Las apariencias y la hipocresía
Busque un punto de inspiración para este artículo y afortunadamente se me dio en días pasados con la participación a un evento matrimonial cotidiano.
JEBUNA
EL EVENTO MATRIMONIAL
Busque un punto de inspiración para este artículo y afortunadamente se me dio en días pasados con la participación a un evento matrimonial, como ceremonia- Todo muy hermoso, todo puesto en su lugar: el tema de moda de IL DIVO (siquiera no fue interpretado por el original, se le hubiera ido muy hondo al pobre Padre de la Novia), la llegada de la novia en coche antiguo, toda la masa familiar con su smoking, las damas con vestiduras para la ocasión, la homilía con mención de las bodas de Canaán y otra cantidad de arandelas que se me escaparon por la culpa de un sabroso café en una tienda cercana, duración de la ceremonia una 1 hora y media, como fue antes de las 12 M del día sábado no tenía validez para la misa dominical, qué cansancio.
Lo más hermosos de la ceremonia fue una señora con problemas mentales (persona digna de tolerancia) ella, con frecuencia aplaudía cada suceso, inocente del todo de ese circo que ronda en estas ocasiones y mientras terminaba otro cafecito haciendo mi oración a Dios por esta bella unión, le hice un puchero para llamar su atención y le dije: Dios, que la finalidad de esta pareja que se une, sea para encontrar un amor puro y verdadero. Sí señores, así de sencillo: pagué mi café y listo… acompañamiento espiritual, económico y ecológico. Qué bueno hubiera sido para el bolsillo del Padre de la Novia si todos hubiéramos celebrado así o para el planeta, la cantidad de cosas inoficiosas y contaminantes que nos hubiéramos ahorrado para aparentar o tal vez para decir: Ay querida, te perdiste la boda, tiraron la casa por la ventana, más de 150 invitados y no cualquier clase de invitados, a excepción de una loquita y otro por ahí sin el Smoking. Qué descaro querida, ¿cómo se atreven a venir a la casa de Dios es esa fachita?"
Algo simpático aparentamos. Desde que nos levantamos estamos arreglando el copete para que cuando lleguemos al espejo nos veamos bonitos. Eso está bien porque no cuesta nada; el aseo y la presentación es otro paseo muy diferente al de las apariencias.
En un principio las ropas nos protegían del clima, pero la moda hizo su debut y dijo: Me protejo del clima más bonito que usted y los bobos comieron cuento y se fueron a comprar un vestido Oscar de La Renta, diría con ironía: Ese tipo tiene que ser muy importante, con un vestido así. (Que quede claro: no dije nada de los harapos del Papa). Ahora la sociedad come de esos cuentos y se arrodillan al de mejor apariencia. La gente con estatus no ve más allá de las apariencias renunciando al reino de la sencillez, al reino de Dios.
La espiritualidad viene en estado de coma por la enfermedad terminal de las apariencias. Ahora debo de hacer una pregunta: ¿Usted puede aparentar hablar si es mudo?, es como muy difícil, así es la espiritualidad, usted no puede aparentarle a Dios porque Dios no come de cuento y en cuestiones de espiritualidad la cosa es seria, solo los religiosos aparentan amar a Dios con sus templos multimillonarios. O dígame de los que aparentan respetar la vida y luego uno los ve con un pedazo de cadáver animal en la boca o los que aparentan existencialismo acabando con la existencia de animales o los que aparentan amar los animales en la contemplación de un perro y luego uno los ve con un pedazo de carne entre los dientes. Uno si debe decir: definitivamente los que aparentan espiritualidad rapidito caen. O esta otra: los que aparentan ser ecológicos y destruyen medio bosque por sus gustos medievales de carne.
Conclusión: Aparentarle a Dios es botar corriente y en cuestiones de espiritualidad se es o no se es. Por eso les invito a ser sencillos, a ser auténticos, no se dejen contagiar de este bicho de las apariencias. Sé que será difícil, porque fuimos programados a seguir unos paradigmas difíciles de erradicar, estos absorben a diario, por lo que hay que estar atentos para hacerle frente.
Dios les bendiga.