Fabula con tontos religiosos - Religión
Se sabe que el tonto erudito siempre estará incomodado por el tonto dichoso. El verdadero tonto es aquel que piensa que sabe sin saber en absoluto.
JBN LIE
LA FÁBULA DEL TONTO
Se cuenta que en una ciudad de China, un grupo de personas se divertían con el tonto del pueblo, un pobre infeliz de poca inteligencia, que vivía haciendo pequeños recados y recibiendo limosnas.
Diariamente, algunos hombres llamaban al tonto al bar donde se reunían y le ofrecían escoger entre dos monedas: una de tamaño grande de 50 céntimos y otra de menor tamaño, pero de un euro. Él siempre tomaba la más grande y menos valiosa, lo que era motivo de risas para todos.
Un día, alguien que observaba al grupo divertirse con el inocente, lo llamó aparte y le preguntó si todavía no había percibido que la moneda de mayor tamaño valía menos, a lo que éste le respondió:
– Lo sé señor, vale la mitad, pero el día que escoja la otra, el juego se acaba y no voy a ganar más mi moneda. Además, así puedo hacer pasar un buen rato a los demás, como hacen los payasos para agradar a su público.
Aunque se esconde una mentira o simulación el la actitud del tonto del pueblo, podemos podemos sacar varias conclusiones positivas de su comportamiento:
- Quien parece tonto, no siempre lo es.
- ¿Cuáles son los verdaderos tontos de la historia?
- Una ambición desmedida puede acabar con todo.
- Podemos estar bien, aun cuando los otros no tengan una buena opinión sobre nosotros. Por lo tanto, lo que importa no es lo que piensan los demás de nosotros, sino lo que uno piensa de sí mismo.
LOS TONTOS RELIGIOSOS
Los rabinos, los religiosos judíos, los sacerdotes del Templo de Jerusalén, eran tontos eruditos. No podían tolerar a Jesús. Los tontos eruditos siempre son incomodados por los tontos dichosos. Tuvieron que matarle porque su presencia suponía un pináculo tan elevado de paz, de amor, de compasión y de luz que todos los tontos eruditos se dieron cuenta de que se ponía en peligro a todo su ser. Si ese hombre seguía viviendo entre ellos, entonces ellos eran los tontos y la única forma de deshacerse de ese hombre fue acabar con él para que, de nuevo, ellos pudieran ser los sabios de su raza.