Esclavizar a una persona libre - Liberación

La libertad no está en lo externo; la libertad reside en el corazón. Cuando ustedes hayan logrado la sabiduría, ¿Quién podrá esclavizarlos? Nadie.

ANTHONY DE MELLO

LA VERDADERA LIBERTAD

La libertad reside en el corazón.

Pensando sobre una reflexión de Platón: No se puede esclavizar a una persona libre, porque una persona es libre aún en prisión. Es como otra frase: Si alguien te obliga a recorrer con él dos kilómetros, recorre cuatro kilómetros. Usted puede creer que me ha esclavizado poniendo sobre mi espalda una pesada carga, pero no lo ha hecho.

Si una persona trata de cambiar la realidad externa estando fuera de la prisión para ser libre, realmente está prisionera. La libertad no está en las circunstancias externas; la libertad reside en el corazón. Cuando ustedes hayan logrado la sabiduría, ¿Quién podrá esclavizarlos? De todas maneras, escuchan la frase: Él despidió a la gente, y después subió a la montaña a fin de orar a solas. Se hizo tarde y él estaba allí solo. De eso se trata el amor. ¿Se les ha ocurrido alguna vez que solo es posible amar cuando uno está solo? ¿Qué significa amar? Significa ver a una persona, una situación, una cosa como realmente es, no como uno se imagina que es. Y responderle como merece.

Es difícil decir que uno ama lo que ni siquiera ve. ¿Y qué nos impide ver? Nuestro condicionamiento. Nuestros conceptos, nuestras categorías, nuestros prejuicios, nuestras proyecciones, los rótulos que hemos adquirido de nuestras culturas y nuestra experiencia pasada. Ver es una de las cosas más difíciles para un ser humano, porque para ello se requiere una mente alerta y disciplinada. Pero la mayoría de la gente prefiere caer en la pereza mental en lugar de molestarse en ver a cada persona, a cada cosa en su momento presente, en su frescura.

SOBRE LA LIBERTAD

No tengo miedo de perderte, porque no eres un objeto de mi propiedad o de alguien más. Te amo como eres; sin apego, sin miedos, sin condiciones, sin egoísmo, sin intentar absorberte. Te amo libremente porque amo tu libertad, al igual que la mía.

El niño necesita libertad: Más vale un barrendero feliz, que un juez o un gran político infeliz.

Solo en la libertad se ama. Cuando amas la vida, la realidad, con todas tus fuerzas, amas mucho más libremente a las personas.