La iluminación espiritual

El verdadero «Yo Soy» y la toma de conciencia

POR: MOOJI

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EL VERDADERO YO SOY

Yo Soy es el nombre de Dios en el cuerpo.

Pero solo cuando la conciencia esta libre de la contaminación del condicionamiento creído. Entonces, ahora, puedes ser consciente del sabor del condicionamiento creído, y no tienes que eliminarlo. Solo tienes que poner atención al testigo y el condicionamiento pierde poder. Entonces el testigo brilla por sí solo. Porque esto fue creído en la existencia y esto existe sin creencia.

¿Quién eres tú sin creencias y sin apegos?

La mente dice: No soy nada. Pero la percepción de la mente como nada es un diluirse, la mente va hacia la depresión. El nada de la mente es como una depresión, es muy fatalista. Pero el nada del que hablamos es completamente perfecto, como tú eres. No tiene pasado, no tiene futuro, no tiene presente, estos juegan en él pero no se pegan a él. La conciencia es inmaculada.

La sensación primera de la manifestación es la sensación Yo Soy. No yo soy esto, yo soy aquello, yo quiero esto, no así. Pero la intuición pura, la sensación Yo Soy, yo existo, el conocimiento primal, el concepto divino, la inmaculada concepción, esa intuición Yo Soy. Ese principio fundamental en este cuerpo, este nombre Yo Soy, es el nombre del ser sintiente. Es el nombre de la conciencia. La conciencia se anuncia en cada forma como el saber Yo Soy. El nombre de Dios en el cuerpo es Yo Soy.

Esta sensación de ser está completamente enamorada de sí misma, fascinada de sí misma. Pero para experimentar requiere de una forma, el cuerpo, y la fuerza vital que es experimentada como el aliento dentro del cuerpo. De esta forma la conciencia puede saborear el experimentar.

Pero, ¿qué precio tenía que pagar? Porque la tendencia es olvidarse de sí misma. Y la sensación pura e intuitiva Yo Soy se vuelve yo, mí, lo personal, el condicionamiento, la separación, el orgullo, la arrogancia, y entonces se dice que la conciencia se duerme. Y todos los seres están caminando sonámbulos, hablando en sueños, millones y millones de seres humanos. La inmaculada concepción con la fuente suprema es el despertar de este dormir, reconocer aquello que ve verdaderamente, esa conciencia sin asociación.

Entonces, en tu caso, la conciencia pura quiso anunciarse a sí misma en este cuerpo a través de un flash. Ahora la inmaculada concepción con la fuente suprema te ofrece la oportunidad para ir recordando despacio. Te empuja, te confronta. ¿Desde dónde estás mirando? No eres el condicionamiento, vino después de ti. Nada de esto era original en ti, vino después.

Entonces deja todo lo que vino después y experimenta lo que permanece por sí mismo, y llegas a ver... Lo Que Es sin esfuerzo dentro de ti. No tiene dogmas, no tiene religión, ni siquiera puede tener espiritualidad, no tiene nombre.

LA TOMA DE CONCIENCIA

Mooji propone una pequeña práctica de toma de conciencia.

Estén conscientes de estar presentes. Sin ninguna intención de conseguir algo de este momento. Si la energía de pensar se está moviendo por sí misma, no hace ninguna falta utilizar los pensamientos para entender algo. Deja que este movimiento acontezca por sí mismo. Tú estás aquí y ahora, confía en ello. No interesa el tipo de sensaciones que aparezcan en el cuerpo. No le des ningún significado a este tipo de sensaciones. Las has sentido cientos de veces en el pasado. No tienen nada de nuevo ahora. Estás simplemente aquí y ahora sin tratar de juzgar siquiera tu propia presencia.

Estén conscientes de estar presentes. No trates de librarte de nada o acumular algo. En este momento permanece en la actitud: esto está bien así. Este momento no está tratando de estirarse hacia delante para tratar de llegar a otro momento. Nota esto. Si se supone que algo va a ocurrir, ocurrirá por sí solo, sea lo que sea. Pero no estés allí esperando, no estés con expectativas porque esto trae cierta clase de agitación y no la necesitas. Nota cómo te sientes si no estás esperando que algo suceda. Estás aquí solo con tu propio Ser. Simplemente estás honrando tu propio entorno natural.

Tu propio Ser es como el espacio en el cual aparece la mente. La mente nunca puede intimidar al espacio ni puede quitarlo de en medio. No lo estás imaginando. Sólo observando porque esto no es una técnica. Deja de lado toda técnica. Tan solo estás aquí. Simplemente observando eso. Simple. No hay nada que aprender. Nada que cambiar. Nada que arreglar.

Siente ese espacio en ti, está allí naturalmente. Tu propio espacio es como el cielo. La mente, los pensamientos, son solo como nubes que por allí pasan. Las nubes no pueden intimidar, ni perturbar al cielo. El sentimiento de que perturban al cielo es tan solo una nube más, un pensamiento más. Es así, simplemente. No seas un lector de nubes.

Cualquier sentimiento que se encuentre allí simplemente es una ocurrencia dentro de ti. No le des más significación de la que tiene. No lo juzgues. Simplemente acepta, no lo interpretes. Estás aquí, un hecho, nada más.

Este momento, tal como es, tampoco es nada especial. La mente quiere hacer afirmaciones sobre tantas cosas, pero no hace falta seguirla en sus especulaciones. De esta forma se ve con más claridad que tanto los pensamientos, como los sentimientos, simplemente aparecen en el espacio de tu conciencia. Se mueven por su propio poder. Simple.

Algunas veces cuando la mente está en llamas, o helada, o en algún torbellino muy ruidoso, toma la iniciativa y siéntete así, en claridad, y permite que la mente se descongele por sí misma. Actuamos tan a menudo desde esta energía inquieta, y la mayoría de estos pensamientos que llegan ni siquiera son auspiciosos, es solo energía agitada. Sé consciente de ello, no lo trates de manipular. Este sentimiento necesita de tu atención y de tu intención para amplificarse. Si lo dejas tranquilo se irá disolviendo por sí mismo. Simplemente esta es la mejor forma de toma de conciencia. Sin forzar nada. Permaneciendo como esta conciencia espaciosa en cuya presencia todos estos fenómenos aparecen. Asiéntate. Esta es una forma de experimentar de forma consciente tu propio silencio que está allí detrás de los movimientos de la mente.

A medida de que te muevas al interior de tu propia paz te será posible vivir la vida de forma mucho más energética. No necesitas apoyarte tan solo en la palabra hablada. En cambio te vas a ir volviendo consciente del sentimiento de vida porque te vuelves uno con ella. Entonces no tienes necesidad de moverte impulsado por la mente reactiva. Estarás silencioso y quieto en tu Ser aunque en tu cuerpo se vivan movimientos muy fuertes y dinámicos. O si el entorno es muy estruendoso tu soledad interior puede permanecer imperturbable.


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