La locura de la espiritualidad
Me consideran loco porque no quiero vender mis días por ninguna cantidad de oro. Y yo los considero locos porque creen que mis días tienen precio.
KHALIL GIBRAN
EL DESPERTAR DEL LOCO
Me consideran loco porque no quiero vender mis días por ninguna cantidad de oro.
Y yo los considero locos porque creen que mis días tienen precio.
La literatura de Khalil Gibran se define por su búsqueda mística de las materias más clásicas del comportamiento y sentir existencial, desde un sentimiento pleno de bonhomía y conexión natural. Decía: La belleza es la vida! Cuando la vida se quita el velo. Pero vosotros sois la vida y vosotros sois el velo. La belleza es la eternidad que se contempla así misma a un espejo. Pero vosotros sois la eternidad y también el espejo. En el loco: No quisiera que creyeras en lo que digo ni que confiaras en lo que hago, pues mis palabras no son otra cosa que tus propios pensamientos, hechos sonido, y mis hechos son tus propias esperanzas en acción.
DESPERTAR
Que dice Khalil Gibrán sobre el despertar.
Me preguntáis como me volví loco.
Así sucedió:
Un día, mucho antes de que nacieran los dioses, desperté de un profundo sueño y descubrí que me habían robado todas mis máscaras -si; las siete máscaras que yo mismo me había confeccionado, y que llevé en siete vidas distintas-; corrí sin máscara por las calles atestadas de gente, gritando:
- ¡Ladrones! ¡Ladrones! ¡Malditos ladrones!
Hombres y mujeres se reían de mí, y al verme, varias personas, llenas de espanto, corrieron a refugiarse en sus casas. Y cuando llegué a la plaza del mercado, un joven, de pie en la azotea de su casa, señalándome gritó:
- Miren! ¡Es un loco!
Alcé la cabeza para ver quién gritaba, y por vez primera el sol besó mi desnudo rostro, y mi alma se inflamó de amor al sol, y ya no quise tener máscaras. Y como si fuera presa de un trance, grité:
- ¡Benditos! ¡Benditos sean los ladrones que me robaron mis máscaras!
Así fue que me convertí en un loco.
Y en mi locura he hallado libertad y seguridad; la libertad de la soledad y la seguridad de no ser comprendido, pues quienes nos comprenden esclavizan una parte de nuestro ser. Pero no dejéis que me enorgullezca demasiado de mi seguridad; ni siquiera el ladrón encarcelado está a salvo de otro ladrón.
ESPIRITUALIDAD
Que dice Khalil Gibrán sobre la espiritualidad.
Amigos Míos… Mi alma es como una amante que me consuela en la desdicha y en el dolor. Aquel que no trata a su alma como a un amigo es un enemigo de la humanidad, y aquel que no halla alivio humano en sí mismo perecerá en la desesperación. La vida emerge de lo interior y no de lo exterior.
He venido a decir una palabra y ahora la diré. Pero si la muerte me impide pronunciarla, será dicha por el Mañana, pues el Mañana jamás deja secretos en el Libro de la Eternidad.
He venido a vivir en la gloria del Amor y a la luz de la Belleza, reflejos de Dios. Aquí vivo, y la gente es incapaz de desterrarme de los dominios de la vida, pues saben que viviré en la muerte. Si me arrancan los ojos escucharé el murmullo del Amor y la melodía de la Belleza. Si cierran mis ojos me regocijaré con la brisa que se confunde con el incienso del Amor y la fragancia de la Belleza. Si me arrojan a la nada, viviré junto con mi alma, hija del Amor y la Belleza.
He venido hasta aquí para permanecer en todo y con todos, y lo que hoy hago en soledad será divulgado entre los hombres por el Mañana. Lo que ahora digo con un corazón será dicho mañana por muchos corazones.
LA ORACIÓN
Que dice Khalil Gibrán sobre la oración.
...Entonces, una sacerdotisa dijo: Háblanos de la Oración.
Y él respondió:
Oráis en vuestra pena y en vuestra necesidad; deberíais también hacerlo en la plenitud de vuestra alegría y en vuestros días de abundancia. Porque ¿qué es la oración sino el expandirse de vuestro ser en el éter viviente? Y si es para vuestra paz que volcáis vuestra oscuridad en el espacio, es también para vuestro deleite el derramar el amanecer de vuestro corazón. Y, si no podéis sino llorar cuando vuestra alma os llama a la oración, ella os enjugará una vez y otra aún llorando hasta que encontréis la risa.
Cuando oráis, os eleváis para hallar en lo alto a los que en ese mismo momento están orando y a quienes no encontraríais sino en la oración. Por lo tanto, que vuestra visita a ese invisible templo no sea más que éxtasis y dulce comunión. Porque, si entrarais al templo solamente a pedir, no recibiréis: y si entrarais aun a pedir por el bien de los otros, no seréis oídos.
Es suficiente que entréis en el templo invisible.
No puedo enseñaros cómo orar con palabras. Dios no oye vuestras palabras sino cuando El Mismo las pronuncia a través de vuestros labios. Y yo no puedo enseñaros la oración de los mares y los bosques y las montañas. Pero vosotros, nacidos de las montañas, los bosques y los mares, podéis hallar su plegaria en vuestro corazón.
Y si solamente escucháis en la quietud de la noche, les oiréis diciendo, en silencio:
Nuestro Señor, que eres nuestro ser alado, es Tu voluntad la que quiere en nosotros.
Es Tu deseo, en nosotros, el que desea.
Es Tu impulso el que, en nosotros, cambia nuestras noches, que son Tuyas, en días, que son Tuyos también.
No podemos pedirte nada porque Tú conoces nuestras necesidades antes de que nazcan en nuestro ser: Tú eres nuestra necesidad y dándonos más de Ti, nos lo das todo.
No digáis: He encontrado la verdad, sino más bien: He encontrado una verdad.
Khalil Gibran