Fabula del puerco espín - Cuento
La mejor relación no es la que une a personas perfectas, es donde el individuo aprende a vivir con los defectos de los demás y admirar sus cualidades.
ANTHONY DE MELLO
TRES BUENOS CUENTOS
Anthony de Mello siempre ha enseñando con cuentos.
LOS PUERCOESPÍN
Durante la Edad de Hielo, muchos animales murieron a causa del frío.
El puercoespín dándose cuenta de la situación, decidieron unirse en grupos. De esa manera se abrigarían y protegerían entre sí, pero las espinas de cada uno herían a los compañeros más cercanos, los que justo ofrecían más calor. Por lo tanto decidieron alejarse unos de otros y empezaron a morir congelados.
Así que tuvieron que hacer una elección, o aceptaban las espinas de sus compañeros o desaparecían de la Tierra. Con sabiduría, decidieron volver a estar juntos. De esa forma aprendieron a convivir con las pequeñas heridas que la relación con una persona muy cercana puede ocasionar, ya que lo más importante es el calor del otro.
De esa forma pudieron sobrevivir. Moraleja de la historia La mejor relación no es aquella que une a personas perfectas, sino aquella en que cada individuo aprende a vivir con los defectos de los demás y admirar sus cualidades.
EL AFECTO
El afecto deforma nuestra percepción.
Éste era un tema en el que insistía el Maestro una y otra vez. Y los discípulos tuvieron la oportunidad de verlo ejemplificado cuando oyeron cómo el Maestro preguntaba a una madre:
¿Cómo está tú hija?
- ¿Mi hija?, dijo la madre, ¡No sabes la suerte que ha tenido!
- Se casó con un hombre maravilloso que le ha regalado un coche, le compra todas las joyas que quiere y le ha dado un montón de sirvientes. Incluso le lleva el desayuno a la cama y la permite levantarse a la hora que quiere. ¡Un verdadero encanto de hombre!.
¿Y tú hijo?, preguntó el Maestro.
- !Ése es otro cantar…!, respondió la madre, Menuda lagarta le ha caído en suerte. El pobre le ha regalado un coche, la ha cubierto de joyas y ha puesto a su servicio no sé cuántos criados…!Y ella se queda en la cama hasta mediodía! ¡Ni siquiera se levanta para prepararle el desayuno…!
Luego de escuchar estas dos breves historias, contadas por la misma persona, podríamos afirmar que tenía razón el filósofo alemán Friedrich Nietzsche cuando dijo: No existen hechos, solo interpretaciones.
LA FELICIDAD
La felicidad es una mariposa.
Dijo el Maestro:
Si la persigues, se escapa. Si te sientas y esperas tranquilamente, se posa en tu hombro.
Entonces, ¿qué debo hacer para alcanzar la felicidad?
Dejar de perseguirla.
¿Y no puedo hacer nada más?
Sí. Puedes tratar de sentarte y esperar tranquilamente... ¡si te atreves!