El Amor es el origen de la Espiritualidad

Del amor se puede decir mucho, pero primero debemos comprender que el amor es el origen de la espiritualidad y que las religiones son solo brotes de estos.

NITHYANANDA

EL AMOR Y LA ESPIRITUALIDAD

El Amor es la raíz de toda la espiritualidad.

El amor es el origen. Es la raíz de toda espiritualidad. Las religiones son simples retoños. El amor es como la raíz del árbol y todas las religiones son como las hojas o las ramas. Incluso las más grandes religiones son solo grandes ramas en comparación con la esencia de la espiritualidad, el amor.

El amor no tiene templo o escritura. Es como las raíces que yacen bajo el suelo, pero que proporcionan el alimento para la vida. Sin él, todo el árbol muere. A través del amor muchas ramas y hojas son creadas. Pero, ¿qué es lo que hacemos? Nos aferramos a las ramas y las hojas en vez de aferrarnos a la raíz. Cuando nos aferramos a la raíz, obtenemos la alimentación directa. Cuando nos aferramos a las ramas, solo disfrutamos de una dimensión de la alimentación. Cuando te haces más amoroso, entras en el templo invisible del amor.

Una pequeña historia:

Un día un maestro preguntó a sus discípulos cómo se podía determinar cuándo la noche había terminado y el día había comenzado.

Uno de ellos dijo:

Cuando se puede ver en la distancia y saber si el animal es una vaca o un caballo.

El maestro dijo, No.

Otro discípulo dijo:

Cuando se puede mirar un árbol en la distancia y saber si se trata de un pino o un árbol de mango.

El maestro de nuevo, dijo, No.

Le preguntaron al maestro:

¿Entonces qué es maestro?

El maestro respondió:

Cuando puedes mirar en la cara de cualquier hombre y lo reconoces como tu hermano. Cuando puedes mirar en la cara de cualquier mujer y reconoces a tu hermana en ella. Si no puedes hacer esto, entonces no importa qué hora del día sea, pues será de noche todavía.

El maestro puede dar algunas pistas, pistas pequeñas aquí y allá. Entonces, con cuidado, tenemos que encontrar nuestro propio camino. El amor es solo una clave, pero si seguimos el amor despacito, muy poco a poco, nos sorprenderemos de que Dios se vuelve cada vez más una realidad. Él ya no es solo un pensamiento, ya no es simplemente una idea, sino algo que podemos sentir. Cuanto más profundizamos en el amor que hay dentro de nosotros, más nos acercamos a la sensación. El día que nos disolvemos en ese amor nos fundimos con la unidad.

Desde tiempos inmemoriales, la conclusión de muchos místicos ha sido que la materia está ligada con el amor. Una fuerza invisible que mantiene los átomos y las moléculas unidas. Ellos no se deshacen debido a esta fuerza invisible. La ciencia todavía tiene que descubrir esta energía fundamental. Se han detectado pocas de sus manifestaciones, tales como la gravedad y electricidad, pero estas son solo manifestaciones brutas. El día que la ciencia descubra el amor será el día en que la espiritualidad y ciencia comulgarán entre sí en el mismo idioma.

Por ahora, solo regocíjate porque el amor es posible. Alégrate de que el amor es tu potencia interior. Puedes subir a las últimas alturas con el amor. Nada es imposible con el amor porque el amor puede transformarse en Dios.

INTEGRACIÓN DEL AMOR

Tres tipos de Amor y su integración.

Muchas personas confunden el deseo con el amor. Esta es una de las mayores tragedias. La persona que piensa que la avaricia es el amor permanece encerrada en el plano físico. Él nunca se eleva más alto que eso. No tiene ni idea de que hay un plano superior. Él permanece en el sótano de su casa. El sexo es el sótano. No es el lugar para vivir, puedes usarlo para otros fines, pero no puede ser tu hogar. Tu casa está arriba.

El hombre tiene tres planos del ser: el animal, el humano y el divino.

EL ANIMAL

En primer lugar está la avaricia, que es el plano animal. Es una forma cruda de amor. No es que el amor no exista en el plano animal. Lo que sucede es que el amor está mezclado o contaminado por la codicia y el deseo bruto. Eso es todo.

EL HUMANO

A medida que nuestro ser se vuelve más refinado, entramos en el segundo plano, el amor humano común. El amor humano tiene rastros de posesividad y de celos. Porque el amor humano está basado en una mayor comprensión que el amor de los animales, ya que uno no solo usa a la otra persona para su propio beneficio. El amor humano es capaz de ver al otro como un fin en sí mismo.

EL DIVINO

Necesitas por lo menos una relación en tu vida que existe sin razón alguna.

El tercer tipo de amor es el amor divino. Es amor en su forma más elevada, casi es como una oración. No hay posesividad. No hay nada terrenal en él. Se convierte en una fuerza invisible, pero poderosa. Esto es cuando el amor se convierte en oración y sentimos una gran tranquilidad y alegría. Digo tranquilidad porque los otros dos tipos de amor siempre siguen pidiendo más, o siempre les falta algo. No hay tranquilidad en ellos. Cuando el tercer tipo de amor se produce, incluso el sexo se convierte en algo profundo, en un acto divino más allá del mero placer físico.

AMOR SIN CAUSA

Entra en el Amor sin causa.

Lo primero que debemos entender es que las relaciones pueden ocurrir sin causa, sin ninguna razón. Solo entonces lograremos comprender que la experiencia del amor es mucho más importante que el objeto de amor. Deberías de tener al menos una relación en tu vida que exista sin razón alguna. Si no tienes una relación así, ten por seguro, que aún si tienes dinero, en el fondo sigues seguirás siendo pobre.

De ahora en adelante empieza a relacionarte con personas sin ningún motivo. No debe haber ningún beneficio monetario o físico de la relación. Está bien si tras experimentar el amor sin razón alguna compartes el dinero, o compartes el cuerpo. La calidad será totalmente diferente. No estoy en contra del dinero o en contra del matrimonio. No estoy en contra de la relación física, pero si se convierte en el centro de tu vida, te faltará algo muy importante. Eso es lo que quiero transmitir aquí. Perderías una dimensión importante, el centro de energía de tu ser.

Siempre le digo a la gente, Trabaja media hora diaria en algo que no te traiga dinero o prestigio. Sólo durante media hora. Ve algún lugar, limpia y barre el piso, ofrece algún servicio. No hagas planes de hacelo repetitivo en ese lugar. No creas que eso te otorgará prestigio o un lugar en el cielo... No. No mires más allá que el trabajo durante esa media hora.

Al principio puedes pensar, ¡Esta media hora es una pérdida de tiempo!. Después de unos pocos días te darás cuenta de que solo en esa media hora estás realmente vivo. Sólo en esa media hora no estás guiado por el miedo o la codicia. Sonríes a la gente a tu alrededor sin ningún tipo de cálculo. Te sientes extrañamente sincero de una manera que nunca antes habías sentido.

Si te observas a ti mismo en otras ocasiones, verás que solo sonríes después de hacer algún cálculo mental. Incluso antes de reírte verás quien es la persona que hay a tu lado. Sobre esa base decides cuántas pulgadas debes abrir la boca, lo cortés que debes ser, cómo debes proyectarte. Hasta ahora, cada una de tus acciones es impulsada por el miedo y la codicia. Estás siendo alimentado por el miedo y la codicia. Es por eso que te sientes solo y cansado.

¡Si intentas esta técnica, de repente verás que tu cuerpo y mente comienzan a funcionar sin la necesidad del miedo y la codicia! Una vez que aprendas esta sencilla habilidad de cómo mover tu cuerpo sin temor y codicia, ten por seguro que podrás entrar en el amor. Aprende a aprovechar la energía del amor. Aprende a dirigir tu vida con la hermosa energía del amor. Sólo entonces sabrás lo que quiere decir la palabra amor.

Un nuevo centro se despertará en ti. Una nueva energía empezará a radiar en ti. Entonces entenderás cómo las relaciones amorosas y sin causa son posibles.