La iluminación espiritual

La iluminación a través del gnosticismo

LOS EVANGELIOS GNÓSTICOS

Notas de los evangelios gnósticos de Nag Hammadi.

Las practicas gnósticas fueron poco claras hasta hace relativamente poco tiempo.

En 1945 fue descubierta una biblioteca de manuscritos gnósticos en Nag Hammadi (Egipto), que ha permitido un conocimiento mejor de sus doctrinas, anteriormente solo conocidas a través de citas, refutaciones, apologías y heresiologías realizadas por Padres de la Iglesia. Es apasionante ahondar en las enseñanzas/aprendizaje del gnosticismo hebreo, fundadores del cristianismo primitivo, pues fueron quienes efectivamente escribieron los evangelios de los apóstoles y discípulos de Jesús.

Los evangelios conocidos como apócrifos, comprenden alrededor de 50 textos, escritos algunos en arameo, otros en copto, en griego antiguo, en egipcio, etc. Estos evangelios fueron desdeñados por el catolicismo con el nombre de apócrifos (por considerar que se apartan de la verdad, al menos la pretendida) considerados actualmente Evangelios gnósticos.

Uno de los documentos más completos y reveladores de los Evangelios Gnósticos recuperados es el códice Evangelio de Tomás, el cual comienza con las palabras:

Estas son las palabras secretas que el Jesús vivo dijo, y las cuales, Judas Tomas, el Mellizo, escribió.

En este códice, Jesús afirma:

Si sacas al exterior lo que llevas dentro, lo que saques fuera te salvará. Si no sacas fuera lo que llevas dentro de ti, lo que no saques al exterior te destruirá.

Decía Jesús a sus discípulos:

El reino de Dios está en ti y a tu alrededor corta un trozo de madera y ahí estaré, levanta una piedra y me encontraras.

LA GNOSIS AUTÉNTICA

Iluminación y Gnosis son sinónimos.

La gnosis o Iluminación, es un concepto espiritual o religioso.

Significa adquisición de entendimiento. El nombre de gnóstico viene de la palabra griega gnosis que significa conocimiento; gnóstico es por tanto quien adquiere un conocimiento especial y vive según él.

Pero la gnosis no es fundamentalmente un conocimiento racional, si no intuitivo. Donde quiera que exista un anhelo espiritual, una inquietud espiritual; allí donde alguien se pregunte ¿quién soy?, ¿de dónde vengo?, ¿para dónde voy?, ¿por qué existo?, ¿para qué vivo?, ¿cuál es el objetivo de mi existencia?, etc.; ahí está la Gnosis.

El término gnosis no tiene por tanto sentido peyorativo.

La Verdadera Gnosis es el conocimiento de una sabiduría transformativa que enseña a la persona a ver, oír y palpar todas las cosas que hasta el momento se señalaban como grandes misterios y enigmas.

La Gnosis es el conocimiento trascendental del hombre y el universo, verificable de manera directa y personal mediante las facultades de cognición del Ser y las capacidades elevadas de la consciencia. Tiene como meta la auto-realización intima del Ser, es decir, el desarrollo armonioso de todas las infinitas posibilidades y facultades humanas.

La gnosis es un proceso espiritual íntimo, natural y profundo.

Para el gnóstico la salvación es despertar el ser interior a su verdadera naturaleza y capacitarlo para que regresara a la fuente divina. La reflexión interna revelaría la chispa de Dios que reside en cada uno de nosotros, el conocimiento de que somos todos, en cierto sentido, una parte de Dios.

El ser humano es autónomo para salvarse a sí mismo.

Para los gnósticos el mundo es el resultado de un desorden acaecido en el Pléroma, (el Todo) el cual debe restaurarse. Las chispas divinas que se fugaron del reino pleromático y que habitan en nosotros deben retornar a la unidad originaria. Todas las almas están destinadas a la salvación, a reencontrarse con la unidad, pero para ello es necesario un proceso de purificación que puede llevar una o varias encarnaciones.

Conocerse a uno mismo, en el nivel más profundo, es al mismo tiempo conocer a Dios; este… es el secreto más profundo de la Gnosis. Visto desde esta perspectiva, llevar una vida ética tiene sentido sin la necesidad de un dios o dioses que nos recompensen al final de nuestras vidas (no teístas), ya que los mismos actos conllevan intrínsecamente en ellos mismos su resultado.

La palabra Gnosis la encontramos en la terminología científica como diagnóstico, o sea, conocimiento claro, exhaustivo, profundo de algo que se estudia o investiga.

Existe mucha confusión alrededor del concepto de Gnosis.

Este estado de confusión se remedia mejor a través de un examen de algunos ejemplos específicos de gnosticismo cultural. Conviene diferenciar, sin embargo, los dos conceptos distintos que cubre esta acepción:

LA ILUMINACIÓN INTELECTUAL

En este sentido, es esclarecimiento interior del deseo de saber.

Es poner en claro, llegar al fondo y dilucidar un asunto. En este sentido, es esclarecimiento interior, experimental o racional, pero no místico. Se debe reconocer la diferencia entre iluminación intelectual y aprendizaje (que también es la adquisición de nuevo conocimiento). En la cultura occidental, la iluminación puede referirse al período del siglo XVIII donde la razón humana era elevada a un nivel muy alto y era aplicada a los temas sociales, políticos, médicos y espirituales.

LA ILUMINACIÓN ESPIRITUAL

La iluminación espiritual es la experiencia de lo divino.

Esta experiencia se manifiesta en paz, amor, felicidad o sentido de unidad con el universo. Es un despertar interior de la conciencia. Cada 8 de diciembre, es el día de la Iluminación, también conocido como Bodhi. Se conmemora la iluminación del Buda histórico Shakyamuni (o Siddharta Gautama).

Para el Buda, la meditación es la aplicación del pensamiento para cultivar la serenidad y la sabiduría: La iluminación o gnosis.

Para el apóstol Pablo la gnosis era una función del hombre espiritual (1 Corintios 2:11), que cada cristiano posee esencialmente. Sin embargo era factible que se interpretara la posesión de tal gnosis como una señal de superioridad respecto a otros, por lo que Clemente de Alejandría, escribe: No hay, pues, en la misma palabra algunos ‘hombres iluminados (gnósticos) y algunos psíquicos (o naturales)’; sino que todos los que han abandonado los deseos de la carne son iguales y espirituales ante el Señor.

LA AUTENTICA GNOSIS

La palabra meditación viene del latín meditatio, que originalmente indica un tipo de ejercicio intelectual, que incluía observación, comparación, constatación, reflexión, sentimiento y purificación. De este modo, los nuevos gnósticos, en el ámbito filosófico occidental diferenciaron meditación de contemplación, reservando a la segunda un significado religioso o espiritual. Esta distinción se vuelve tenue en la cultura oriental, de tal manera que el intentar hacer el mundo a nuestra imagen y semejanza, consiste en extirparle el credo y la religión a la filosofía de vida de esos pueblos del Asia, que aún se mantienen conservadores y fieles a una comunión entre fe, sentimiento y pensamiento, sobre la cual los occidentales borramos por decreto.

Al considerar los problemas más generales de las diferentes humanidades y pueblos, indiscutiblemente encontramos que el centro neurálgico de todo problema es: la falta de Conocimiento, o la ausencia de la Verdad.

LA VERDAD

No hay Religión más elevada que la Verdad.

Podría un hombre no pertenecer a ninguna Religión y sin embargo ser profundamente espiritual y consciente de sí mismo. El camino Gnóstico nos conduce al Conocimiento del cuerpo físico, del alma y del espíritu inmortal.

Conociendo nuestro cuerpo, sabemos en qué vehículo andamos y quién manda y gobierna en él. Comprendemos que podemos mejorarlo y mejorar a su dueño, nos damos cuenta de que quien maneja el cuerpo es el Alma que hasta allí es producto de los sentidos y consciente porque es conocimiento vívido y de allí el nombre de conciencia que nos enseña a convertir el Alma mortal en Alma inmortal.

La Gnosis enseña que existe un mundo interior más importante y más real que el mundo exterior. Si nuestro mundo interior depende del mundo exterior, entonces somos esclavos de las circunstancias. A través de la progresiva introspección, mediante la ciencia de la meditación, buscamos el dominio del mundo interior, de tal forma que uno llegue a crearse las circunstancias que desea, tal y como hacen los grandes maestros de todos los tiempos.

Hoy estamos cada vez más lejos de esa integración global, humanista, solidaria, fraternal, espiritual, divina, pero también pragmática y amorosa que intentaron los verdaderos creadores de los libros sagrados.

La piedra filosofal de nuestra injusticia histórica es sin duda la Gnosis, esa maltratada palabra que no es más que según los griegos antiguos, el conocimiento más elevado y puro, o lo que todos entendemos como verdad. Por eso esta palabra y aquellos que en la antigüedad buscaban la verdad, los gnósticos, fueron tachados de herejes, porque se negaron a creer, no cedieron ante ninguna religión o ideología que se les quisiera imponer. No creyeron en salvadores, ni mesías, se negaron a buscar fuera, lo que tenían dentro, entendieron la Gnosis como el autoconocimiento más interno y esencial, ligado al Ser y la conciencia que somos.

Solo hay una forma de conocer y es cuestionando.

Esto aún hoy día es un peligro para un sistema como el que sufrimos, y a pesar de que a mucha personas heterodoxas como yo, anti dogmáticas por naturaleza, buscadoras de la verdad y el conocimiento interno, que nos dé un poco igual que nos tachen, se nos etiquete o se nos trate como a parias, locos o inadaptados, no deja de provocar que unos pocos se sumen a otros pocos y se eleve el número de aquellos que piensan por sí mismos.

Finalmente, señalar que el verdadero gnosticismo solo puede ser una fraternidad. Un círculo igualitario de estudiosos espirituales. hermanos del espíritu libre, hermanos de la inteligencia. Con personas de diferentes creencias, de distinto nivel de desarrollo, que pertenecen o no a otras instituciones de diversas edades, hombres y mujeres, estudiantes, profesionales, amas de casa, empleados, etc.. Intercambiando el conocimiento por un ideal común y quizás comprendiendo algún día que tras lo externo y accidental que nos diferencia, existe algo interno y esencial que nos hace iguales, por ser hijos de una misma Creación. Cuando se logra esta comunicación de alma con alma, se establece un irrompible lazo de hermandad.

GNÓSTICO O AGNÓSTICO

La diferencia fundamental entre una persona que profesa el gnosticismo y una agnóstica es que la primera considera que se puede acceder, a través de la intuición y la mística, al conocimiento de lo divino, mientras que la agnóstica no se decanta a favor ni en contra de dichas creencias, sino que admite que no tiene la capacidad para comprender la magnificencia de lo divino, y por lo tanto prefiere una postura que no niega ni acepta la existencia divina.