Respiración para vovlver al presente
Si puedes hacer algo con la respiración, de pronto volverás al presente. Si puedes hacer algo con la respiración, llegarás a la fuente de la vida.
DANNY PENMAN
EL ARTE DE RESPIRAR
Si puedes hacer algo con la respiración, de pronto volverás al presente. Si puedes hacer algo con la respiración, llegarás a la fuente de la vida.
Al Principio
Tu respiración es el mejor activo que posees. Es naturalmente proclive a la meditación y siempre esta contigo. Refleja tus emociones mas intentas y te permite atenuarlas o encauzarlas. Te ayuda a sentirte seguro, pleno, y a tener un completo control de tu vida mientras te afianza en el momento presente, despejando la mente y liberando tus instintos.
El arte de la respiración despierta una sensación de asombro, maravilla y curiosidad: los cimientos de una vida más feliz.
Te infunde el valor para aceptarte a ti mismo con todos tus errores y tus defectos. Para tratarte a ti mismo con la bondad, la empatía y la compasión que sinceramente necesitas, y ayudarte a mirar hacia el exterior y abrazar al mundo.
Respirar
Tu respiración refleja e intensifica tus emociones.
El estrés momentáneo provoca tensión corporal e induce una respiración menos profunda. Una respiración mas superficial reduce los niveles de oxígeno en sangre, acción que el cerebro percibe como estrés.
La respiración se acelera y se torna mas ligera. Los niveles de oxigeno descienden aún más. El corazón se acelera. El cerebro se siente mas estresado.
Es un círculo vicioso.
Una inspiración y expiración armoniosa estimulan el Sistema Nervioso Parasimpático.
Hormonas relajantes circulan a través del cuerpo.
Se calman los pensamientos, las sensaciones y las emociones negativas; empiezas a respirar más lenta y profundamente.
Empiezas a relajarte.
Es un círculo vicioso.
Es tan sencillo como respirar. Para respirar correctamente todo lo que necesitas es liberar tu respiración. Someterte a su ritmo natural gracias a la atención consciente. Percibe como el aire entra y sale de tu cuerpo. Relájate y déjate llevar por el ritmo de la respiración.
Siente como tus hombros se aflojan y se relajan. Percibe el suelo bajo tus pies.
Si te sientes nervioso, afligido, infeliz o exhausto empieza a inspirar y expirar conscientemente.
Mindfulness
El arte de la respiración consiste en prestar atención al aire que entra y sale de tus pulmones de una manera muy especial. Es la base del mindfulness y tan antiguo como la propia meditación. Puedes aprender lo básico en pocos minutos…
Pero dominar el arte de la respiración lleva más tiempo.
Las meditaciones respiratorias son muy sencillas, pero, a veces, la gente tiende a hacerlas difíciles y complicadas. No necesitas ningún equipo, ni mantras, ni incienso, ni campanas sofisticadas, ni apps, ni siquiera una habitación en silencio.
Todo lo que necesitas es: Una silla, tu cuerpo, un poco de aire, tu mente, y eso es todo.
Una persona cuya mente no vagabundea no esta meditando. La mente se distrae. Es lo que suele hacer.
Esto nos lleva al principio que rige el mindfulness: no puedes fracasar. Advertir que la mente se ha alejado de la respiración es la meditación. Es un momento de atención plena.
El mindfulness es atención plena y consciente.
Consiste en prestar una atención plena y consciente a todos los pensamientos, sentimientos y emociones que fluyen a través de nuestra mente, nuestro cuerpo y nuestra respiración, sin juzgarlos ni criticarlos en ningún momento.
Es ser plenamente consciente de todo lo que acontece en el momento presente sin quedar atrapado en el pasado o preocuparse por el futuro.
El Mindfulness no es una religión
No implica abandonar o alejarse del mundo. Tiene que ver con conectar y abrazar la vida en toda su caótica belleza, con todos sus defectos y debilidades.
El objetivo del Mindfulness no es despejar a propósito la mente de todo tipo de pensamientos.
Tu no eres tus pensamientos. Eres el observador de tus pensamientos.
Tus pensamientos son un comentario permanente sobre el mundo; el mejor pronostico de lo que esta sucediendo. A menudo, tus pensamientos reflejaran las poderosas corrientes emocionales que atraviesan tu mente, tu cuerpo y tu respiración.
El mindfulness te enseña a adquirir perspectiva, a situar tus pensamientos, sentimientos y emociones en un contexto mas amplio. Y al hacerlo así, tus pensamientos más frenéticos e inquietantes sencillamente se desvanecen por si solos, dejando tu mente serena, iluminada y lucida.
Felicidad
Somos criaturas conscientes, y por eso siempre podemos recuperar el equilibrio y una visión mas feliz y precisa del mundo.
No es más difícil que sintonizar periódicamente nuestra respiración mientras prestamos atención a los pequeños placeres de la vida diaria. Significa percibir los colores, sonidos, olores y texturas que te rodean y paladear los sabores y aromas de los alimentos y bebidas.
Recuerda que: Gran parte de las dificultades de la vida solo son la mitad de malas de lo que parecen, mientras que las cosas buenas de la vida son dos o tres veces mas intentas.
Curiosidad
Es imposible ser infeliz y curioso al mismo tiempo.
Las rutinas son los guardianes de la mente. Liberta de ellas despertando tu curiosidad. Deja que te inunde la energía. Vive.
Jovialidad
Probablemente hoy pasaras treinta y seis minutos preocupándote por algo (como la mayoría de la gente). En lugar de eso, ¿Por qué no salir a respirar?
Conciencia
Afortunadamente poseemos un elemento mágico llamado conciencia. Nos permite percibir la interconexión entre la mente y el cuerpo, y te libera de los estados mentales negativos y reactivos.
Por lo tanto, puedes aprender a responder en lugar de reaccionar. Y de esta conciencia solo nos separa una respiración.
La respiración consiente te enseña que los estados mentales mas poderosos se reflejan en el cuerpo como sensaciones físicas. Se consciente de esas sensaciones. Cada una es un mensaje.
Si atiendes conscientemente a estos mensajes percibiéndolos activamente en tu cuerpo, entonces puede suceder algo milagroso. Descubrirás que vienen y van como olas en el mar o como la respiración en tu cuerpo.
Y dentro de poco empezaran a desvanecerse por si mismas, dejando tras de si una mente mas serena, feliz y lucida.
Escucha a tu cuerpo. Escucha a tu respiración.
Se consciente de tu estrés y observa como se desvanece. Puede manifestarse como tensión en el pecho, en los hombros o en el cuello. La ansiedad, como temblores o contracciones en manos, piernas o estómagos. La infelicidad, como una tirantez en el rostro. No importa donde se encuentre; localízalas y observa como las sientes.
Cuando percibas que tu mente se ha despistado, reconduce suavemente tu conciencia a tu respiración por unos momentos, y luego vuelve a observar las sensaciones físicas.
El mindfulness es observación sin critica. Cuando meditas, procura no fijarte un objetivo concreto, tal como despejar tu mente de pensamientos o ser mas feliz o alcanzar una mayor serenidad o plenitud. Cuando meditas, lo que encuentras es todo lo que hay.
Interiorización
Sal durante una noche estrellada. Quítate los zapatos y los calcetines. Siente el suelo bajo los pies.
Mira el cielo.
Respira.
Contempla las estrellas esparciéndose en el infinito en todas las direcciones. Un infinito no solo inimaginablemente vasto, sino verdadero, interminable, en continua expansión.
Céntrate en tu respiración mientras el aire entra y sale. Siente como la planta de tus pies toca el suelo, como el aire frio de la noche cae sobre ti.
Percibe la quietud, la expectativa, el propio infinito.
Mira las estrellas mientras parpadean. Este centelleo quizás ha tardado miles de millones de años en llegar hasta ti.
El arte de la respiración se basa en la capacidad de liberarse. Liberarse y permitir que tu respiración respire por si misma. Cuando esto sucede, algo milagroso ocurre en tu vida; la vida empieza a vivir a través de ti.
Te ríes antes y tardas mas en enfadarte, la vida se torna menos frenética y agotadora, y el sueño es mas reparador. Redescubre tu capacidad de asombro y admiración, tu absoluta alegría.
Pero lo mas importante de todo es que aceptas tus imperfecciones con una sonrisa cálida y no con una amarga critica.
Ahora respira.