La iluminación espiritual

Krishnamurti y el Budismo

JIDDU KRISHNAMURTI

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ENSEÑANZAS DEL BUDISMO

El mensaje de Krishnamurti es similar a las enseñanzas del Budismo.

Ambos señalan la facilidad y la susceptibilidad con la que la mente humana sucumbe al condicionamiento como el origen de todos nuestros problemas humanos. Ambas doctrinas, por consiguiente, prescriben el uso de una intensa percepción alerta de todo nuestro proceso mental, pensamientos, recuerdos, creencias, esperanzas y temores, y de este modo lograr ese estado de iluminación que Krishnamurti llama "insight" o libertad completa e incondicional. Superficialmente parece haber conflictos en algunos puntos entre Krishnamurti y el Budismo.

Iluminación instantánea

Para Krishnamurti el proceso de iluminación toma lugar instantáneamente, como un despertar repentino. Para la mayoría de los Budistas la iluminación tomaría lugar solo después de años de una esmerada práctica meditativa y un sin fin de rituales.

En el precedente artículo sobre Krishnamurti examinamos la naturaleza del tiempo psicológico humano. El tiempo es medido por los humanos generalmente a través de un proceso de incrementar o decrementar. Sentimos que el tiempo está pasando porque envejecemos o ganamos más dinero o esperamos ser promovidos a un rango más alto. Más precisamente, el tiempo psicológico es nuestra percepción del proceso de incrementar o decrementar y nada más. Sin aquella percepción no se sentiría el paso del tiempo.

Cuando hablamos de trabajar y meditar sobre un periodo de años para lograr la iluminación es lo mismo que decir "Crearé un pasaje de tiempo al someter un proceso de incrementar de un nivel espiritual bajo hacia uno más alto". Al tomar este acercamiento hemos rechazado hacer un brinco discontínuo hacia la iluminación, y en lugar hemos creado nuestro propio retrazo para lograr la iluminación. Como mencionamos anteriormente, el ego humano está involucrado en este proceso. De hecho, un podría decir que el ego humano es éste proceso. ej. percepción (incrementa/decrementa) = tiempo psicológico = ego.

Podemos suponer que cualquier autoridad del Budismo que impulsó a otros a trabajar realmente duro sobre un largo período de tiempo para lograr la iluminación está vendiendo un paquete de ego. Todavía, algunas veces escuchamos tales consejos viniendo de los Budistas. El punto de vista de Krishnamurti sobre la iluminación es algo que no es gradual que se incrementa lentamente al paso de los años con mucho trabajo, porque esa clase de proceso relacionado con el ego crea su propio retraso y así asegura que el final nunca sea logrado. Desde el punto de vista de Krishnamurti la iluminación viene por su propia concordancia donde y cuando ésta elija, y es poco lo que podemos hacer al respecto. Viene hacia nosotros como una discontinuidad mayor en nuestras vidas, y esto nos recuerda que algunos despertares de budistas fueron inducidos por una inesperada cachetada en la cara o un golpe en el cuerpo. El involucramiento del ego en la iluminación (o meditación) no es más que una interferencia que negará el proceso.

Es la opinión del autor que el punto de vista de Krishnamurti nos provee mayor visión, (dentro del Sutra del Corazón del Conocimiento Transcendente), que la mayoría de las explicaciones disponibles del mundo budista. En el Sutra, Avalokitesvara cita que no hay nacimiento ni cesación, ni crecimiento ni decrecimiento, es exactamente el mismo proceso que Krishnamurti cita en todos sus libros. La iluminación es un estado que no tiene tiempo lo que significa que su atributo superior no tiene tiempo, esto significa no estar involucrado con el ego o tiempo creado por el ego. Una vez que un reconocimiento es hecho por el ego de que el tiempo es requerido para lograr la iluminación, la búsqueda se ha ido en una tangente sin esperanzas y terminará en fracaso. El ego tiene que doblegarse a su jurisdicción en el tema de la iluminación y seguir algo que es infinito y desconocido para seguirlo.

No hay Pensamientos Sagrados

Para Krishnamurti cualquier proceso de pensamiento no es sagrado. Los pensamientos del dharma o Buda son tan profanos como cualquier otro tipo de pensamiento. La única cosa restante sagrada desde el punto de vista de Krishnamurti es aquello que el pensamiento no es capaz de capturar o aquello que es desconocido. Todos los pensamientos son meras creaciones humanas provenientes del cerebro humano y son por siempre incapaces de capturar aquello que es infinito y desconocido.

A primera vista parece que la mayoría de los budistas estarían de acuerdo con el párrafo anterior. Pero hay bastante literatura budista disponible que anima a los budistas a meditar sobre imágenes sagradas o pensamientos o Los Ocho Senderos o algún mándala o mantra. Es auto evidente que un estado de completa vacuidad es imposible mientras cualquier imagen persista en la mente. El Sutra dice que la vacuidad es la forma y toda la forma es la vacuidad, a pesar de esto muchos líderes budistas animan a otros a llenar esta vasta y maravillosa vacuidad con un producto del sistema nervioso humano como si ése producto fuera lo suficientemente sagrado como para ocupar espacio mientras ha recibido la estampa autorizada de aprobación de una autoridad budista.

Algunos grupos budistas conducen reuniones de oración. La oración es un ejercicio obvio del ego, una deliberada y calculada forma de ganar un engrandecimiento en un periodo de tiempo. Hay algunos que piensan que entre más oraciones mayor resultado se obtendrá. Es otro intento de logar algo a pesar del hecho de que no hay logro.

No Sendero, No Progreso, No Objetivos

"... los bodhissatvas no tienen logros, ellos moran por medio del prajnaparamita."

Para Krishnamurti no hay "sendero", ni procedimientos, ni organizaciones y ni reglas que un hombre deba poner a otro hombre para seguir el camino hacia la iluminación. Como parte del sendero, los budistas deben observar una muy tupida (hecha por el hombre) estructura que empieza a la cabeza con Los Tres Amados: el Buddha, el Dharma y el Sangha. Cada uno de estos pilares tienen subconjuntos de reglas asociadas con ésta: Los Cinco Skandas, Los Ocho Siddhis, etc. Algunos nos harían creer que aprender todos estos artículos de fé son necesarios para la iluminación.

Mucha literatura budista sugiere que al seguir el budismo hay un gran objeto que uno debe alcanzar y que el progreso de uno hacia este objetivo lo hace paso a paso a lo largo de este sendero. Para Krishnamurti el colocarse un objetivo psicológico y trabajar para progresar en cualquier dirección únicamente conducirá a más confusión y sufrimiento. Cualquier intento de auto mejoramiento psicológico aumentará no más que solo una duplicación fútil de muchos esfuerzos similares del pasado, todo lo cual ha fallado previamente.

El patrón típico del comportamiento humano que siempre parecemos caer, quizás por virtud del condicionamiento es el estereotipo "trabajar por una recompensa". Uno encuentra una religión y ve algo deseable en la cual se convierte en un objeto de logro. El siguiente paso es idear un plan para adquirir el objeto, y finalmente con gran deliberación nos proponemos llevar a cabo ese plan trabajando dura y tenazmente.

Krishnamurti nos dice que el "trabajar por una recompensa" ha sido tratado incontables veces por el homo sapiens, pero nunca nos ha conducido hacia nada nuevo o distinto en el área de la iluminación espiritual. ¿Qué hacemos con todo esto? los líderes budistas alrededor del mundo nos dicen que hay objetivos budistas y un sendero de arduo trabajo y logros para alcanzar estos objetivos.

Aquí de nuevo Krishnamurti parece estar más de acuerdo con el núcleo de las enseñanzas budistas que los budistas mismos. El Sutra del Corazón del Conocimiento Trascendente suena más a Krishnamurti que lo que muchos de los instructores budistas: "No hay...sendero, sabiduría, logro y no-logro..." Aquí Krishnmaurti nos está diciendo vivificar los preceptos de este gran Sutra Budista. El no nos está diciendo seguir un sendero, sino entender de que no hay sendero. Nos dice esto bruscamente y simple como lo hace el Sutra. No hay embellecimiento para el beneficio de aquellos quienes ya sea fallan en comprender o para aquellos quienes han creído en metas que deben continuar escalando.

No seguimiento apostólico

Los instructores budistas son propensos para exhortarnos a creer en los principios que los líderes budístas les han dejado a ellos a lo largo de los siglos, y hay linajes budistas autoritarios con apóstoles quienes han sido señalados para llevar esta tarea.

Para Krishnamurti incluso el aroma más fino de autoridad es totalmente perjudicial para la espiritualidad, porque la autoridad implica de que alguien ha sido puesto en una posición de aceptación. Cualquiera que acepta cualquier cosa, cualquier verdad de alguien más, no la ha encontrado todavía dentro de sí mismo. Mientras las personas sean reacias o por cualquier razón incapaces de encontrar la verdad dentro de ellas mismas, no habrá posibilidad de obtener ninguna verdad espiritual.

De acuerdo a Krishnamurti la persona no es importante, pero lo que el dice es: en muchos de sus escritos el insiste y pide al lector no aceptar nada en su autoridad, sino comprometerse a una profunda investigación interna para verificar la verdad (o lo contrario) de cualquier cosa que el dice. Consejos con una extraña similaridad aparecen en el Kalama Sutra donde el Buda dice, "No me creas, no creas a los otros, no creas en algo porque está escrito en los libros, sino realmente velo por ti mismo que la práctica es conducente a la disminución de la avaricia y la desilusión."

Si no vamos a creer en el Buddha, en otros budistas o en escrituras budistas, entonces de qué valor es un linaje budista? Quizá no mucho, pero Krishnamurti tiene una respuesta a ésto. La única función útil que el podría clamar de si mismo era, como el lo puso, como un espejo. El sentía que podría ayudar aquellos con mayor necesidad al reflejar una imagen de ellos mismos que sería tan vívida que nadie podría fallar en reconocer el simple hecho de que nuestra verdadera naturaleza era aquella de un vasta e ilimitada vacuidad. Si el rol de Krishnamurti para el mismo fuera también aplicable a los líderes budistas, entonces el clérigo budista serviría mejor como un instrumento de reflexión en lugar de una larga lista que brota un dictado sin fin: Los Seis Reinos de existencia cíclica, Diez Bhumis, Las Cuatro Realizaciones, Las Cuatro Nobles Verdades, etc., etc.

Cómo han pasado hacia nosotros a través de los siglos todas las reglas que el Buda ha dejado? Los informes dicen que justo antes de su muerte el Buda encargó a sus monjes descartar todas las reglas menores, diciendo que el sabía que ellos serían capaces de discernir la esencia del darma. Excesivamente cautelosos, los monjes decidieron que ellos no podrían decidir y guardaron todas las reglas. De hecho, negaron su último deseo del Buddha. Si a Krishnamurti lo sentásemos en el lugar del Buda y tendría que hacer solo una regla, esa sería "conócete a tí mismo", y todas las otras reglas habrían sido declaradas menores y por lo tanto descartadas.

Aunque Krishnamurti no ha dejado una sucesión apostólica para continuar con su trabajo, el estableció una fundación antes de morir. La Fundación Krishnamurti tiene su oficina central en Ojai, California, su objetivo es hacer que todo este trabajo esté disponible ya sea en forma escrita o en videos. Alguno de los videos contienen varias impresiones de Krishnmurti que fueron grabadas durante entrevistas con figuras prominentes del mundo desde muchas distintas áreas.

En una de esas entrevistas con el instructor Budista Rinpoche Sumdung, éste citó que en su opinión el Buda enseñó en dos distintos niveles. El primer nivel era para el hombre promedio. Este era el nivel que Buda utilizó cuando habló a las masas, y era en este nivel que Buda enseñó las reglas, darma, rituales, etc. Rinpoche Sumdung luego dijo que el segundo nivel, un nivel más alto, era el que Buda utilizó para comunicar la sabiduría profunda como en los sutras. El "Sutra del Corazón" era esa forma más alta de comunicación.

Finalmente, Rinpoche Sumdung dijo que el Buda se hizo el compromiso de enseñar en dos distintos niveles, ya que eventualmente discrepancias obvias habrían de surgir entre los dos niveles. En los párrafos precedentes estuvimos tratando con algunos de estos problemas. Rinpoche Sumdung concluyó al decir que en su opinión Krishnamurti nunca se dirigió a las masas desde el nivel más bajo como lo hizo el Buda. El siempre enseñó en el nivel del sutra y por esa razón hay mucho en común entre Krishnamurti y "El Sutra del Corazón". Krishnamurti por consiguiente, nunca se comprometió así mismo de la misma manera que Buda lo hizo. Rinpoche Sumdung piensa que en este segundo nivel las enseñanzas de Krishnamurti fueron idénticas a las del Buda. Krishnamurti permaneció exacto, a veces obstinadamente invariable, al nivel de las enseñanzas del Sutra durante toda su vida, y sus enseñanzas fueron, consecuentemente, más difíciles para que el público lo asimilara.


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