará la muerte y te quitará, todo lo que tengas. Solo lo que es tuyo -lo que trajiste contigo al nacer- permanecerá contigo cuando mueras. Pero toda la vida, de setenta u ochenta años, habrá sido en vano. Hubieras podido crecer, madurar, centrarte, llegar a ser lo que eres, en potencia, pero no en la realidad. La realización de todo aquello que yace latente en tu interior.
El punto de partida es la ausencia de temor, la confianza en la existencia. Tú naces de la existencia, y no confías en ella. Respiras la existencia a cada momento, y no confías en ella. Comes la existencia, bebes la existencia, y no confías en ella. ¿En qué puedes confiar? Las personas están dispuestas a creer en Dios, a quien nunca han visto, a quien nadie ha visto y nadie verá nunca. Deseo que confíes en la existencia. Quiero que seas pagano, que confíes en los árboles, en los océanos, en las montañas, en las estrellas, en la gente, en ti mismo; esas son realidades.
No hay necesidad de ninguna creencia, solo hay que comprender lo que es real.
Confía en lo real, lo auténtico y nadie podrá impedir tu crecimiento. Y solo en tu crecimiento descubrirás más y más tesoros de la consciencia, de la existencia, de la santidad.