La iluminación espiritual

La sabiduría y las palabras que nos unen

LA SABIDURÍA NOS UNE

La sabiduría elimina las disensiones.

La sabiduría es la noticia vivida de la dimensión absoluta de la realidad, de lo que es, del que es, del Único. Las querellas que existen entre las las personas, la sabiduría la hace desaparecer con su luz.

Los adversarios se convierten en hermanos, como los granos de un único racimo de uva; luego, cuando las uvas se convirtieron en zumo, se unen. El grano de uva que no madura y permanece dura y verde, no puede llegar a la unión. Permaneciendo dura y aislada, puede resultar una tentación para los espíritus.

Las uvas inmaduras, capaces de madurar, acaban en la unidad por el aliento de los maestros del corazón. Los maestros les empujan a la madurez hasta que desaparezca la dualidad y la disensión.

Cuando desgarran la piel y se convierte en zumo, la unidad es su atributo. Cuando hay dos puede haber pelea; cuando solo hay uno, nadie pelea contra sí mismo porque la sabiduría está al alcance de todos y con todos.

Nuestra pretendida clarividencia nos mantiene ciegos. Creemos ser clarividentes teniendo por real lo que solo lo parece. La conciencia cotidiana de clarividencia es la causa de nuestra ceguera.

Somos adeptos a las palabras y a las discusiones sobre palabras.

Atamos y desatamos los nudos que nosotros mismos anudamos, como un pájaro que deshiciera una trampa para volverla a montar y volverla a deshacer, para así mejorar su habilidad. La vida de ese necio transcurre tratando con nudos, sin llegar a saber lo que es el cielo abierto.

No combatas con nudos, solo destrozarás tus alas. El problema entre entre las personas no se resuelve luchando, sino con la ayuda de la sabiduría. Su luz hace desaparecer toda dualidad.

Como los sabios, escuchad la sabiduría y acudid a ella. No os quedéis en las ruinas, como el ignorante. Los personas iluminadas no se atacan unos a otros. Todos son amables unos con otros y se ayudan para el bien común, la Unidad.

Todos se mueven entre el cielo y la tierra, sin dualidad ninguna. La persona que prescinde de la sabiduría, anda y mora en la oscuridad, como los ciegos.

Que la sabiduría te sea familiar para que no permanezcas en las tinieblas. Ve hacia el Único, aunque seas inválido y cojo; Él te librará de tu invalidez y tu cojera.

LAS PALABRAS SABIAS

La enemistad de la sabiduría es solo una corrección.

¿Por qué las palabras sabias, que eliminan la visión doble, no entran en el corazón de los ciegos? Porque los necios dan por real lo que sus ojos y su sentir ven.

De nada te servirá aprender la sabiduría de memoria, ni escribirla, ni jactarte de ella, ni explicarla. Si eres un discutidor es que no la comprendiste, la sabiduría se alejará de ti. No discutas, sino intenta comprender la sutilidad. La sutilidad no se puede discutir.

Si discutes te afirmas en tu supuesta realidad. No te pido que creas, sino que intentes comprender y que solo después preguntes. No discutas al sabio, medítalo y luego, si no has podido comprender, pregunta.

Aunque no la leas, si la sabiduría ve el amor de tu corazón, será dócil en tu corazón. La sabiduría no habita en cualquier principiante inexperto.

La sabiduría guía a quienes la reconocen. La sabiduría se presenta con mil señales que tú reconocerás, pero cállatelas, porque para otros no serán señal. ¿Cómo podrían ser señales para los que no reconocen, si no son ni objetos, ni sujetos, ni individualidades?

La crueldad que proviene del sabio es mejor que la amabilidad del ignorante.

El Profeta dijo: La enemistad que procede de la sabiduría es mejor que el amor que proviene de un necio. Pero la enemistad de la sabiduría no es enemistad sino advertencia, corrección.

Se humilde y acércate a cualquier sabio, y cuando veas la señal de su sabiduría, frecuéntale con asiduidad. Puesto que no se te dio el ojo que ve en el interior, considera siempre que el tesoro puede estar en el interior de otros.

MENTE PURA

Las mentes desviadas aceptan los dichos sin valor.

A la mente desviada lo incorrecto le parece correcto. Se asemejan a un bizco que ve dos lunas. Si alguien, burlándose de él, le dice que efectivamente hay dos lunas, le creerá.

Los que viven en la mentira, acumulan mentiras. Para ellos vale el dicho las mujeres malvadas para los hombres malvados. Lo que está montado en la falsedad, acumula falsedad.

Quienes tienen ojos ciegos, tropiezan. Quienes no ven, no harán otra cosa que tropezar. Quienes tienen mentes y corazones puros, sus obras también son puras. Como sea tu mente y tu corazón, así será tu obrar.


La ignorancia es la prisión de Dios. La sabiduría es el palacio de Dios. La sabiduría interna esta preservada dentro de ti.

Rumi